martes, 28 de diciembre de 2021

SI EL HIJO DEL HOMBRE TODAVÍA NO VIENE EN SU REINO ¿CUÁLES DISCÍPULOS SON LOS QUE AUN ESTÁN VIVOS?




TODOS LOS DOCE DISCÍPULOS DE JESÚS HAN MUERTO ¿Y NO LO VIERON VENIR EN SU REINO?

“De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su Reino.” - Mateo 16.28 RV60

Todos los discípulos que escucharon a Jesús decir estas palabras YA murieron en el primer siglo. Jacobo murió nada más en el año 44 d.C. (Hechos 12). Felipe murió en el año 54 d.C., Mateo murió en el 60 d.C., Matías murió en el 80 d.C., Andrés murió entre el año 60 y 70 d.C., Pedro murió en el año 67 d.C., Judas murió en el año 72 d.C. en Edesa, Simón el Zelote murió en el año 74 d.C., Juan Apóstol murió en el 101 d.C. Y así, quizá haya una u otra fecha no sea precisa, pero todos los discípulos ya murieron en el primer siglo.

Pero Mateo 16.28 afirma que "algunos estarían vivos cuando Jesús haya venido en su Reino..." ¿CÓMO SE RESUELVE ESTO? Porque obviamente ninguno de ellos "vio" venir a Jesús en su Reino ¿O sí?

Principales interpretaciones del texto:

1. Jesús se equivocó, tuvo errores de predicción
La primera interpretación es sostenida por liberales, escépticos e infieles, quienes dicen que Jesús se equivocó pues creía que su venida era cercana, pero como era un humano (y no Dios) estaba sujeto a errores y este fue uno de ellos.

Aquí podemos citar a Hanegraaff quien menciona a los que él llama “escépticos e infieles”, por ejemplo cita a “Bertrand Russell que dijo que era muy claro que Jesús creía que su Segunda Venida ocurriría durante el periodo de vida de sus discípulos”.

También cita a Albert Schweitzer quien expresó “que el anuncio de Cristo de su Segunda Venida fue falso debido a los eventos subsiguientes, ya que los discípulos de Cristo murieron antes de su venida”. Y añade una cita del “escéptico judío” Gerald Sigal: “No existe ninguna cantidad de acrobacias teológicas cristianas que puedan resolver los problemas presentados por la realidad histórica de que una promesa inminente hecha hace 2,000 años no ocurrió como se esperaba en el Nuevo Testamento”.(1)

2. Se Refiere a La Segunda Venida que ya Ocurrió en el Año 70 d.C.
Esta interpretación es la herejía del Preterismo Total, quienes afirman que la “Venida Final” o comúnmente llamada “Segunda Venida” de Jesús ya ocurrió en el 70’ de esta era. Interpretación que no es compatible con el llamado Preterismo Ortodoxo, y con lo que ha creído la iglesia por toda su existencia. Sobre la Segunda Venida de Jesucristo, El Credo Apostólico (siglos III-IV) dice:

"Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; quien... subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos..."(2)

El Credo Niceno (325 A.D. y revisado en Constantinopla en el 381 d.C.) dice sobre la "Segunda Venida" de Jesucristo lo siguiente:

"...Y vendrá otra vez con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos; y su reino no tendrá fin."(2)

Así también tenemos el Credo de Atanasio (siglo IV-V) el cual confirma la misma doctrina ortodoxa y agrega sobre los acontecimientos que acompañarán esa "Segunda Venida", ver los Artículos 39°-40°-41-42-43:

"Ascendió al cielo, se sentó a la diestra del Padre, Dios Todopoderoso. De donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Y a su venida todos los hombres se levantarán con sus cuerpos, y darán cuenta por sus obras. Y los que hicieron lo bueno irán a la vida eterna, y los que hicieron lo malo a fuego eterno."(3)

Las Confesiones Protestantes confirmaron esta doctrina histórica acerca de la Segunda Venida. Los Artículos de la Religión, de la Iglesia de Inglaterra (1571) dice al respecto:

"Cristo ...subió al cielo, y allí está sentado, hasta que vuelva a juzgar a todos los hombres en el último día."(4)

La Confesión de Fe de Westminster, obra máxima de la Fe Reformada (1643) dice respecto del Día del Señor, que es el día de su "Segunda Venida":

"Dios ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia por Jesucristo... El propósito de Dios al establecer este día es la manifestación de la gloria de su misericordia en la salvación eterna de los elegidos, y la de su justicia en la condenación de los reprobados que son malvados y desobedientes. Pues entonces los justos entrarán a la vida eterna y recibirán la plenitud de gozo y refrigerio que vendrá de la presencia del Señor; pero los malvados que no conocen a Dios ni obedecen el Evangelio de Jesucristo, serán arrojados al tormento eterno y castigados con perdición perpetua, lejos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder. Así como Cristo quiso que estuviésemos ciertamente persuadidos de que habrá un día de juicio, tanto para disuadir a todos los hombres de pecar, como para el mayor consuelo de los piadosos en su adversidad; así también mantendrá ese día desconocido para los hombres, para que se desprendan de toda seguridad carnal y estén siempre vigilando porque no saben a qué hora vendrá el Señor; y estén siempre listos para decir: Ven, Señor Jesús; ven pronto. Amén."(5)

De manera que la Iglesia en todos sus años de existencia nunca ha creído que la Segunda Venida se dio ya en el año 70 d.C.

3. Se refiere a que Jesús “vino en su reino en la Transfiguración”.
Esta es la interpretación de la mayoría de evangélicos, pues la mayoría de evangélicos son futuristas. Afirman que se refiere a la “Transfiguración de Jesús”, unos días después de que Jesús dijera las afirmaciones de Mateo 16.27-28. En el contexto, el evento de la Transfiguración viene en Mateo 17.1-8. Aquí les copio la nota de pie de página de la Biblia de Las Américas (Versión de Estudio):

“16.28 “Venir en su reino”. Esta frase pudiera referirse a la transfiguración de Jesús (17.1-8), a su resurrección o al día de Pentecostés. Pero el contexto del pasaje es más probable que se cumpliera cuando Pedro, Jacobo y Juan fueron testigos de la transfiguración de Cristo. La misma voz que inauguró la primera mitad del ministerio de Jesús en su bautismo (3.17) inaugura la segunda mitad (17.5). Pedro y los otros vieron el principio de su venida porque lo vieron en un estado de glorificación (17.2). La venida de cristo a la tierra con sus ángeles (vers. 27) todavía es un evento futuro.” (6)

4. La “Venida del Hijo del Hombre” es la “Venida en Juicio” cumplida en el 70’ d.C.
La interpretación mayormente acorde con la correcta hermenéutica sería la revelación de la Venida del Reino de Jesús, manifestado en la destrucción de Jerusalén y del Templo el año 70 d.C., como cree y afirma el Preterismo Ortodoxo. Aquí copio una nota de pie de página de la Biblia de Jerusalén, la cual dice:
“16.28 Antes del último Juicio (v 27), Jerusalén quedará destruida, cf. Mateo 10.23 y 24” (7)
¿Qué dice la nota de pie de página de Mateo 10.23 de la Biblia de Jerusalén?
“Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en esta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabareis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.” –Mateo 10.23 BJ

La Biblia de Jerusalén en su pie de página dice: “Este acontecimiento es la visita de Dios a su pueblo infiel cuando (sea) la ruina de Jerusalén. Cf 16.28 y 24”

Análisis de las Interpretaciones
La primera opción la podemos descartar rápidamente cuando entendemos que la Biblia enseña claramente la divinidad de Jesús (Juan 1.1, Tito 2.13, etc.) y su incapacidad para equivocarse, o por lo menos su prudencia para no decir lo que no sabía si en realidad no sabía esto debido a su condición humana de su ministerio terrenal.

La segunda opción reclama un estudio más serio, defiende la Segunda Venida en el año 70 d.C. y toma el texto en cuestión como una prueba irrefutable de su enseñanza. Pero, ¿realmente es esto lo que enseña? Comparando este texto con sus paralelos de Marcos y Lucas vemos que no es así, en realidad los paralelos apoyan más la versión preterista parcial que las demás versiones. Veamos:

“De cierto os digo que algunos de los que están aquí no gustarán la muerte hasta que hayan visto que el reino de Dios ha venido con poder” - Marcos 9.1

“Pero en verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.” - Lucas 9.27

Si notamos en estos dos versos paralelos se omite algo del texto de Mateo: la venida de Cristo. En lugar de decir la venida del Hijo del Hombre en su Reino solo dice la venida de su reino.

La razón de esto es porque tanto Marcos como Lucas aplican un lenguaje más claro sobre este evento, recuerde que Mateo escribe desde una perspectiva judía y para judíos, ellos entendían que esta venida no era una venida física sino la venida de su reino y por tal razón Lucas y Marcos omiten esto, para no dar a entender a su audiencia gentil el significado de que se refiere a la segunda venida, cosa que no harían los de judíos.

