jueves, 28 de enero de 2021

¿SI LA GRAN TRIBULACIÓN ES MUNDIAL DE QUÉ SERVIRÍA "HUIR A LOS MONTES"?









Si la Gran Tribulación será mundial ¿Por qué le dijo a SUS DISCÍPULOS “huyan a los montes de Judea”? 

Tal parece que la gran tribulación Mateo 24 es local, es decir circunscrita a una área geográfica de Judea ya que una forma de salvarse sería “huyendo a los montes”. 
“Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. El que esté en la azotea, no descienda para tomar algo de su casa; 18 y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa.” -Mateo 24.15-18 

En mi país hay un pueblo que ha sido azotado por los fenómenos de la naturaleza más de una vez. Estoy refiriéndome a Yungai, un pueblo en Ancash que fue sepultado por un alud un 31 de mayo de 1970, un domingo a las 3:25 h de la tarde. Los sobrevivientes no son sino personas que estaban “en las montañas” aledañas y algunos que pudieron correr hacia ellas que pudieron salvarse; por ejemplo, el científico Mateo Casaverde acompañado del geofísico francés G. Patzelt y su esposa se encontraban en Yungay en ese mismo instante del sismo; la descripción de la catástrofe es conmovedor: 

“Nos dirigíamos de Yungay a Caraz, cuando a la altura del cementerio de Yungay se inicio el terremoto. ...Se podía advertir con mucha claridad la componente vertical de las ondas sísmicas, produciendo ligeramente grietas sobre el asfalto de la carretera. ... Abandonamos nuestro vehículo prácticamente cuando el terremoto estaba terminado. Escuchamos un ruido de baja frecuencia, algo distinto, aunque no muy diferente, del ruido producido por un terremoto. El ruido procedía de la dirección del Huascarán y observamos entre Yungay y el nevado, una nube gigante de polvo, casi color arcilla. Se había producido el aluvión; parte del Huascarán Norte se venía abajo. Eran aproximadamente las 15:24 horas. En la vecindad donde nos encontrábamos, el último lugar que nos ofrecía una relativa seguridad contra la avalancha era el cementerio, construido sobre una colina artificial, una huaca pre-incaica. Corrimos unos 100 mts de carretera antes de ingresar al cementerio, que también había sufrido los efectos del terremoto. Ya en éste, atiné a voltear la vista a Yungay. En ese momento; se podía observar claramente una onda gigantesca de lodo gris claro, de unos 60 metros de alto, que empezaba a romperse en cresta y con ligera inclinación e iba a golpear el costado izquierdo de la ciudad. Esta ola no tenía polvo. En nuestra carrera sobre las escalinatas, logramos alcanzar la tercera terraza y encontramos la vía a la tercera terraza, más obstruida, y con un hombre, una mujer y tres niños tratando de alcanzarla. Nos desviamos a la derecha, sobre la tercera terraza, cuando un golpe seco de látigo, una porción de la avalancha alcanzo el cementerio en su parte frontal, prácticamente a nivel de la tercera terraza. El lodo pasó a unos cinco metros de nuestros pies. Se oscureció el cielo por la gran cantidad de polvo, posiblemente originado de las casas destruidas de Yungay. Volteamos la mirada: Yungay con sus varios miles de habitantes había desaparecido”. 

Como narra esta historia, y como muchos otros testigos oculares me lo han contado, “correr al cementerio” fue una de las pocas formas de salvarse. ¿Por qué? Porque estaba situado en una zona alta, donde el alud no pudo alcanzar. 

“Correr hacia los montes” vendría a ser “correr hacia la zona segura”. Pero en nuestro pasaje de Mateo 24.15-18 las advertencias de Jesús es que cuando llegue el momento de dicha tribulación tendrían que “escapar hacia las montañas de Judea” para “salvarse”. Luego a conservar sus vidas y pasada la gran tribulación, continuar así. Lucas lo cuenta de esta manera: 
“Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado. Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes; y los que en medio de ella, váyanse; y los que estén en los campos, no entren en ella. Porque estos son días de retribución, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.” -Lucas 21.20-22 

Hay una clara advertencia de Jesús a sus discípulos de que cuando se diera la gran tribulación deben “salir de Jerusalén” para salvar su vida. 

