martes, 29 de agosto de 2023

LOS BECERROS DE ORO DEL NEOPENTECOSTALISMO






“…haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, el varón que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido. Y Aarón les dijo: Apartad los zarcillos de oro que están en las orejas de vuestras mujeres, de vuestros hijos y de vuestras hijas, y traédmelos. Entonces todo el pueblo apartó los zarcillos de oro que tenían en sus orejas, y los trajeron a Aarón; y él los tomó de las manos de ellos, y le dio forma con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto. Y viendo esto Aarón, edificó un altar delante del becerro; y pregonó Aarón, y dijo: Mañana será fiesta para Jehová. Y al día siguiente madrugaron, y ofrecieron holocaustos, y presentaron ofrendas de paz; y se sentó el pueblo a comer y a beber, y se levantó a regocijarse”. (Exodo 32.1-6)

Los israelitas.
Los israelitas reconocieron que Moisés los había librado de Egipto, pero parece que no logran darse cuenta que en realidad era Jehová el autor de la liberación, de las señales y prodigios. Pero como habían aprendido en Egipto, necesitaban de “dioses para que vayan delante de ellos”, pero no tanto como “un Dios espiritual”; sino que ellos querían VISUALIZAR a su Dios.

La necesidad del hombre por “ver”, “tocar” o “sentir” a Dios viene desde tiempos remotos. Dios es Espíritu, no tiene cuerpo de carne y huesos, no permite que se hagan imágenes de Él para adorarlo (Exodo 20), pero el hombre insiste en hacerse imágenes.

El pedido de los israelitas a Aarón de que “les haga dioses” tiene sentido respecto de la “adoración verdadera” que Dios demanda, obviamente; en este caso ellos son el ejemplo de lo que es hacer LO QUE DIOS NO PIDE. Los creyentes debemos adorar no según nuestra imaginación, o como lo hacen los demás (¿los paganos?), sino como Dios lo ha pide en su Palabra.

El sacerdote Aarón.
Aarón, al igual que los israelitas, entiende que sí, que es necesario “hacer” (¿tener?) un dios (o dioses). La nueva nación necesitará “un Dios”, pero Aarón tiene claro que el Dios que los ha liberado es Jehová y en este sentido, mientras que los israelitas han recibido casi nada de revelación, Aarón ha recibido gran parte de ella (los israelitas solo han visto algunas manifestaciones de Dios), pero Aarón tiene mayor conocimiento de Dios, él sabe que Dios ha mandado: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás;” (Éx 20.4-5).

Aunque con métodos y formas paganas tomadas de Egipto, al becerro que él consigue hacer de la forja y buril: becerro de fundición, es un ídolo como de las religiones paganas. Aarón ha satisfecho al pueblo en sus demandas a él como sacerdote, pero no los ha guiado al Dios verdadero, sino que los ha entregado a la idolatría.

Los israelitas al ver al Becerro de Oro dicen: “Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto”.

Aarón al ver al Becerro de Oro dice: “Mañana será fiesta para Jehová”, luego de haberle edificado un altar al Becerro.

¿Cuántas veces hemos “adorado” a Dios introduciendo un montón de cosas que Él no ha ordenado?
La adoración al “Becerro de Oro” no es un sustituto de Dios en el sentido de idolatrar a tu esposa e hijos, o tu trabajo, o al dinero y la riqueza. Estas cosas como ídolos te alejan de Dios, sin duda; están ocupando el lugar de Dios. Pero no son un “Becerro de Oro”. Los cristianos que idolatran su trabajo o negocio dejan a Dios para reemplazarlo. Dios no es su prioridad, el negocio o trabajo lo es; la esposa o los hijos y muchas cosas más que toman el lugar de Dios; cosas que impiden que ore, lea la Biblia y vaya a la iglesia a congregarse. El fin de estos idolatras es alejarse completamente de la Iglesia y de Dios.

