Ese tipo de enseñanza está empobreciendo a muchos hermanos humildes que escuchan promesas de riqueza para los que "pactan con Dios" y "siembran" aún cuando no tienen. Son magos y charlatanes que se hacen ricos por engañar a la gente más humilde ¡Que Dios nos libere de esta corrupción!
Una respuesta del pastor Wes Baker
Primero, es cierto que la pobreza es un mal que no era parte del plan original en el Huerto, ni habrá pobreza cuando el Reino sea consumado. Pero la señorita (Lizeth Meza) está confundida en sugerir que la iglesia cristiana histórica y ortodoxa había hecho de la pobreza una virtud. La postura ortodoxa simplemente reconoce que la riqueza fácilmente se convierte en un ídolo. Así es que ser rico no es pecado, pero ser avaro (sí lo) es. Muchos ricos (¡y muchos pobres!) son avaros.
Jesús nos llama a negarnos a nosotros mismos y a ser generosos y sacrificiales para el beneficio de otros. Si nacimos en pobreza debemos buscar, dentro de las posibilidades legitimas, salir de la pobreza, pero nunca al costo de ser generoso y sacrificiales para el bien de otros (de pastores "magos y charlatanes").
También, la Biblia tiene promesas de prosperidad para el pueblo de Dios. Pero la señorita (Lizeth Meza) no reconoce que estos pasajes en Deuteronomio (por ejemplo) son las bendiciones del pacto prometidas a la Comunidad del Pacto cuando vive fielmente. El pasaje de Isaías que ella cita es también una promesa a la Comunidad del Pueblo de Dios en su retorno del exilio de Babilonia. Ni en Deuteronomio ni en Isaías son promesas generales para todo individuo (sobre la tierra). Son promesas de cómo Dios bendecirá a la Comunidad cuando se mantenga fiel a su pacto.
La riqueza es producto de vivir fielmente en nuestras vocaciones, según las estipulaciones del Pacto. Al hacer esto las bendiciones caerán sobre la comunidad y así en su tiempo las bendiciones llegarían en cierta medida a todos. Pero pensar que las promesas funcionan de manera 1:1 a toda persona que tiene fe, y que así cada creyente puede ser rico si sólo tiene fe para creer la promesa, eso no es la enseñanza de Deuteronomio, ni Isaías, ni de ninguna parte de la Biblia.
Segundo, la Señorita está confundida en varios de los pasajes específicos que menciona. Por ejemplo, cuando cita al Apóstol Pablo en 2 Corintios 8.9 diciendo que Cristo siendo rico se hizo pobre, la señorita (Lizeth Meza) dice que esto sólo se refiere a la cruz. Se hizo pobre solamente en el momento de sufrir en la cruz.
"Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos." (RV60)
El problema de esto es que la Biblia insiste que la humillación de Jesús no comenzó sólo en la cruz o que sólo se experimentó en la Cruz. Más bien, su estado de humillación comenzó desde su encarnación en una condición humilde. La encarnación en sí no es humillación porque sigue siendo hombre con una naturaleza humana aún en su exaltación a la diestra del Padre. Sin embargo, la *manera* de su encarnación y todas las condiciones de su nacimiento y crianza en una familia pobre sí era parte de su humillación.
Esto se ve claramente en Juan 1.29 cuando Juan Bautista proclama de Jesús, "he aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo".
"El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo." (RV60)
La palabra traducida "quita" es un participio de tiempo presente. Es decir, una traducción precisa no sería: "el Cordero que quita" ni "que quitará [en la cruz]" más bien significa "el Cordero de Dios [que está ahora mismo] quitando el pecado del mundo". Incluso la palabra "quitar" literalmente es "cargar" o "llevar". En otras palabras mucho antes de la cruz Jesucristo ya estuvo cargando la maldición de nuestros pecados y empezando a sufrir por ellos. Su humillación de llevar nuestros pecados y sufrir por ellos ya había empezado. La verdad es que empezó desde el momento de su encarnación en condiciones humildes.