Descartando esta posibilidad nos quedan solo dos. Examinemos una de ellas, la futurista. La mayoría de los futuristas e historicistas sostienen que este texto se refiere a la gloria que recibió Jesús en la transfiguración ya que este verso se menciona inmediatamente después de mencionar la venida del Hijo del Hombre en su Reino.

Ya que de la audiencia que escuchaba a Jesús solo tres de ellos (Pedro, Jacobo y Juan) vieron este evento por eso Jesús dijo que algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su Reino, son algunos porque solo ellos tres lo vieron, el resto no estaba en el monte cuando el Señor se transfiguró. A esto se añade la versión de Pedro en una de sus cartas que parece apoyar este punto de vista:
“No os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad, pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: "Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia”. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo” (2 Pedro 1:16-18)
Claramente el evento del monte fue uno donde nuestro Señor recibió honra del Padre y este pasaje lo demuestra. Esta posición parece tener más base que las anteriores examinadas, cuenta como una interpretación posible que explique el texto sin caer en el liberalismo ni comprometer la veracidad de las Escrituras o las doctrinas ortodoxas.

Sin embargo, a pesar de todas sus virtudes y su apoyo bíblico esta interpretación no es convincente pues no refleja el sentido natural del texto.

Uno de los elemento más importantes en el estudio de las profecías es el factor tiempo, los limitantes cronológicos de los eventos que lo ubican en un lugar en la historia y estamos convencidos que este texto cae en esa categoría, de hecho, la mayoría de pasajes que apoyan la interpretación preterista se basan en este principio del factor tiempo.

La referencia de la permanencia de algunos es un factor de tiempo que determina en que lapso de tiempo ocurrirá lo profetizado.

El texto no dice: “algunos de los que están aquí verán mi gloria”. Si este fuera el caso tendría sentido, pero no lo es, la referencia no es a la cantidad de personas sino al tiempo y este tiempo es el que tardarían el morir la mayoría de los oyentes presentes, es el tiempo necesario para que solo un puñado de personas de los oyentes presentes estén vivos.

Por otro lado el texto habla de una venida, implicando que primero tiene que haber una “ida”, es decir, este evento debía de ocurrir una vez el Señor regrese al cielo para poder venir o de lo contrario no sería una venida.

Creo que la interpretación más correcta del texto es la lectura llana del mismo, comparada con sus paralelos: Jesús ha de venir en su reino (no su segunda venida) y ha de hacerlo en un periodo de algunas décadas dada la referencia de que la mayoría estarían muertos para cuando eso suceda y un periodo de 40 años cumple con esos requisitos, llegando así al año 70 d.C., cuando nuestro Señor Vino en Juicio sobre Israel y para manifestar el reino de la Iglesia, ya inaugurado previamente.

De manera que la última interpretación, la Preterista Ortodoxa, es la más acorde a una lectura sencilla y natural del texto.

Sobre los martirios de los discípulos que “gustaron la muerte antes de la Venida de Jesús en su Reino”, Eusebio de Cesarea nos dice:

“Ahora bien, los judíos, después de la ascensión de nuestro salvador, culminaron su crimen contra Él con la concepción de innumerables maquinaciones contra sus apóstoles. El primero fue Esteban, al cual aniquilaron con piedras; luego, Jacobo, hijo de Zebedeo y hermano de Juan, que fue decapitado; y finalmente Jacobo, el que fue escogido en primer lugar para el trono episcopal de Jerusalén, después de la Ascensión de nuestro Salvador, y que murió del modo mencionado (fue lanzado del pináculo del templo y apedreado mientras agonizaba).”( 8 )

Jesús Ya Reina!
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Notas Bibliográficas:
(1) Hanegraaff, H.2008, El Código del Apocalipsis, Grupo Nelson: NT, Pág. 81
(2) GRUDEM, W.2009, Teología Sistemática, Miami FL: Editorial Vida. 1232
(3) Ibid. Pág. 1233
(4) Ibid. Pág. 1235
(5) Ibid. Pág.1266
(6) Biblia de las Américas, Pág. 1316 The Lockman Foundation, 2000
(7) Biblia de Jerusalén, Pág. 31 NT, 1976
( 8 ) Eusebio de Cesarea, "Historia Eclesiástica", Pág. 93 Libro III.5.3, CLIE 2008
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¿QUIÉN ES LA BESTIA DE SIETE CABEZAS DE APOCALIPSIS 13?



¿QUIÉN ES LA BESTIA QUE SUBE DEL MAR? ¿Un Líder Político Mundial del Futuro? ¿Acaso fue Nerón César?
"Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo." - Apocalipsis 13.1
La Bestia es Nerón
La Bestia que sube del mar no puede ser sino Nerón, quien representaba a Roma, o mejor dicho personificaba a Roma. ¿Por qué Roma? En la Biblia el mar es símbolo de caos, hombres en rebelión contra Dios, las naciones contra Dios:

"¡Ay! multitud de muchos pueblos que harán ruido como estruendo del mar, y murmullo de naciones que harán alboroto como bramido de muchas aguas. Los pueblos harán estrépito como de ruido de muchas aguas; pero Dios los reprenderá, y huirán lejos; serán ahuyentados como el tamo de los montes delante del viento, y como el polvo delante del torbellino." - Isaías 17.12-13
"Pero los impíos son como el mar en tempestad, que no puede estarse quieto, y sus aguas arrojan cieno y lodo." - Isaías 57.20

Pero no sólo en el Antiguo Testamento, en el Nuevo también hay una fuerte alusión a las gentes, las multitudes, como "las aguas del mar".

"Las aguas que has visto..., son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas." - Apocalipsis 17.15
Para este tiempo, Roma había conquistado todo el mundo conocido (oikoumene), esto es pueblos de distintas lenguas, y color de piel, creencias, etc. Todos eran paganos, gente impía. Esto era Roma "todo un imperio fundado en la premisa de oposición a Dios". Cuando Juan escribió Apocalipsis, Nerón era emperador romano.

Esa bestia que sube del mar tiene siete cabezas. ¿Siete cabezas? Esto apunta a Roma como ciudad, mas no como imperio. La ciudad de Roma es famosa por los siete montes: Capitolinus, Palatinus, Aventinus, Esquilinus, Coelius, Viminalis y Quirinalis. Pero estas siete cabezas también apuntan para la línea sucesoria de emperadores. Hasta ese momento habían liderado a Roma cinco emperadores, Nerón era el sexto. En el orden cronológico sería como sigue: Julio Cesar, Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón Cesar (emperador mientras se escribe Apocalipsis) y Galba el séptimo.

¿Y los Cuernos?
La bestia tiene siete cabezas y diez cuernos, y cada cuerno tiene una diadema, es decir la bestia tiene diez diademas. Tanto los cuernos como las diademas simbolizan poder. Los destinatarios del libro entenderían el lenguaje apocalíptico usado por el autor, recordarían por ejemplo, que los cuernos simbolizan autoridad política y fuerza. Así lo dijo Moisés:

"Él tiene el esplendor del primogénito del toro; sus cuernos son como los del toro salvaje. Con ellos embestirá a los pueblos hasta los confines de la tierra." - Éxodo 33.17 (RVA)

Nerón vendría a ser esa bestia que sube del mar, la personificación de Roma. Con grandes ejércitos, poseedor de autoridad política y militar. Pero, se dice claramente que sobre la cabeza de la bestia que sube del mar hay "nombres blasfemos", porque si tiene diez cuernos y hay un nombre blasfemo en cada cuerno, entonces hay diez nombres blasfemos. Y aquí hay que prestar atención a lo siguiente:

"Y a la bestia le fue dada una boca que hablara insolencias y blasfemias, y le fue dada autoridad para actuar por cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar contra su nombre y contra su tabernáculo, es decir, contra los que tienen morada en el cielo... Y le adorarán todos los habitantes sobre la tierra, cuyos nombres no están inscritos en el libro de la vida del Cordero, quien fue inmolado desde la fundación del mundo.." -Apocalipsis 13.5-6,8
Nerón el Blasfemo
A todo esto, se sabe que Nerón resalta por ser tremendamente blasfemo de entre todos los emperadores de quienes han tenido conocimiento los destinatarios del libro. Tanto Nerón como el imperio se sumergieron en actividades degradantes, degeneradas, y bestiales. Nerón, de quien se dice que sostenía relaciones incestuosas con su propia madre Agripina, a quien la mandó matar así como asesinó a numerosos miembros de su propia familia (incluyendo a su esposa embarazada, a la cual mató a puntapiés); también se dice que era homosexual, cuyo afrodisíaco favorito consistía en ver a seres humanos sufrir las torturas más horrorosas y repugnantes.

