domingo, 11 de octubre de 2020

-Si la Doctrina no es Relevante, Cualquier Doctrina Puede Prevalecer-




Decir "no quiero doctrina" es tan igual como decir "no quiero la Palabra" y todos los cristianos conscientes sabemos que "Jesús es la Palabra". Entonces es una incongruencia pretender "querer a Jesús y no querer doctrina". Esto es un absurdo propio de quienes fueron formados con sermones cuyo título fue "la letra mata". Si la Doctrina no es Relevante, Cualquier Doctrina Puede Prevalecer.

Y cuando propongo que “si la doctrina no es importante, entonces, cualquier doctrina prevalece”, estoy diciendo que “quienes no han decidido qué doctrina cristiana (ortodoxa) seguirán, entonces cualquier doctrina (liberal o mística) los va a regir”. Estos cristianos corren el riesgo de caer en cualquier viento de doctrina, sean movimientos místicos o liberales. Sea que caiga en el neopentecostalismo o en el progresismo cristiano.

Hace un tiempo yo escribí un artículo sobre la frase de un pastor neopentecostal que decía: “la Biblia no fue creada para entenderla, sino para obedecerla”. Esto está muy relacionado con una característica de varios grupos evangélicos peleados con lo académico, a quienes yo llamo “evangélicos anti-intelectuales”. Los mismos que dicen que “la letra mata”. En conclusión, son grupos, muchos grupos evangélicos, que están diciendo “no queremos doctrina, queremos a Jesús”. Pero esto es una trampa.


¿Qué pasa si no valoramos la doctrina?
Si la doctrina no es relevante, y la experiencia sí, o simplemente le damos a todas las doctrinas el mismo valor, sean doctrinas ortodoxas o falsas doctrinas, entonces terminaremos creyendo y practicando cualquier doctrina que “nos parezca” agradable al momento, después de todo es “una buena experiencia”. Esto aplica también para quienes han abrazado doctrinas ortodoxas por simple moda, pero que tarde o temprano las abandonarán cuando se les presente una “mejor experiencia”.

¿Es importante exponer las falsas doctrinas del liberalismo teológico, del progresismo cristiano y del neopentecostalismo?
Sí. Pero si nuestra premisa es que “la doctrina no es importante” o que “la doctrina no es relevante”, como líneas arriba expresé de muchos grupos evangélicos que están diciendo “no quiero doctrina, quiero a Jesús”; como dice John Gresham Machen (1881-1937), “la exposición de las enseñanzas del liberalismo y el cristianismo, en consecuencia, no pueden estimular el interés hoy” (1) ¿Por qué? Porque para quienes no están interesados en doctrina por ejemplo, los Credos y Confesiones son simplemente “expresiones de experiencias religiosas”. Esto constituye una gran frustración para los que vemos estos movimientos desde afuera: ellos no quieren doctrina, no quieren saber la verdad.

Usted va leer por ejemplo que muchos liberales proponen que “debemos estar abiertos a creer que estamos equivocados en alguna de nuestras doctrinas o creencias cristianas”. Este argumento da por sentado que uno puede tener dos mil años de historia cristiana creyendo a base de hojarasca, mitos, leyendas, experiencias religiosas de hombres, etc., pero no sobre La Verdad, porque después de todo “mi creencia podría estar equivocada”. 

Esto es casi como decirle a un ateo que: “puedes tener razón sobre esto y aquello, mientras que yo equivocado” (¿un cristiano diciendo que puede estar equivocado sobre la existencia de Dios?). Te imaginas tener un dialogo con un musulmán y pensar que “quizá sea cierto lo que propone el Islam, después de todo -yo puedo estar equivocado-”. Entonces los simples y corrientes cristianos, que desechan la doctrina, terminarán abrazando “todo viento de doctrina” que aparezca porque será una nueva experiencia a vivir.

Entonces, si estamos frente a una masa enorme de evangélicos que no les interesa aprender doctrina ¿Crees que les interese saber sobre el liberalismo teológico, sobre las propuestas del cristianismo progresista, cuando ni siquiera las doctrinas ortodoxas el cristianismo les interesa? Apuesto a que no, no les interesa.

De hecho no les interesa, en absoluto. Porque les dará lo mismo creer en una doctrina ortodoxa o una liberal, pues para ellos “no es relevante”. Esto explica porqué una página de memes tiene más likes y seguidores que una página de artículos teológicos, o porqué una publicación sobre el divorcio de Guillermo Maldonado tiene más likes que un artículo sobre la Inerrancia de la Biblia. O porqué una simple publicación de César Castellanos llega a más de mil reacciones. 

En otras palabras, y citando nuevamente a Gresham Machen, “las enseñanzas del Liberalismo... pueden ser diferenciadas de las enseñanzas del Cristianismo histórico en la medida de lo posible, pero (para quienes la doctrina no es relevante) ambos, en el fondo, pueden ser iguales”. Si viviera hoy, en nuestra época, frente al gran movimiento neopentecostal, Machen diría: “las creencias y practicas del neopentecostalismo... pueden ser diferenciadas de las enseñanzas del Cristianismo histórico en la medida de lo posible, pero (para quienes la doctrina no es relevante) ambos, en el fondo, pueden ser iguales”; ¿Triste no crees?.

Conclusión
Somos llamados a exponer las falsas doctrinas del liberalismo, advertir del “veneno del progresismo cristiano” que se esparce por todos lados, sea en iglesias o instituciones para-eclesiásticas, y somos llamados a advertir que el neopentecostalismo es el caballo de troya introducido en la iglesia evangélica con el gran potencial para generar ateos en serie, anti-intelectuales y cristianos místicos amadores de sí mismos... pero más que eso somos llamados a enseñar doctrina en nuestras iglesias acompañando esta actividad con la de hacer vida de Iglesia en las disciplinas de congregarse y orar. 

Es lamentable que muchos pastores están arrastrando a muchos jóvenes a vivir peleados con lo académico viviendo como los anti-intelectuales de antaño, y hoy son presa de quienes querían cuidar. Entonces "si las doctrinas ortodoxas son relevantes, esas doctrinas te regirán".

Oremos, porque los cristianos progresistas no están de brazos cruzados, tienen un plan y lo llevan a cabo. La religión del liberalismo, con toda su pseudoteología ha estirado sus tentáculos para agarrar a tus jóvenes. Pero debemos hacerle frente.

¿Qué harás tú?


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(1) John Gresham Machen (1881-1937), “Cristianismo & Liberalismo”, Pág. 28 (Edición en Portugués)

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