Además, sabemos que el Señor era pobre desde su nacimiento porque cuando José y María fueron al templo después de su nacimiento para ofrecer el sacrificio mandado por la ley para su purificación, ellos ofrecieron un par de tórtolas o palomas. Esta instrucción viene de Levitico 12.8 que dice:
"Y si no tiene lo suficiente para un cordero, tomará entonces dos tórtolas o dos palominos, uno para holocausto y otro para expiación; y el sacerdote hará expiación por ella, y será limpia.".
Su ofrenda demuestra que la familia era pobre y no tenía ni para un cordero. Tuvieron que ofrecer la ofrenda de (familias) pobres.
También cuando la señorita (Lizeth Meza) cita el dicho de que "Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza" lo cita de San Mateo 8.20 y dice que eso fue cuando él estuvo en Samaria y era obvio que no tenía casa en Samaria. Pero la señorita está bien confundida aquí.
El contexto del pasaje no es de Samaria, sino cuando estuvo en Capernaum en Galilea su tierra cerca a Nazaret. Ella estuvo pensando en el contexto en San Lucas 9 cuando el Señor estuvo iniciando su último viaje a Jerusalén. Su explicación es que cuando el Señor pretende que no tiene dónde recostar la cabeza es porque estuvo de viaje en Samaria. Obvio pues que no tenía casa en Samaria. Pero comparando los dos pasajes y dos contextos distintos muestra dos cosas: (1) que el Señor decía esto en varios contextos, no sólo cuando estuvo en Samaria en su último viaje a Jerusalén. Y (2) que era parte de su llamado evangelístico en cualquier lugar animando a la gente a negarse, tomar su cruz e imitarle a él.
En Galilea él tenía varias opciones para hospedaje en las ciudades que él visitaba: casas de familiares o de amigos y discípulos. La casa de Pedro estuvo allí. El punto del dicho no es que no tuvo ninguna opción en absoluto. Más bien, el punto era para decir que era hombre humilde y que la vida de un discípulo de él iba a ser difícil como la de su maestro. Iba a ser una vida dura de sufrimiento, hambre, sed, maltrato, y rechazo y a final de tortura en una Cruz romana. Hay mucho más que decir de todo esto pero queda claro que Cristo no pretendió carecer de casa simplemente porque estuvo de viaje en Samaria. Decía la misma cosa en otras momentos incluso en su tierra de Galilea.
La señorita (Lizeth Meza) dice que en Juan 1.38-39 cuando se menciona que Jesús les mostró a sus discípulos en dónde moraba esto implica que tenía casa. Bueno, primero no dice "casa". Puede ser que dormía bajo un árbol o en una carpa. Pero el punto no es que nunca dormía en una casa. El punto es simplemente que no tenía casa *propia* y así dependía de otros. Si fuera rico probablemente hubiera tenido casa propia.
La señorita (Lizeth Meza) dice que Jesús era rico porque tenía tesorero. Ella ignora muchos detalles del ministerio de Jesús que pone todo esto en otra luz. La bolsa común que se menciona en San Juan 13.29 también se menciona en Juan 12.6 y está implícita en San Mateo 26.9 donde menciona su costumbre de dar dinero a los pobres. El hecho que tuvo su tesorero de ninguna manera implica que era rico. Más bien era la bolsa del grupo. El grupo tenía poco dinero, pero lo que tenía compartía entre si y con los pobres.
Cuando multiplicó los peces y el pan, los discípulos se quejaban que no tenía dinero suficiente para comprar mucho pan. Además, San Lucas 8.3 dice que varias mujeres les servía de sus bienes. Algunas de estas mujeres si eran ricas pero no les daba para vivir en lujo. Les dio lo que necesitaban para su ministerio. Lo importante es notar que el Señor y sus discípulos vivían dependientes de otros. En cuanto a la bolsa, parece que también tenían la costumbre de recolectar dinero de muchas personas y lo usaron modestamente para sus propias necesidades y también para compartir con los pobres.