De Nerón, historiadores como Suetonio nos cuentan que, se vestía como bestia salvaje para atacar y violar a prisioneros y prisioneras; que usaba los cuerpos de cristianos que ardían en hogueras como las originales "velas romanas" para iluminar sus depravadas fiestas de los jardines; que desencadenó la primera persecución imperial contra los cristianos, a instigación de los judíos, para destruir la Iglesia; este pervertido semejante a un animal, era el gobernante del imperio más poderoso de la tierra. Y Nerón fijaba la pauta para sus súbditos. Roma era era la cloaca moral del mundo. (1)

Para los romanos los Césares eran dioses. Cada emperador era llamado Augusto o "Sebastos": "Uno que ha de ser adorado", o también llamados "divus" de "dios" y hasta eran llamados "Deus y Theos", de Dios obviamente. A los emperadores romanos se les erigieron muchos templos por todo el imperio, especialmente en Asia Menor, como hemos observado. Los emperadores romanos recibían honores que pertenecían solamente al único y verdadero Dios.

Nerón el que Exige ser Adorado como Dios.
Se sabe que Nerón exigía absoluta obediencia, y hasta erigió una imagen de sí mismo de 120 pies de altura. Por esta razón, Pablo llamó a César el "hombre de pecado"; Pablo dijo que: "el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios" (2 Tes. 2.3-4). Juan subraya este aspecto de la bestia: También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias... Y abrió su boca en blasfemias contra Dios ( Apocalipsis 13:5-6). Los cristianos fueron perseguidos porque rehusaron unirse a este culto idólatra al emperador. (2)

Frente a todo esto, la bestia que sube del mar encaja perfectamente con las características de Roma, en la personificación de su rey Nerón Cesar. Es decir, la "Bestia que sube del mar" no puede ser un líder político que surgirá en el futuro, sino que existió en el pasado, y lo sabemos por la historia. Esto nos arroja luz de este pasaje bíblico ya sucedió.

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(1)(2) D. Chilton, "Días de Venganza".

jueves, 28 de octubre de 2021

LIBERTAD CON LIMITACIONES



¿Por qué Dios liberó a Israel de la mano de un rey opresor que los tenía de esclavos, y ahora ellos son vasallos de un nuevo Rey más poderoso que no les da algunas libertades como "creer en el dios que deseen"? ¿Israel era una nación sin "libertad de religión"?

¿Qué es la "libertad de culto" o "libertad de religión"?
La "libertad de culto" o "libertad religiosa" es un derecho fundamental que se refiere a la opción de cada ser humano de elegir libremente su religión, de no elegir ninguna (irreligión), o de no creer o validar la existencia de un Dios (ateísmo y agnosticismo) y ejercer dicha creencia públicamente, sin ser víctima de opresión, discriminación o intento de cambiarla a la fuerza.

¿Se ha preguntado por qué las "Leyes de Moisés" llamaban idolatría a la adoración a un dios o ídolo por parte de los israelitas (vasallos de Dios) y era castigado con la pena capital?

¿Por qué Dios OBLIGA a través de sus leyes que Jehová sea creído y adorado por Israel como el "único" Dios, y nadie más?

"Estado laico" dirían muchos hoy en día, incluyendo cierto sector de "cristianos" (liberales y progresistas de hecho). Pero quizá estemos pensando teológicamente (y no está mal) y diríamos: "Jehová Dios es el único Dios verdadero, y sólo Él es digo de alabanza y adoración", y este pensamiento está correcto, pero las leyes expuestas en el Decálogo y dadas a una nación no eran meras imposiciones religiosas o dogmas teológicos. Dios ahora es el Rey de los Israelitas.

Entendemos esto si entendemos la historia de las naciones antiguas e imperios. En Egipto por ejemplo faraón era un dios, o al menos pretendía ser reconocido como un dios. este patrón se repite en casi todas las naciones antiguas. El rey de los caldeos por ejemplo, hasta se erigió una estatua a la cual exigía pleitesía. Y los cesares o emperadores romanos exigían adoración cual dios. Así que la nación israelita fue comprada por Dios para que sea su nación, por lo tanto, ellos tenían que adorarlo a Él solamente. El asunto aquí es que , Él sí era Dios verdadero, los demás eran simples creaciones humanas inspiradas por demonios.

Dios los ha salvado, rescatado, liberado, pero ahora son suyos. Antes eran del faraón egipcio, ahora son de Jehová. Antes le debían lealtad a faraón, ahora le deben lealtad a Jehová. Antes tenían que cumplir las leyes de faraón sino acarreaban serias consecuencias. Ahora tienen un conjunto de leyes dadas por Dios, de lo contrario también acarrearían serias consecuencias. ¿Cuál es la diferencia entonces entre que antes eran vasallos de faraón y ahora lo son de Dios?

Claramente la diferencia está en las ofertas de bendición y el plan que Dios tenía para esta "nación de Dios" que había nacido. Por eso Dios mismo les dice:

"Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí." - Éxodo 19.4

Dios libera a Israel, ahora convertido en "una nación", y ¿acaso no es Dios un Rey más poderoso que Faraón? A peleado contra Egipto, ha vencido a catorce dioses egipcios, el semidios faraón no ha podido defender a su pueblo, ni a su propio primogénito. Dios es un Rey más fuerte que la joven nación de Israel, a la que ha liberado en una cruenta batalla y ella es "su botín de guerra".

Israel ahora se debe a Dios. Le debe la vida. Eran esclavos, y ahora son libres. Pronto serían introducidos a una tierra. No solo serían una nación, sino que llegarían a ser un "reino de sacerdotes". ¿Notas la diferencia?

Esta historia se resumen en este Credo Israelita:

"...Un arameo a punto de perecer fue mi padre, el cual descendió a Egipto y habitó allí con pocos hombres, y allí creció y llegó a ser una nación grande, fuerte y numerosa; y los egipcios nos maltrataron y nos afligieron, y pusieron sobre nosotros dura servidumbre. Y clamamos a Jehová el Dios de nuestros padres; y Jehová oyó nuestra voz, y vio nuestra aflicción, nuestro trabajo y nuestra opresión; y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, con brazo extendido, con grande espanto, y con señales y con milagros; y nos trajo a este lugar, y nos dio esta tierra, tierra que fluye leche y miel." - Deuteronomio 26.5-9

Bajo un antiguo tratado de vasallaje, los israelitas no podían sino adecuarse a las leyes de su nuevo Señor y Rey, después de todo es quien los ha comprado (liberado).

Podemos decir entonces que los israelitas creen y adoran a Jehová no solo porque Dios es el único y verdadero Dios, creador y soberano de todas las cosas; sino que lo hacen porque es su amo, su Rey; quien los ha comprado para sí.

Al entrar Israel en Pacto con Dios, ellos han firmado un tratado de vasallaje en donde juran no adorar a otro Dios, porque nadie más los ha liberado de Egipto como lo hizo Jehová. Y, las bendiciones por cumplir este pacto son abrumadoras, pero el incumplimiento también es colosal.

Esto ayuda a entender las leyes de Moisés, que no eran dogmas para imponer y dejar "sin libertad de culto" a los israelitas. No era un humano estableciendo leyes "de su religión" en una nación. Dios ahora es su Rey, su Amo y Señor, quien ha establecido las condiciones del Pacto en las cuales habrían de vivir.

Yendo un poco más allá en este asunto, me atrevo a exponer mi razón por la que estoy seguro que el Moderno Estado de Israel no es "el pueblo escogido de Dios", simplemente porque es una nación "que no está en Pacto con Dios". De estarlo, las leyes de Moisés estarían vigentes, y sus ciudadanos estarían "obligados por ley" a creer y adorar SOLO A JEHOVÁ. Pero la realidad no es así.

Los primeros cristianos entendieron que no debían adorar al Cesar, y como dice Boer "la iglesia no permitía a sus miembros la adoración al emperador". La iglesia primitiva entendió que ella estaba en Pacto con Dios, y que nadie más sino Jesucristo era su Kurios, su Señor. Y nadie más, por ello los primeros cristianos fueron brutalmente perseguidos.

Los israelitas no tenían libertad religiosa, habían sido comprados para adorar a Jehová, lo cual implica que el no hacerlo era idolatría, y la idolatría en Israel era un delito que se pagaba con la pena capital.
La Iglesia tiene un Rey, y un día todas las naciones lo reconocerán como tal.

¿Cuál es la diferencia entre la iglesia visible e invisible?



¿Cuál es la diferencia entre la iglesia visible e invisible?

La Biblia nunca usa el término iglesia visible o iglesia invisible. Sin embargo, la idea de la iglesia visible versus la iglesia invisible es un resultado natural de la comprensión bíblica de la doctrina de la salvación.

La iglesia visible es la expresión del cristianismo que la gente puede ver: la reunión y las prácticas de las personas en varios templos los domingos. La iglesia invisible es la verdadera iglesia, que sólo Dios puede ver: creyentes nacidos de nuevo [regenerados], pasados, presentes y futuros. Ya que no todos los que asisten a la iglesia o practican actos religiosos se salvan, la iglesia visible incluye a los incrédulos [no regenerados]. La iglesia invisible está compuesta por los redimidos y sellados [regenerados] por Dios.