Si esto es así ¿Cuándo se dieron estas cosas? 

Creemos que se dieron en el asedio de Jerusalén en el año 70 d.C. Si es algo futuro ¿será solo en Jerusalén (otra vez)? Y en el resto del mundo ¿no habrá tribulación? Los que sostienen que será un evento de magnitudes colosales, es decir en los cinco continentes ¿Cómo hacen encajar las palabras de Jesús con sus interpretaciones? 

Sin embargo, hay suficiente evidencia que esto ya se cumplió. Una de ellas es la que registra Eusebio de Cesarea en donde nos dice claramente que llegado el cumplimiento de las palabras de Jesús, todos los cristianos “escaparon de la gran tribulación”: 
"...El pueblo de la Iglesia de Jerusalén recibió el mandato de cambiar de ciudad antes de la guerra y de vivir en otra ciudad de Perea (la que llaman Pella), por un oráculo transmitido por revelación a los notables de aquel lugar. Así pues, habiendo emigrado a ella desde Jerusalén los que creían en Cristo, como si los hombres santos hubieran dejado enteramente la metropoli real de los judíos (Jerusalén) y toda Judea, la justicia de Dios vino sobre los judíos por el ultraje al que sometieron a Cristo y a sus apóstoles, e hizo desaparecer totalmente de entre los hombres aquella generación impía." (1) 
Pues era obvio que los cristianos fueron advertidos de que habría guerra, luego los ejércitos romanos someterían a las personas, escasearía los alimentos, y más calamidades. Escapar de la tribulación era lo más lógico en un sentido básico de instinto de supervivencia. Estas y otras evidencias nos hacen creer que este es un evento que se cumplió en el primer siglo. 

Piensa en esto!

(1) Eusebio de Cesarea, "Historia Eclesiástica", Pág. 94 Libro III.5.3, CLIE 2008

https://textosfueradecontexto.blogspot.com/2021/01/si-la-gran-tribulacion-es-mundial-de.html






domingo, 10 de enero de 2021

¿Qué Abominación Trajo Desolación?



Jesús está usando la frase mencionada por el profeta Daniel en 9.26-27; 11.31 y 12.11. Pero quiero que vean las diferentes traducciones en español de Mateo 24.15 para que tengan una idea de lo que los traductores entienden de lo que se trata, y juzgue usted ¿De qué abominación habla Jesús?:

LBLA: "Por tanto, cuando veáis la abominación de la desolación..."
JBS: "Por tanto, cuando viereis la abominación de asolamiento..."
DHH: "El profeta Daniel escribió acerca del horrible sacrilegio..."
NBV: "Por lo tanto, cuando vean que aparece en el Lugar Santo la desoladora impureza..."
NTV: "Llegará el día cuando verán de lo que habló el profeta Daniel: el objeto sacrílego que causa profanación..."
NVI: "Así que cuando vean en el lugar santo “el horrible sacrilegio”..."
Palabra de Dios para Todos: "Así que cuando ustedes vean que “la abominación que causa destrucción”..."
Biblia La Palabra: "Cuando veáis que en el lugar santo se instala el ídolo abominable de la destrucción..."
RVR1960: "Por tanto, cuando veáis en el lugar santo la abominación desoladora..."
RVA: "Por tanto, cuando viereis la abominación del asolamiento..."
TLA: " Él anunció que algún día se presentaría una ofrenda asquerosa en el templo. "

Ahora, cuando vemos las diferentes traducciones de Lucas 21.20, que es el paralelo de Mateo 24.15, todas las versiones sólo utilizan dos términos sinónimos: "desolación" y "destrucción". Veamos dos versiones representativas:


La Biblia de las Américas
"Pero cuando ustedes vean a Jerusalén rodeada de ejércitos, sepan entonces que su desolación está cerca."