Así que el simple hecho que tuvo un tesorero no implica que era rico. Más bien, conociendo toda la historia y comparando todos los evangelios parece al contrario. El hecho de que tuvieron una bolsa común, dependían de otros, y siempre ayudaban a los pobres implica que no tenía mucho dinero y que nadie del grupo tuvo dinero propio.
La señorita (Lizeth Meza) en su punto 2 y 3 menciona que Jesús pagó impuestos e incluso sacó dinero de la boca de un pez y que supuestamente eso era evidencia de que Jesús era hombre rico. El impuesto que se menciona era el medio siclo que la ley demandaba de todo judío varón para el templo. Pero el hecho de que lo pagó no dice nada acerca de su estado financiero. Millones de judíos en todo el mundo pagaba este medio siclo cada año y esto no quiere decir que millones de judíos en el primer siglo era ricos. Puede leer de este impuesto, aparte de lo que dice Exodo y Deuteronomio, en Las Antigüedades de los Judíos por Josefo. Él tiene mucha información de como era este asunto en el primer siglo. Pagar el impuesto no quiso decir que era rico. La verdad es que el hecho de que sacó dinero de una pez sugiere que no tenía para pagarlo y por lo tanto hizo el milagro de tomarlo de la boca del pez.
En su punto cinco ella menciona cuando los soldados echaron suertes sobre la túnica (de Jesús) en Juan 19.23-24. El texto dice que era una túnica tejido de arriba abajo sin costura.
"Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. Entonces dijeron entre sí: No la partamos, sino echemos suertes sobre ella, a ver de quién será. Esto fue para que se cumpliese la Escritura, que dice: -Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes. Y así lo hicieron los soldados-."
La señorita (Lizeth Meza) saca la conclusión de que era una túnica muy costosa (¡tejido de oro dice ella!) y que esto implica que Jesús era rico. Incluso ella dice que estaban peleando entre si para tenerla. Primero el texto no dice nada de oro; tampoco que los soldados estaban peleando entre si. Eso ha sido inventado de su propia imaginación. Tampoco nos dice que era muy costoso. El punto de mencionar la túnica no era su gran valor. Más bien el hecho de que era de un sólo tejido y sin costura explica porque no podían dividirlo en cuatro partes. Obviamente tenía algún valor y probablemente era bonita, pero el texto no enfatiza la grandeza del valor ni tampoco menciona oro (!). Sólo enfatiza la imposibilidad de dividirla. Tener una túnica así no implica que Jesús era rico. Es común entre casi todos los pobres que tienen alguna posesión especial que han adquirido. Seguramente la túnica tenía valor, pero no dice nada de que Jesús era rico. Eso es nada más de una imaginación fértil.
CONCLUSIÓN
La señorita (Lizeth Meza) tiene razón en (decir) que ser pobre no es una virtud en sí, pero ningún cristiano histórico y ortodoxo diría tal cosa. Pero donde ella se equivoca está en decir que Dios promete riqueza a todo creyente. Dios promete riqueza en el levantamiento de una comunidad cristiana integra que es generosa y sacrificial en ayudar a los pobres.
Cuando toda la comunidad está siendo fiel, desarrollando las virtudes de ser trabajadores, disciplinados, piadosos y reverentes, y generosos y sacrificiales con los que tienen necesidad, entonces la comunidad sí prosperará.
La Biblia no promete riqueza a ningún individuo por ser creyente. Tampoco enseña la Biblia que Cristo era rico. Más bien, Cristo vivía sin lujo, sin las comodidades de los ricos. Él era hombre pobre que vivía dependiendo de otras personas.
Por Wes Baker
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Publicado inicialmente en: http://wesleybaker.blogspot.pe/2018/01/ese-tipo-de-ensenanza-esta.html?m=1
El vídeo de Lizeth Meza lo pueden ver en: https://www.facebook.com/Lizethmezaoficial/videos/1151855328249185/
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