En cierta manera, el concepto de la iglesia visible/invisible se correlaciona con el concepto de la iglesia local/universal. La diferencia es que la iglesia local se refiere a una congregación que se reúne en un solo lugar; la iglesia visible abarca todas las iglesias locales, en todas partes.

La iglesia visible se identifica fácilmente por sus rasgos religiosos: templos, ministros o clérigos, calendarios, ordenanzas, ceremonias, denominaciones, etc. Cuando alguien dice, "Voy a tal o cual iglesia", se refiere a la iglesia visible. Cuando alguien va en auto cerca de un lago y ve a algunas personas bautizadas, está mirando parte de la iglesia visible.

Identificarse con la iglesia visible es aceptar la etiqueta de "cristiano", pero, sin una transformación espiritual que inicia el Espíritu de Dios, la etiqueta es sólo eso. El cristianismo nominal llena una gran parte de la iglesia visible. Demas abandonó a Pablo "amando este mundo" (2 Timoteo 4:10); Demas [no regenerado] fue parte de la iglesia visible por un tiempo, pero nunca fue parte de la iglesia invisible, y con el tiempo lo demostró (ver 1 Juan 2:19).

La iglesia invisible, compuesta por todos los redimidos [regenerados], es espiritual y celestial y no es de este mundo (Juan 18:36). Como explicó Jesús, "El reino de Dios no vendrá con advertencia, ni dirán: Helo aquí, o helo allí; porque he aquí el reino de Dios está entre vosotros" (Lucas 17:20-21).

La iglesia invisible no necesita los adornos físicos que hacen visible a la iglesia visible. Si quitas la liturgia de la iglesia visible, la iglesia invisible permanecerá. La ceremonia religiosa no hace ninguna diferencia con la iglesia invisible: "Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación" (Gálatas 6:15). Si alguien quema el local de la iglesia, los creyentes siguen formando parte de la iglesia.

Las cosas visibles de este mundo, incluyendo las denominaciones de las iglesias, los edificios de las iglesias, los himnarios, los libros de oración y los bancos, pasarán porque son temporales (1 Corintios 7:31). Las cosas invisibles de Dios nunca pasarán porque son tan eternas como el cielo (Lucas 12:33).

En Juan 4:20, la mujer samaritana junto al pozo le dijo a Jesús, "vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar". En nuestros términos, la mujer samaritana estaba hablando de la iglesia visible. Jesús respondió definiendo la iglesia invisible: "Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre...Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adore" (Juan 4:21-24).

Todos nosotros debemos hacer que Dios sea "visible" para el mundo en el que vivimos, "porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Filipenses 2:13). Para ello, debemos ser parte de la iglesia invisible, "nos dio vida juntamente con Cristo...y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús" (Efesios 2:5-6).

Artículo tomado de Gotquestions.

lunes, 13 de septiembre de 2021

BAUTISMO DE INFANTES - Augustus Nicodemus


Rev. Augustus Nicodemus

Texto de Génesis 17.1-14 (minuto 5)

Donde tenemos el registro del Pacto de Dios con Abraham. Aquí tenemos que Dios aparece a Abraham y le hace promesas. La principal promesa es el establecimiento de un Pacto, en el verso 1 dice que "Dios apareció a Abraham cuando él tenía noventa y nueve años, y en el verso 2 dice Dios prometió hacer un Pacto entre Dios y Abraham y multiplicaría extraordinariamente, recordando que a esta altura Abraham no tenía hijos, él peregrinaba en Canaán, y Dios ya le había dicho a él que le habría de dar aquella tierra. Y que de su descendencia vendría un pueblo numeroso. Y Dios ahora dice que haría un Pacto entre Él y Abraham. Y en el verso 4 dice: "He aquí mi pacto es contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes", y allí en el verso 5 Él cambia el nombre de Abram: "Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes". Esto es un juego de palabras en hebreo, Abram significa "Padre Exaltado", mientras que Abraham significa ...

Puedes ver el sermón aquí.

viernes, 10 de septiembre de 2021

MATEO Y EL LENGUAJE APOCALÍPTICO







Jesús Montado en una Nube es Lenguaje Simbólico

Mateo narra los grandes discursos de Jesús, uno de ellos, el Discurso del Monte de los Olivos, en el cual recopila profecías de Jesús que han sido materia de discusión por los teólogos de todos los tiempos. Lo que me ocupa ahora es exponer una similitud entre el verso 24.30: “…y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo” y la profecía de Isaías 19.1: “He aquí que Jehová monta sobre una ligera nube, y entrará en Egipto” y responder a la pregunta de si esto es literal o simbólico.

En ambos pasajes, son profecías de juicio, en el pasaje de Isaías es contra Egipto, mientras que en el pasaje de Mateo contra Israel mismo ya que en el v.2 dice respeto del Templo judío: “De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada”. No tenemos dudas que vendría un juicio contra Israel, ya que habían quebrantado el Pacto y terminaría de colmar sus males matando a su propio Mesías. Pero la pregunta que nos surge es ¿Jesucristo vendría montado en una nube, literalmente? 

Primero hay que responder ¿Jehová montó una nube y entró en Egipto? Jehová no montó literalmente una nube; es un lenguaje figurado, y particularmente en Mateo 24.30 e Isaías 19.1 es lenguaje de juicio. En Éxodo 13.21 y Apocalipsis 14.14 también hay alusión de Dios y el Hijo del Hombre en una nube, y no es literal. 

Ahora, Dios sí trajo juicio contra Egipto, después de la profecía de Isaías (765-695 a.C.), vemos en la historia que Cambises II, el hijo de Ciro el Persa, conquistó Egipto en el año 525 a.C. en la Batalla de Pelusio, luego otro rey persa, Artajerjes III en el 343 a.C. derribó dinastías egipcias que había surgido, y finalmente Alejandro Magno en el 332 a.C. acabó con este país. Cumpliéndose de esta forma la profecía de Isaías. Entonces, no fue literal que “Jehová montó una nube ligera y vino contra Egipto”. 

En Mateo 24.30 no podría ser diferente toda vez que sabemos que Jesús está dando un discurso en lenguaje apocalíptico utilizado de tal forma que su audiencia la entendería. Jesús entonces les estaría advirtiendo de juicio: guerras y destrucción. Había un Pacto quebrantado, un Mesías que estaba en el ojo del peor de los odios de los fariseos, y un deseo de rechazar al dueño de la Vid para quedarse con su reino y comer sus frutos para sí, entonces el juicio contra ellos era inminente.

Mateo no tiene la intención de que sus lectores esperen tal episodio: “Jesucristo volando por el cielo”, como fueron objeto de burlas los cristianos en el año 70 d.C. por revoltosos judíos atrincherados en los muros de Jerusalén que “cuando veían (a los romanos) lanzar una piedra, estos atalayas gritaban: "¡viene el hijo! (1). "La piedra" en hebreo es "ha-eben" y era fácilmente cambiada y acomodada por los judíos para burlarse de los cristianos diciendo "ha-ben", ¡Ha-Ben! significa ¡Viene el Hijo! 

Cuando Mateo recoge las palabras de Jesús dirigido a sus discípulos que están allí escuchándole decir: “verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”, no está hablando de un hombre volando por el cielo montado en una nube, sino de un juicio; de una teofanía en la que Dios es exaltado sobre sus enemigos.


Paredes Díaz, 
Areópago Cristiano,
12 septiembre, 2021

(1) Paul L. Maier, “Josefo: Los Escritos Esenciales”, Pág. 325-326

¿POR QUÉ ABANDONAR LA FE EN DIOS?

 



LA CORRUPCIÓN DE LOS HIJOS DE DIOS

La Biblia, desde el inicio en el libro del Génesis, presenta la tendencia del hombre de alejarse de Dios, quien a su vez es presentado como benevolente, como el que busca al hombre para beneficiarlo, para darle un lugar privilegiado en su creación, para bendecirlo con bienes y sobre todo para tener una relación con Él. Claramente vemos que después de la caída, la nueva naturaleza del hombre solo busca tomar distancia de Dios, y al alejarse lo más que pueda, abandona toda clase de valores morales y de sometimiento a sus leyes, solo con la finalidad de hacer su propia voluntad y no la de Dios. ¿Por qué abandonar la Fe en Dios?

El inicio del libro de Génesis narra la historia de dos líneas marcadas, una de ellas de gente que “empezó a invocar el nombre de Dios” y otra que se levanta a sí misma un monumento a su egolatría y autodependencia. La primera línea de personas hace un esfuerzo por mantener encendido aquellos viejos relatos de lo que alguna vez el padre Adán vivió en el Huerto de Edén, y sobre todo, mantiene viva la promesa de que vendría un redentor. Mientras que la otra línea de hombres hace caso omiso a todas las demandas de Dios. Curiosamente, ambas líneas de personas tienen la misma naturaleza caída de Adán, ambas líneas de personas tienen un corazón que necesita ser asistido para poder creer. Todos los esfuerzos humanos no pueden completar la obra divina de tener una relación con Dios, porque notoriamente lo que vemos por todos lados en la Biblia es que el hombre es culpable y su rebelión contra Dios es voluntaria. Pero, aquellos que decidieron invocar el nombre de Dios parecen que al final fueron vencidos por su propia naturaleza y dejaron de hacerlo; y poco a poco fueron amando más este mundo y sus placeres y olvidaron a Dios y su promesa de redención. Se volvieron violentos, se mezclaron con los hombres malvados y en palabras del mismo Dios: “estos hombres yerran una y otra vez… y desde sus primeros años de razón en sus pensamientos sólo hay una cosa: hacer el mal”.