Reina Valera - 1960
"Pero cuando viereis a Jerusalén rodeada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado."


La pregunta es ¿Qué Abominación es la que trajo desolación o destrucción a Jerusalén y/o al "lugar santo"?
La respuesta la tiene Lucas 21.20, Jerusalén es llamada como "santa" en Mateo 4.5 y 27.53 (y en otras partes de la Biblia). El término usado por Mateo es "topos jagion", cuando dice "lugar santo". Estos términos se utilizan de manera general para referirse a las estructuras destinadas para el servicio de Dios, obviamente que Mateo hace alusión a las estructuras del Templo que estaban relacionadas con la Jerusalén amurallada que contenía al Templo en su interior. Pero observemos que Mateo no utiliza el término "naos", el cuál era de uso exclusivo para referirse al "Lugar Santísimo" ni utiliza "jieron" que era usado para "los atrios del templo". Como sea el caso, la lectura sugiere que Mateo se refiere a los lugares considerados "santos" por los judíos (Mateo escribe a los judíos).

Marcos en cambio lo dice de otra forma: "la abominación desoladora... puesta donde no debe estar". Marcos escribe su evangelio en Roma. Pero es Lucas quien nos ayuda a entender el asunto: "Jerusalén rodeada de ejércitos".

La mayoría de los que me están leyendo aquí dirán que estoy equivocado, que Mateo 24.15 habla de un "templo futuro reconstruido al fin de la historia". Pero si Jesús expresó estas palabras estando sentado en un monte, de Los Olivos, a unos doscientos metros desde donde se veía el majestuoso Templo aun estando en pie. Y mientras Jesucristo y sus discípulos ven aquel templo, Jesús les dice que "Jerusalén será rodeado de ejércitos y será desolada". ¿Por qué asumir un nuevo templo cuando el original aun estaba en pie?

¿Cuál era la abominación que trajo desolación, entonces?
Aquí se conjugan dos cosas, la primera de ellas es lo que con claridad Lucas nos deja ver: el ejercito romano. Es la acción del ejército romano al sitiar y destruir a Jerusalén y el Templo, pero ¿Qué más hubo durante ese asedio? La lectura de los escritos del historiador Josefo nos da luz acerca de la conducta de los zelotes y otros judíos de la revuelta mientras estuvieron atrincherados dentro del Templo en el asedio del año 70 d.C. que es en sí una profanación del Templo

En palabras de Josefo, entre otras acciones, esto sería una profanación: "...vaciaron los recipientes de ese aceite y vino sagrado que usaban los sacerdotes para los holocaustos que se encontraban en la parte interior del templo, lo distribuyeron entre la multitud que se estaba ungiendo con aceite, y tomando el vino sagrado..." (1). También, "Estando en medio de ellos el sacerdote Ananías, y mirando muchas veces sus leyes, dijo con los ojos llenos de lágrimas: -Más razón sería que yo muriese antes de ver cosas tan malas y nefandas en la casa de Dios, y antes que ver los lugares santos y secretos, tan frecuentados por pies de hombres malos..."(2). Esto lo dice por los mismos judíos revoltosos que se mataban entre ellos y los cuerpos estaban regados por todos los recintos del templo sin dejar de que sean enterrados como debiera ser. La guerra enloqueció a todos, profanando de muchas formas el lugar santo. Si usted puede imaginar un lugar santo y destinado para Dios lleno de cadáveres, entonces no puede haber mayor sacrilegio que eso.

Por lo tanto, creemos que no es a un lugar futuro (tercer templo más allá del año 2000 d.C.) sino en el Templo que estaba en pie y a aquella santa ciudad, Jerusalén; que el ejercito romano profanó y desoló, cumpliéndose así la profecía dada por Jesús en Mateo 24.15, Marcos 13.14 y Lucas 21.20.



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(1) Josefo, "Guerras de los Judíos" (V.13.6)
(2) Josefo, Guerras de los Judíos (IV.3.10)