viernes, 10 de septiembre de 2021

MATEO Y EL LENGUAJE APOCALÍPTICO







Jesús Montado en una Nube es Lenguaje Simbólico

Mateo narra los grandes discursos de Jesús, uno de ellos, el Discurso del Monte de los Olivos, en el cual recopila profecías de Jesús que han sido materia de discusión por los teólogos de todos los tiempos. Lo que me ocupa ahora es exponer una similitud entre el verso 24.30: “…y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo” y la profecía de Isaías 19.1: “He aquí que Jehová monta sobre una ligera nube, y entrará en Egipto” y responder a la pregunta de si esto es literal o simbólico.

En ambos pasajes, son profecías de juicio, en el pasaje de Isaías es contra Egipto, mientras que en el pasaje de Mateo contra Israel mismo ya que en el v.2 dice respeto del Templo judío: “De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada”. No tenemos dudas que vendría un juicio contra Israel, ya que habían quebrantado el Pacto y terminaría de colmar sus males matando a su propio Mesías. Pero la pregunta que nos surge es ¿Jesucristo vendría montado en una nube, literalmente? 

Primero hay que responder ¿Jehová montó una nube y entró en Egipto? Jehová no montó literalmente una nube; es un lenguaje figurado, y particularmente en Mateo 24.30 e Isaías 19.1 es lenguaje de juicio. En Éxodo 13.21 y Apocalipsis 14.14 también hay alusión de Dios y el Hijo del Hombre en una nube, y no es literal. 

Ahora, Dios sí trajo juicio contra Egipto, después de la profecía de Isaías (765-695 a.C.), vemos en la historia que Cambises II, el hijo de Ciro el Persa, conquistó Egipto en el año 525 a.C. en la Batalla de Pelusio, luego otro rey persa, Artajerjes III en el 343 a.C. derribó dinastías egipcias que había surgido, y finalmente Alejandro Magno en el 332 a.C. acabó con este país. Cumpliéndose de esta forma la profecía de Isaías. Entonces, no fue literal que “Jehová montó una nube ligera y vino contra Egipto”. 

En Mateo 24.30 no podría ser diferente toda vez que sabemos que Jesús está dando un discurso en lenguaje apocalíptico utilizado de tal forma que su audiencia la entendería. Jesús entonces les estaría advirtiendo de juicio: guerras y destrucción. Había un Pacto quebrantado, un Mesías que estaba en el ojo del peor de los odios de los fariseos, y un deseo de rechazar al dueño de la Vid para quedarse con su reino y comer sus frutos para sí, entonces el juicio contra ellos era inminente.

Mateo no tiene la intención de que sus lectores esperen tal episodio: “Jesucristo volando por el cielo”, como fueron objeto de burlas los cristianos en el año 70 d.C. por revoltosos judíos atrincherados en los muros de Jerusalén que “cuando veían (a los romanos) lanzar una piedra, estos atalayas gritaban: "¡viene el hijo! (1). "La piedra" en hebreo es "ha-eben" y era fácilmente cambiada y acomodada por los judíos para burlarse de los cristianos diciendo "ha-ben", ¡Ha-Ben! significa ¡Viene el Hijo! 

Cuando Mateo recoge las palabras de Jesús dirigido a sus discípulos que están allí escuchándole decir: “verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria”, no está hablando de un hombre volando por el cielo montado en una nube, sino de un juicio; de una teofanía en la que Dios es exaltado sobre sus enemigos.


Paredes Díaz, 
Areópago Cristiano,
12 septiembre, 2021

(1) Paul L. Maier, “Josefo: Los Escritos Esenciales”, Pág. 325-326

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