Entonces ¿Está perdido el hombre? No, porque mientras haya gente mirando con fe hacia el cielo, Dios estará mirando con gracia hacia la tierra. Quizá Enoc y Noé podrían representar el remanente con el que cada generación deberá contar. Sabemos por lo que narra la Biblia que esas dos líneas de personas finalmente se unieron en pecado sin diferencia alguna entre la una y la otra, pero Dios decidió tener gracia en el justo Noé. Concluimos que, sin la intervención de Dios al mirar con gracia a Noé, de la misma manera que hoy mira buscando si alguien tiene fe, el hombre estaría perdido y muchos estarían abandonando la fe en Dios.


Jesús Paredes, 
07 de diciembre de 2020
Areópago Cristiano

sábado, 21 de agosto de 2021

¿QUÉ CREEN LOS ADVENTISTAS?




El adventismo del séptimo día es una secta del cristianismo, que considera, entre otras cosas, que los servicios de adoración se deben llevar a cabo el "séptimo día" (el sábado) y no los domingos. Parece que hay diferentes "grados" del adventismo del séptimo día. Algunos adventistas del séptimo día creen de forma idéntica a los cristianos ortodoxos, distintos de los de la celebración del sábado. Otros adventistas, sin embargo, van mucho más allá de su descarriada doctrina.

El adventismo del séptimo día tiene sus raíces en el adventismo, un movimiento del siglo XIX que anticipó la inminente aparición (o el advenimiento) de Jesucristo. A los adventistas también se les llamó milleritas, porque su grupo fue fundado por William Miller, un falso profeta que predijo que Jesús retornaría en 1843 o 1844. Cuando la predicción de Miller respecto a la segunda venida de Cristo no sucedió, los milleritas se disolvieron completamente consternados; este evento se conoce como "La gran decepción". Pero luego un par de seguidores de Miller afirmó tener visiones para explicar el error en la profecía. En lugar de venir a la tierra, Jesús había entrado en el templo celestial; ellos dijeron que Miller estaba en lo cierto después de todo, excepto que su profecía había tenido un cumplimiento espiritual en lugar de uno físico. Uno de los videntes que cubrió a Miller fue Ellen G. Harmon de 17 años de edad, quien tuvo su primera de 2.000 supuestas visiones en una reunión de oración poco después de la vergüenza de Miller. Con su visión, Ellen pronto se convirtió en un faro de esperanza para los desencantados milleritas. Ella unió las fracciones adventistas y se convirtió en la guía espiritual de un nuevo grupo religioso.

En 1846, Ellen se casó con James White, un pastor adventista. Pronto se convencieron de que la observancia del sábado era para todos los cristianos. En 1847, Ellen White tuvo otra visión, confirmando su creencia de que la observancia del sábado debía ser una doctrina básica. Los adventistas bajo la influencia de Elena G. de White se convirtieron en los adventistas del séptimo día. Las muchas visiones y escritos de Elena G. de White (ella era una prolífica escritora), formaron considerablemente la doctrina del adventismo del séptimo día. Hoy en día, la mayoría de los adventistas del séptimo día todavía consideran que Elena White era una profetisa de Dios, aunque muchas de sus profecías no se hicieron realidad. De hecho, los adventistas del séptimo día consideran que Apocalipsis 19:10 ("el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía") es una referencia a los escritos de Elena G. de White.

En 1855, los adventistas del séptimo día se asentaron en Battle Creek, Michigan, en los Estados Unidos, y en mayo de 1863, la conferencia general de los adventistas del séptimo día se incorporó oficialmente. En las siguientes cinco décadas, Elena G. de White escribió casi 10.000 páginas de material profético. Dentro de las visiones estaba la doctrina de "la gran controversia", una guerra cósmica llevada a cabo entre Jesús y Su ejército angelical y Satanás y los suyos. Otras visiones tratan con hábitos alimenticios saludables, que la señora White llamó "el evangelio de la salud" (Testimonios para la Iglesia, Tomo 6, pág. 327). El adventismo del séptimo día impone restricciones sobre el consumo de carne, o "alimento de carne", como lo llaman los adventistas. "El alimento de carne es perjudicial para la salud, y todo lo que afecta al cuerpo tiene un efecto correspondiente en la mente y el alma" (El Ministerio de Sanidad, Capítulo 24: "La carne como alimento", pág. 316). No es de extrañar que, después de exigir la observancia del sábado, los adventistas comenzaron a añadir otros elementos de legalismo en su credo.

Curiosamente, Corn Flakes de Kellogg's fue una creación adventista: John Harvey Kellogg fue un médico adventista del séptimo día en Battle Creek, que quiso fabricar una alternativa vegetariana "saludable" para desayunos "no saludables" que contenían carne. Mientras tanto, la señora White siguió teniendo visiones y comenzó a enseñar las doctrinas poco ortodoxas del sueño del alma y el aniquilacionismo (lo cual contradice Mateo 25:46).

Otras doctrinas problemáticas en el adventismo del séptimo día incluyen la enseñanza de que Satanás es el "chivo expiatorio" y cargará con los pecados de los creyentes (La gran controversia, p. 422, 485); esto es lo opuesto de lo que la Biblia dice acerca de quién llevó nuestros pecados (1 Pedro 2:24). El adventismo del séptimo día también identifica a Jesús como el arcángel Miguel (Judas 1:9, La Biblia de la Palabra Clara, publicada por la editorial Review y Herald Publishing Association, 1994), una doctrina que niega la verdadera naturaleza de Cristo y enseña que Jesús entró en una segunda fase de Su obra redentora, el 22 de octubre de 1844, como fue profetizado por Hiram Edson. Y, por supuesto, la promoción adventista de la observancia del sábado como una doctrina básica, va en contra de la enseñanza de la escritura en ese aspecto (ver Romanos 14:5).

El adventismo del séptimo día es un movimiento diverso, y no todos los grupos adventistas del séptimo día mantienen todas las doctrinas mencionadas anteriormente. Pero todos los adventistas del séptimo día deberían considerar seriamente lo siguiente: una reconocida profetisa en su iglesia fue una maestra de una doctrina aberrante, y su iglesia tiene sus raíces en profecías erróneas de William Miller.

Por lo tanto, ¿debería un cristiano asistir a una iglesia adventista del séptimo día? Debido a la propensión de los adventistas para aceptar revelación extra-bíblica y los temas doctrinales mencionados anteriormente, alentamos firmemente a los creyentes a no involucrarse en el adventismo del séptimo día. Sí, una persona puede ser un defensor del adventismo del séptimo día y ser un creyente. Al mismo tiempo, hay suficientes riesgos potenciales para advertirnos de no unirnos a la iglesia adventista del séptimo día.

Publicado inicialmente en GotQuestions.

domingo, 15 de agosto de 2021

JESÚS HIJO DE ADÁN, HIJO DE DIOS




Lucas provee tres diferentes confirmaciones de Jesús como el Hijo de Dios, comencemos con una confirmación divina en Lucas 3:21 y 22. Escuchemos la descripción del bautismo de Jesús en Lucas 3:22:
"Y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia". (Lucas 3:22)
En el bautismo de Jesús, Dios mismo confirmó públicamente que Jesús era su hijo a través de la aparición visible del Espíritu y su voz desde el cielo. A continuación, Lucas provee una confirmación genealógica de que Jesús era el Hijo de Dios en Lucas 3:23 al 38.

Al igual que Mateo, Lucas trazó la genealogía de Jesús a través de la línea directa de David y Abraham. Pero a diferencia de Mateo, Lucas extendió su registro para incluir la línea directa de la humanidad hasta llegar a Adán. Para entender el significado de esta genealogía, escuchemos la forma en que termina Lucas 3:38:
"Hijo de Set, hijo de Adán, hijo de Dios". (Lucas 3:38)
Lucas llamó a Adán "hijo de Dios" – el mismo título dado a Jesús en estos capítulos. De esta manera, Lucas señala algo que otras partes del Nuevo Testamento enseñan plenamente. Como el Hijo de Dios, Jesús estaba destinado a cumplir el propósito del primer hijo de Dios, Adán. O como el apóstol Pablo señaló en 1 Corintios 15:45, Jesús era el postrer Adán. Adán fue el rey siervo de Dios en la tierra quien se suponía haría la voluntad de Dios, pero fracasó rotundamente. Jesús es el gran Hijo de Dios quien tuvo éxito cuando Adán había fracasado, extendiendo así la salvación a cada nación en la tierra.