El Becerro de Oro en los cristianos es en si una idolatría sincrética, es pretender adorar a Dios con imágenes. La idolatría estilo Becerro de Oro tiene que ver con la imaginación de los creyentes que no conocen toda la revelación de Dios, o no se han tomado la molestia de estudiarla, ni mucho menos de analizar lo que Dios manda. Sin querer, están “adorando a Dios” a través de imágenes, métodos y formas que Dios no ha pedido en su Palabra.

El fin de estos idólatras es la herejía, el sacrilegio, el sincretismo religioso, es la desviación de la adoración ortodoxa. Es la mezcla de la verdad con la mentira, de la sagrado con lo profano.

Esto ya ha sucedido en la historia cuando la Iglesia empezó a corromperse y fue introduciendo elementos ajenos al culto sagrado de Dios. En los primeros siglos no había tal costumbre de usar imágenes en los ambientes sagrados (por ejemplo). Las imágenes se introdujeron en la Iglesia como una especie de "adornos"; a fines del siglo III (año 400 d.C.) las usaron también para catequizar, y no fue sino hasta los siglos siguientes que las imágenes fueron consideradas sagradas. Fueron en los Concilios de Nicea en 787 d.C. y en el de Trento en 1562 d.C., que la iglesia romana aceptó que las imágenes fueran veneradas.

¿Y hoy ya no sucede? ¿Las Iglesia Evangélicas están libres de esta idolatría?
Te has preguntado porque hay una tendencia a oscurecer los auditorios destinados a la adoración corporativa a Dios en muchas iglesias evangélicas modernas, yo sí. No quiero juzgar de iglesias falsas a aquellas congregaciones porque tengo amigos ahí que son sinceros, que aman a Dios. ¿Pero cómo será su teología en veinte años? Si bien ahora solo han oscurecido sus templos y nada más pero ¿no es acaso el corazón del hombre una fabrica de crear ídolos?

Y qué de las iglesias que adoran a Dios con danza, ya sea que le llamen danza espiritual y todos saltan en un frenesí o extasis pentecostal, o ya sea que tengan grupos de coreografías y que los directores de alabanza inciten a que toda la congregación a danzar. ¿Quién dijo que esto debe ser así ahora?

Ni que hablar de las iglesias que su servicio tiene marcados bloques como una hora de música dirigida, el bloque de pedir dinero, el bloque del sermón, y el bloque de ministración ¿Cómo es que el servicio protestante conservador de los primeros años de la Reforma hoy ha decaido en shows para el agrado de las masas?

¿Qué más se irá introduciendo en el culto a Dios de la Iglesia moderna?
No tengo ninguna duda de que todos los que adoran a Dios en estas congregaciones "están completamente seguros de que están adorando a Dios". Pero ¿acaso Aarón no estaba convencido de que el Becerro de Oro representaba a Jehová? Los israelitas no estaban en el negocio de hacerse ateos, ellos querían "tener un dios" y "Aarón les dio una representación de Jehová: el Becerro de Oro, y lo adoraron". Aarón hizo justamente lo que Dios prohibía que haga: "una imagen ya sea de lo que está en el cielo, en la tierra, o debajo de la tierra y que lo adoraran..." ¿Y cómo es nuestra adoración? ¿Nuestra liturgia tiene elementos que Dios no ha ordenado usarlo? Todo lo que Dios no ordena para adorarle implícitamente lo está prohibiendo.

Entonces... ¿Por qué la danza corporativa en el servicio de domingo, acaso Dios la ordena en su Palabra? ¿Por qué oscurecemos nuestros locales o auditorios? ¿Por qué tenemos hoy en día predicadores que le dan el micrófono a los endemoniados para que den advertencias a la congregación? ¿Por qué tenemos payasos haciendo shows en lugar de predicadores exponiendo las Escrituras con celo santo? ¿Por qué estamos dándole el micrófono a las pastoras para que cuenten sus anécdotas antes de pedir grandes cantidades de dinero a la congregación?

¿Cómo será la liturgia de la Iglesia Evangélica en cincuenta años con toda la influencia del neopentecostalismo? 

¡Reflexionemos! No sea que Dios diga de nosotros "—He visto lo terco y rebelde que es este pueblo".


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