La última confirmación de Jesús como el Hijo de Dios fue una confirmación personal de Jesús mismo en Lucas 4:1 al 13. Este es el relato de la tentación de Jesús en el desierto. Cómo Lucas señaló en Lucas 4:1, el Espíritu Santo llenó a Jesús y lo guió al desierto, donde él fue tentado por Satanás. El demonio tentó a Jesús para cambiar las piedras en pan, para recibir autoridad sobre las naciones del diablo, y para arrojarse de la parte superior del templo. El diablo comenzó dos de esas tentaciones con las burlonas palabras "Sí eres Hijo de Dios." En respuesta, Jesús rechazó firmemente las tres tentaciones de Satanás, e incluso citó pasajes del Antiguo Testamento que describían lo que un fiel hijo de Dios debe hacer. Como dice el Dr. Greg Perry

"Jesús cita la Biblia cuando él se encontró con el diablo en el desierto por varias razones. Primero, parte de lo que los escritores de los evangelios hacen es retratar a Jesús como el verdadero Hijo de Dios. Una de las razones por la que lo vemos citando las Escrituras, es a causa de su relación de pacto con Dios. Él va a las Escrituras y cita esa expresión de la relación de pacto para mantener las cosas en orden, para mantener la visión correcta de su propia autoridad en relación con Dios el Padre, y también a la autoridad limitada del diablo. Jesús dice: El hombre no vivirá sólo de pan sino de toda palabra que sale de la boca de Dios, sólo para recordarse a sí mismo de la prioridad de la relación de pacto, lo que le ayuda a resistir las tentaciones del diablo. Lo vemos citando una parte particular de las Escrituras, Deuteronomio 6 al 8. Aquí Moisés se encuentra hablando de la experiencia del pueblo de Dios en el desierto, y cómo esa experiencia en el Éxodo probó lo que la comunidad tenía en sus corazones. Tenemos que ocurre algo muy similar, la prueba de filiación en el encuentro de la tentación de Jesús, donde Israel no pasó la prueba, Jesús pasa la prueba. Y así vemos este tipo de comparaciones en el uso del Antiguo Testamento por los escritores de los evangelios y por Jesús en la narración de la tentación." 

Debido a que esto sigue a la genealogía de Jesús que termina con Adán como el hijo de Dios, el relato de Lucas de la tentación de Jesús debe ser vista en contraste con el relato de la tentación de Adán en Génesis 3. En esa historia, el demonio tentó a Adán en el Jardín del Edén. Cuando Adán pecó, Dios maldijo a la creación y echó a toda la humanidad al desierto. En contraste, Jesús resistió la tentación en el desierto, y esto confirmó que él realmente era el fiel Hijo de Dios quien traería al pueblo fiel de Dios de regreso al paraíso.

- Los Evangelios, Tercer Milenio

miércoles, 4 de agosto de 2021

MARTYN LLOYD-JONES: PORQUÉ NO SOY PRE-MILENIALISTA DISPENSACIONAL




Dr. Martyn Lloyd-Jones
15 Razones por las que no soy Premilenialista.

1. El milenio aparece solamente en Apocalipsis 20
Esta enseñanza no se encuentra en ningún otro lado de los evangelios o de las epístolas del Nuevo Testamento. Todos están de acuerdo en ello. No hay ninguna otra referencia a esta idea de un reino terrenal con nuestro Señor reinando en persona en la tierra durante mil años literales.

Si creemos en la unidad de la Escritura, debemos creer que la Escritura actúa como un todo. De modo que cuando se trata la doctrina de la Segunda Venida de nuestro Señor en otras partes de la Escritura, y si esta doctrina del reinado terrenal es una parte esencial de ella, suponemos que debería haber alguna clase de indicación o de pista con respecto a ello, ya sea en la enseñanza de nuestro Señor mismo o en la enseñanza de sus apóstoles. Pero la verdad es que no las hay.

2. Hace hincapié en el aspecto terrenal del reino
Esta doctrina es un concepto terrenal y materialista, mientras que cuando leemos los evangelios y la enseñanza de nuestro Señor mismo con respecto a su reino, no podemos sino sorprendernos ante el hecho de que recalca constantemente que su reino es espiritual, y en las epístolas se hace el mismo hincapié.

Ahora bien, tengamos esto claro: creemos que, tal como nos muestra 2 Pedro 3, finalmente habrá un nuevo cielo y una nueva tierra. Sí, pero esto sucederá después de que este cielo y esta tierra sean destruidos de la manera descrita por Pedro allí. Por otro lado, el premilenialismo habla acerca de un reino terrenal antes de ese reinado definitivo.

3. Pospone al futuro la idea del reino
Se dice que estamos en la era de la iglesia y Cristo no es el rey por el momento sino solamente la cabeza de la iglesia. Cristo ofreció el reino cuando estuvo aquí en el mundo pero fue rechazado. Luego vino este interregno y ahora no hay ningún reino sino que vendrá durante el reino milenial. Mientras que, sin lugar a dudas, las Escrituras nos enseñan que el reino ya está presente y que aquellos de nosotros que somos creyentes ya estamos en el reino de Dios (Colosenses 1:13; Apocalipsis 1:9).

Los cristianos ya están en el reino. En un sentido, el reino aún está por venir por en otro sentido ya ha llegado. Ya somos ciudadanos del reino de Dios. Entonces, pues, posponer toda la idea del reino al futuro es contradecir la enseñanza bíblica.

4. Los judíos reciben una gran posición preeminente
Reintroduce la distinción entre judíos y gentiles que ha sido abolida. No había nada en lo que se gloriase tanto el apóstol Pablo en particular como en que “no hay griego ni judío” (Colosenses 3:11).
“Él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación” (Efesios 2:14).

El reino está abierto ahora tanto a judíos como a gentiles. Toda la gloria del evangelio, escribió Pablo, nuevamente a los efesios, es que los gentiles son “coherederos” (Efesios 3:6) y “conciudadanos de los santos” (2:19) en este glorioso reino de Dios.

Pero aquí tenemos una enseñanza que vuelve a introducir una distinción vital entre judíos y gentiles que, según se dice, durará por toda la eternidad.

Debo reconocer que me parece imposible creer en una separación permanente entre los judíos y los gentiles. Me bastaría Romanos 11 de por sí para aplastar semejante idea. Hay un solo olivo, dice Pablo.
Los judíos eran ramas naturales, pero fueron cortadas y se injertaron otras. “El reino de Dios será quitado de vosotros y será dado a gente que produzca los frutos de él” (Mateo 21:43). Pero los gentiles fueron injertados en el olivo, y los judíos son reinjertados cuando se convierten en cristianos.

No hay una distinción permanente entre los judíos y los gentiles, eso acabó de una vez por todas. La enseñanza del Nuevo Testamento es que todas las naciones y tribus estarán en el reino de Dios. Aun el libro de Apocalipsis lo enseña y, ciertamente, no hay ningún rastro de diferencias entre los judíos y los gentiles, aun en el propio capítulo 20. La enseñanza acerca de los judíos y los gentiles ha sido introducida en el capítulo y está fuera de lugar en ese sitio.

5.- Enseña varias venidas del Señor
Según esta idea habrá al menos dos venidas; tres si se cree en el rapto pretribulacional. Pero ciertamente el Nuevo Testamento enseña que solo habrá una venida de nuestro Señor, la asociada con la resurrección general de los muertos y el juicio final. ¿Dónde están las evidencias de que vaya a haber más de una venida?

6. Enseña varias resurrecciones
El premilenialismo también enseña que habrá al menos dos resurrecciones, si no tres. Si sostenemos la idea del rapto pretribulacional, hay tres resurrecciones. Pero si no somos de esa opinión, y somos premilenialistas clásicos, entonces hay dos, con un intervalo de al menos mil años entre la resurrección de los justos y la de los impíos.

Su doctrina es que los creyentes serán resucitados al comienzo del reinado de los mil años pero los incrédulos no serán resucitados hasta el final de ese período. Aquí hay otra cosa que es importante que consideremos, puesto que creo que esta enseñanza es una contradicción directa de la enseñanza de nuestro Señor y Salvador mismo.

Juan 5:28-29 dice, “”Vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”.

¿Dónde está el intervalo de mil años? Ciertamente las palabras de nuestro Señor afirman claramente que habrá una resurrección general para todos: buenos y malos al mismo tiempo.

Si pasamos a Juan 6, encontramos que nuestro Señor mismo enseña que los buenos y los malos serán resucitados en el último día, no al principio del milenio, sino al final. Encontramos esto en el v. 39, “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero”.

No hay nada tras el último día: es el día final y en el día final, no antes, el Señor resucitará a los que le ha dado el Padre, los buenos, los creyentes, los cristianos. Luego lo repite en los vv. 40, 44 y 54.

Encontramos exactamente la misma enseñanza en Juan 11:24. Marta le dice, “Yo sé que resucitará [Lázaro] en la resurrección, en el día postrero”. Esa era la enseñanza vigente, y nuestro Señor la adoptó y utilizó. Decir, pues, que hay dos resurrecciones con un intervalo de mil años entre ellas es contradecir lo que nuestro Señor enseña claramente, y lo que se enseña en el Nuevo Testamento con respecto a la resurrección, al último día y el juicio final.

7. Cristianos glorificados y no glorificados juntos
Si el premilenialismo es correcto entonces nos confronta lo siguiente: en la tierra habrá simultáneamente santos glorificados –personas que han muerto y cuyos cuerpos han sido cambiados de manera “semejante al cuerpo de la gloria suya” (Filipenses 3:21)- y al mismo tiempo otros cristianos que no han muerto aún y siguen estando en la carne. Ambos grupos estarán viviendo juntos.
Pero esto parece inconcebible. Ciertamente, no solo eso, sino que el propio Señor en toda su gloria estará viviendo en la tierra con los hombres y las mujeres. Sin embargo, cuando Saulo de Tarso lo vislumbró, cayó a tierra. Sin duda, esta es una dificultad muy importante.

8. Pecadores en el milenio
Otra incongruencia es que, durante este supuesto período glorioso, habrá sin lugar a dudas personas en la tierra que sigan siendo pecadoras. Lo decimos por este motivo: si no quedan pecadores, ¿Cómo pueden llegar a ocurrir las cosas que se describen en Apocalipsis 20:7-9?

¿Se nos está pidiendo que creamos que, de un solo golpe, Satanás puede convertir repentinamente a esta multitud, numerosa como la arena del mar, en enemigos de Cristo? No, sin duda se nos está indicando que fueron enemigos todo el tiempo y que sus pecados simplemente se mantuvieron bajo control. Este período, pues, no es tan glorioso como algunos querrían hacernos creer.

9. Los aliados de Satanás a finales del milenio
¿Es concebible que después de que nuestro bendito Señor y Salvador haya estado viviendo y reinando en este mundo, Satanás pueda crear súbitamente todas estas hordas, estas multitudes de personas de todo el mundo, tan numerosas como la arena del mar, para combatir a Cristo y oponerse violenta y amargamente a Él?
Ciertamente es forzar la imaginación, no digamos ya el pensamiento, pedirnos que creamos que tal cosa sea posible. Sin embargo, es una parte esencial del premilenialismo.

10. En Caso de 2 Pedro 3
En 2 Pedro 3 no hay ni una sola palabra acerca del milenio. No hay ni rastro de una indicación acerca de un período durante el cual el pecado será mantenido bajo control en absoluto. Lo único que sabe Pedro es que el día del Señor introducirá una gran conflagración que significará la destrucción del mundo tal como lo conocemos. El pecado y el mal serán borrados de él (2 Pedro 3:7).

Todo sucede al mismo tiempo, eso es lo único que sabe Pedro. Y luego está la llegada de los “cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (v. 13). Pedro no hace ninguna referencia a un reinado milenial, y señala que Pablo tampoco dice nada. En los vv. 15-16 Pedro hace referencia a los escritos de su “amado hermano Pablo” quien, dice Pedro, habla en todas sus epístolas “de estas cosas”, pero no hay ni el más mínimo atisbo de algún tipo de enseñanza premilenialista.

Pedro dice que, “el día del Señor vendrá como ladrón en la noche” (2 Pedro 3:10). Nuestro mundo será consumido por fuego, dice Pedro. Significará el fin del mundo tal como lo conocemos, y entonces habrá un nuevo cielo y una nueva tierra.

Pero, ¿Cómo puede llegar todo eso como “ladrón en la noche” si ha estado precedido por mil años de presencia de Cristo en su cuerpo glorificado aquí en la tierra? Todos lo estaremos esperando. Habremos pasado por un milenio y luego por el corto tiempo que Satanás sea librado, y sabremos que el día del Señor está al llegar. Esta enseñanza premilenialista contradice directamente la enseñanza de este importante capítulo.

No solo eso, en 2 Pedro 3 el apóstol nos dice de manera bastante clara lo que hemos de esperar. Nos exhorta a desear la “venida del día de Dios” (v. 12) que también será “el día del juicio y de la perdición de hombres impíos” (v. 7) y el día de la gran conflagración cuando “los elementos ardiendo serán deshechos” (v. 10), y el mundo tal como lo conocemos será destruido.

Ciertamente, pues, este capítulo debiera de ser suficiente de por sí para llevarnos a cuestionar seriamente la interpretación premilenialista de Apocalipsis 20.

11. Apocalipsis 20
La escena que describe Juan no se produce en la tierra sino en el cielo (v. 1). Y en el v. 4 Juan dice, “Y vi tronos”. Ahora bien, al repasar el Apocalipsis, encontramos una serie de referencias a tronos y, sin una sola excepción, los tronos están en el cielo, no en la tierra.

Eso, pues, debería llevarnos a reflexionar, pero además de eso, como ya hemos señalado, en este capítulo no hay una sola referencia a la tierra, y menos aún una referencia a Palestina. Jerusalén no se menciona en absoluto. Los judíos simplemente no aparecen aquí en ningún sentido, y sin embargo, la interpretación premilenialista pone la tierra, Palestina, Jerusalén reconstruida, el templo y los judíos en una posición preeminente.

Aquellos que sostienen la idea premilenialista admiten la ausencia de referencias a un reinado terrenal de los judíos. Dicen que en el Antiguo Testamento hay profecías acerca del tiempo glorioso que se avecina, y que debe de estar aquí; de modo que aquí lo ponen.

Pero la pregunta es: ¿lo pone Juan aquí? ¿Hay algún tipo de indicio que señale que debe ir aquí? Señalaría que no existe nada en todo el Apocalipsis que indique la tierra o Palestina o a los judíos: la escena está en el cielo.

12. Simbolismo
Dice Apocalipsis 20:1-2, “Vi a un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años”.

Ahora bien, aun aquellos que sostienen la idea premilenialista están dispuestos a aceptar que las referencias a la cadena son obviamente simbólicas porque, después de todo, Satanás es un espíritu. Pero a partir de ahí, rechazan la utilización de simbolismo. ¡Pero sin duda eso es incoherente!

Sin lugar a dudas, todo lo que estamos tratando aquí es simbólico. No es forma de hacer interpretación verdadera el tomar los elementos que convengan a una teoría. Si este capítulo comienza de manera simbólica, ¿por qué no puede seguir del mismo modo?

Presentaría la siguiente conclusión: los números de este libro son obviamente simbólicos. El número 1000 indica un período de plenitud, un período completo. Indica un largo período, sí, pero por encima de todo un período completo: diez al cubo (10 x 10 x 10).

En el Apocalipsis, la palabra “mil” se utiliza de muchas formas. Considerémoslas por nosotros mismos y veremos que en el resto de los lugares siempre se utiliza simbólicamente. ¿Por qué habría de volverse literal aquí?

13. Juan vio almas
El v. 4 se lee, “Y vi tronos y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar” –advirtamos luego esto- “y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús”.

Juan dice deliberadamente que vio las almas de aquellos que fueron decapitados por dar testimonio de Jesús, lo que sin duda indica que las personas se encontraban en un estado extracorpóreo.

No dice que vio a aquellos que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús resucitados y en sus cuerpos glorificados. Si se refería a eso, ¿por qué no lo dijo? Dice que vio sus almas.

Esto indica nuevamente que la escena produce en el cielo donde Juan ve las almas de aquellos que están en Cristo, aquellos que han sido fieles y han sufrido por causa del testimonio de Jesús.

14. El milenio precede al juicio final
Este período de mil años obviamente precede al juicio final. En este capítulo (Apocalipsis 20) no llegamos al juicio final hasta los vv. 11 y 12. Luego Juan pasa a decir, “Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras” (v. 13).

En Apocalipsis 20 el juico final se produce después de estos mil años. Mete, pues, a los defensores del premilenialismo en serias, por no decir imposibles, dificultades, ya que tienen que invertir el orden de los acontecimientos.

Sin embargo, Apocalipsis 20 no solo está en línea con 2 Pedro 3, está igualmente en línea con la gran enseñanza de Romanos 8 acerca de la creación que ha sido “sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza” –adviértase- “porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto, hasta ahora” (Romanos 8:20-22).

En Romanos 8 Pablo está consolando a las personas que están atravesando tiempos difíciles y el consuelo que les ofrece no es que habrá un glorioso período de mil años de reinado con Cristo en la tierra. No. Escribe, “Toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto, hasta ahora; y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando” -¿El qué? ¿El reino milenial? ¡No!- “la adopción, la redención de nuestro cuerpo” (vv. 22-23).

Nuestra esperanza descansa en esta victoria definitiva cuando toda la creación haya sido liberada del mal y el pecado por medio de esta conflagración que se avecina, y el nuevo cielo y la nueva tierra hayan sido introducidos. Y nuevamente, en Hechos 3:19-21, encontramos una referencia al período cuando Pedro, predicando tras la curación del cojo, habla acerca de la regeneración que se aproxima, “tiempos de refrigerio” (v. 19) y “tiempos de restauración” (v. 21).

15. La presencia del pecado en el milenio
Cuando llegamos al encadenamiento de Satanás durante mil años, el premilenialismo fuerza excesivamente su interpretación de los vv. 2-3.

Si eso significa que no habrá ningún pecado ni maldad en el mundo durante ese gran período, entonces, es muy difícil explicar cómo Satanás puede con tanta facilidad, al final de los mil años, persuadir a tantas personas para que le obedezcan; tantas personas, ciertamente, que la iglesia de Cristo se verá casi superada, y a fin de salvar a Cristo y su pueblo es necesario que Dios envíe fuego del cielo (v. 9).

Conclusión
Estas son, pues, a mi parecer, las objeciones a la interpretación premilenialista de Apocalipsis 20.

- Martyn Lloyd-Jones (amilenial)

jueves, 22 de julio de 2021

TEOLOGÍA DEL CUMPLIMIENTO, NO TEOLOGÍA DEL REEMPLAZO

 



Un postulado contrario a la teología bíblica sugiere que la Iglesia es un paréntesis en el plan de Dios, mientras que un mal entendimiento de la teología ortodoxa en el uso de sus términos nos puede llevar a otros errores sin que se tenga la intención de tenerlos.

Pablo abarca en muchas citas de sus cartas afirmaciones que no permiten ni afirmar que la iglesia es una improvisación de Dios, ni que su plan haya fallado y por ende sea necesario reemplazar a Israel por la Iglesia. Lo que la Biblia enseña es que la Iglesia es el verdadero Israel de Dios, la cual es una comunidad de judíos y gentiles creyentes en Cristo.

Pablo en su carta a los hermanos Gálatas (3.7): 
“Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham”. ¿Saber qué? ¿Qué el pueblo de Dios está conformado por descendientes étnicos de Abraham? ¿Que Dios se ha desentendido de los israelitas y los ha reemplazado por gentiles? No, Pablo les dice una verdad: que “los hijos de Abraham son en realidad los de la fe”.
Ya que Abraham fue hecho justo por la fe y no por obras, por lo tanto, Abraham es el padre de todo el que cree en Dios y es considerado justo. Por un lado, vemos pues que, esto alerta de no judaizar, ya que hay judíos-cristianos que exigen judaizarse, pero no por ser descendiente étnico ni por practicar el judaísmo que uno se hace hijo de Dios.

Pablo dice que el eslabón más importante de Abraham no es el vínculo de la genética, ni el vínculo de las obras de la ley, sino el vínculo de la fe.

Ahora esto, aunque se torna en un consuelo para los cristianos gentiles, de no entender la revelación se puede caer en el otro extremo: la teología del reemplazo, la idea de que Dios ha terminado con el pueblo de Israel como una nación o de un grupo étnico distinto, y que la Iglesia gentil hereda espiritualmente todas las promesas hechas a Israel, pero no dando respuesta de ¿Y qué de los judíos que creen en Jesucristo? Pero Pablo dice: “Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa” (Gálatas 3:29).

Ser “hijos de Dios” en Cristo Jesús implica su inclusión entre los herederos de las bendiciones prometidas a Abraham, específicamente la presencia vivificadora del Espíritu Santo.

Aquí, los que creen y se identifican con Cristo son “descendientes de Abraham”, es decir, el Verdadero Israel, porque Cristo es la “descendencia de Abraham”. Entonces no hay un reemplazo, ni un paréntesis. Las promesas siguen vigentes, se cumplirán en los verdaderos descendientes de Abraham: los “hijos de la fe”.

Conceptos Erróneos en relación a la Telogía del Pacto o Teología Reformada.

El Dr. Lingon Duncan habla sobre algunas de las objeciones más comunes acerca de la teología del pacto o también teología reformada:

En ocasiones escucho a las personas decir que la teología del pacto impone un marco alrededor de los textos en las escrituras que no está allí realmente. A veces los escucho decir que la teología del pacto no interpreta la Biblia de manera literal. En otras ocasiones, dicen que esta es una teología del reemplazo. Permítame hablar sobre cada una de ellas un poco.

LA TEOLOGÍA DEL PACTO RECONOCE EL MARCO DE LAS ESCRITURAS

En primer lugar, cuando la gente dice que la TEOLOGÍA DEL PACTO impone un marco a las Escrituras, muy a menudo no se refieren a los pactos bíblicos. Reconocerán que la Biblia habla de un pacto con Noé y un pacto con Abraham, un pacto con Moisés y un pacto con David y un nuevo pacto que se establece con Jesucristo. Pero cuando lees sobre un Pacto de Obras y un Pacto de Gracia y un Pacto de Redención pre-temporal, se sienten incómodos con eso porque creen que eso está imponiendo un marco a las Escrituras.

Ahora, aquí está la cuestión: la TEOLOGÍA DEL PACTO histórico simplemente trata de hacer justicia al hecho de que hay un plan singular de Dios que se revela desde Génesis hasta Apocalipsis en las Escrituras. Está muy claro, especialmente en el Nuevo Testamento y especialmente en los escritos del apóstol Pablo, que ese plan en realidad fue planeado desde antes de la fundación del mundo. De eso se trata Efesios 1; el plan de Dios en la creación y la redención no es algo que se le ocurrió sobre la marcha. Es algo que planeó desde antes de que existiera el mundo.

En tercer lugar, los teólogos del pacto quieren que comprenda que la Biblia hace una gran distinción entre la relación del hombre con Dios, antes de la caída de Adán y Eva y después de la caída de Adán y Eva. La idea del Pacto de Redención desde antes del tiempo, el Pacto de Obras con Adán en el Huerto y el Pacto de Gracia desde Génesis 3:15 hasta el final del Libro de Apocalipsis, todo surge de esas ideas bíblicas. En otras palabras, el marco proviene de la teología de la Biblia misma y nos ayuda a leer mejor la Biblia.

LA TEOLOGÍA DEL PACTO INTERPRETA LA BIBLIA DE LA MANERA EN QUE LA BIBLIA SE INTERPRETA A SÍ MISMA

¿Qué pasa con "la TEOLOGÍA DEL PACTO no lee la Biblia literalmente"? 
Lo que muchas veces la gente quiere decir con eso es que si las profecías del Antiguo Testamento que dicen que Israel será restaurado como nación no se cumplen en Israel siendo restaurado como nación, entonces no estás leyendo esas profecías literalmente. Pero lo que los teólogos del pacto señalaron es simplemente esto: tienes que ver cómo el Nuevo Testamento interpreta esas profecías. Amós 9 es un pasaje que C. I. Scofield dijo que es el pasaje más importante en toda la Escritura para el sistema dispensacional. Se trata de la restauración del templo caído, la cabaña caída de David. Hechos 15 dice que ese pasaje se cumple al traer a los gentiles a la iglesia, no al reconstruir el templo, sino al traer a los gentiles a la iglesia. Entonces, los teólogos del pacto dicen que solo tienes que interpretar la profecía del Antiguo Testamento a través de la exposición del Nuevo Testamento de cómo se cumple.

TEOLOGÍA DEL CUMPLIMIENTO, NO TEOLOGÍA DEL REEMPLAZO

La TEOLOGÍA DEL PACTO no es teología de reemplazo, es teología del cumplimiento. Hay promesa y cumplimiento. Por supuesto, lo mismo ocurre con el tema de la teología del reemplazo. A menudo escuchará a la gente decir: "La teología del pacto es la teología del reemplazo porque dice que Israel fue reemplazado por la iglesia". Bueno, esa no es una descripción precisa de la teología del pacto. La teología del pacto no es teología de reemplazo, es teología del cumplimiento. Hay promesa y cumplimiento. Las promesas de Dios a Israel se cumplen tanto en el hecho de que los judíos y los gentiles sean parte del único pueblo de Dios en los propósitos de la redención de Dios.

Piense en la frecuencia con la que los Salmos hablan de todos los pueblos que vienen al monte Sión para adorar a Dios, hablan de todas las naciones que adoran al único Dios verdadero. El pueblo de Dios en el Antiguo Testamento anhelaba el día en que todas las naciones vendrán a adorar a Dios y serían parte del pueblo de Dios. Eso está escrito en el Pacto de Abraham en Génesis 12:3. La teología del pacto cree que, no es que Israel sea reemplazado, sino que existe este cumplimiento donde los gentiles son injertados en el antiguo pueblo de Dios, y el único pueblo de Dios alcanza un florecimiento internacional, mundial, más allá de lo experimentado en el Antiguo Testamento. 

No es un reemplazo, es el cumplimiento.

¡Pensemos en esto!

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Ligon Duncan (MDiv, Seminario Teológico Covenant; PhD, Universidad de Edimburgo) es el Canciller y Director Ejecutivo del Seminario Teológico Reformado, el Profesor John E. Richards de Teología Sistemática e Histórica, y el Presidente de RTS Jackson. Es autor, coautor, editor o colaborador de numerosos libros.