martes, 1 de enero de 2019

¡Ha-Ben! ¡Viene el Hijo!


¿Por qué los judíos mataron a Esteban?
"Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley; pues le hemos oído decir que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbres que nos dio Moisés." - Hechos 6.13-14 
El mensaje de Esteban era poderoso, y estaba acompañado de señales y prodigios.  Los hombres de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputaban con Esteban, y no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.

Esteban tenía un mensaje que no se podía refutar. ¿Cual era el mensaje de Esteban? El mensaje no era otro sino el que Jesucristo les encomendó:
¡Viene el Hijo!
Eso fue lo que los israelitas entendieron del mensaje de Esteban cuando dicen que han oído decir (a Esteban) que ese Jesús de Nazaret destruirá este lugar (El Templo), y cambiará las costumbres que nos dio Moisés.

¿Cuando dijo Jesucristo que destruirá el Templo?
Luego de que Jesús condenara a los escribas y fariseos, y anunciara que toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías será demandada en venganza sobre aquella generación, la generación de Jesús; el Maestro mismo les anuncia que ese juicio consistiría en la destrucción de Jerusalén y el Templo. En palabras de Jesús, Mateo 24.2 nos dice:
"¿Veis todo esto? De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada."
Los otros evangelios de Marcos y Lucas, cada uno también afirma tales profecías, el Templo y Jerusalén serían destruidos dentro de algunos años, antes de que aquella generación muriera.

Los "Últimos Tiempos"
Es cierto que hoy en día la mayoría de evangélicos hispanohablantes cada vez que lee en la Biblia la frase "últimos tiempos" SIEMPRE lo relaciona con el fin del cosmos, con caída de meteoritos sobre las grandes ciudades del planeta tierra, tsunamis inundando las ciudades de la costas, la tierra abriéndose en terremotos por todos lados, pestes y hambrunas, etc.; ¿Pero es así realmente? No.

Noten que ni los discípulos de Jesús relacionaron sus profecías así, ni los judíos de aquella generación. Esto porque "los últimos tiempos", en la escatología judía, era "el fin de la era de Moisés" que terminaba para dar lugar a "la era del Mesías". Un Mesías que de plano lo rechazaron. Unos "últimos tiempos" que se inauguraron con la "llegada del Espíritu Santo" en Pentecostés. Unos "últimos tiempos" que finalmente culminaron con la destrucción del Templo, el denominado "lugar santo", recipiente de "la gloria de Dios", y símbolo de una religión cuyas practicas ceremoniales anunciaban la llegada de un Mesías. Pero un lugar donde Dios ya no moraría jamás, y pasaría a ser demolido porque ahora se tiene un "mejor templo": la Iglesia, el Cuerpo de Cristo.

¿Y ¡Viene el Hijo!?
Jesús habló haciendo uso de una figura que la encontramos en pasajes del Antiguo Testamento como cuando el profeta Nahum dice de Dios que viene contra Nínive en juicio:

"Profecía sobre Nínive. Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios, y guarda enojo para sus enemigos. Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies." - Nahum 1.1-3
En Éxodo 14.19-31 usted podrá tener una idea de lo que es Dios acompañando a su pueblo como una nube que protegía a los israelitas en el día, pero esa misma nube los salvó pasando por el mar en seco, y al mismo tiempo vemos a Dios trayendo juicio contra los egipcios que perecieron en el mar ahogados. En la Biblia, la "venida de Dios en las nubes" es símbolo de su presencia, de juicio y de su salvación (también puedes leer Éxodo 19.16-19). 
"Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó el campamento de los egipcios." - Éxodo 14.24
Quizá el pasaje más claro es Isaías 26.1 donde el profeta anuncia que Dios mismo viene sobre una nube contra Egipto:
"Profecía sobre Egipto. He aquí que Jehová monta sobre una ligera nubey entrará en Egipto; y los ídolos de Egipto temblarán delante de él, y desfallecerá el corazón de los egipcios dentro de ellos."

El Hijo del Hombre "viniendo sobre las nubes" 
De esta manera tenemos clara la figura. "El Hijo del Viniendo Sobre las Nubes" no era otra cosa que el anuncio de "Dios viniendo en Juicio contra Jerusalén y el Templo". Así lo dice Jesús en varios pasajes como Mateo 16.27-28, léalo usted:
"Porque el Hijo del Hombre vendrá en la gloria de su Padre... y pagará a cada uno conforme a sus obras. De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino." 
Ahora, Jesús también les advirtió a sus discípulos que esto sucedería mientras ellos estén predicando el Evangelio a todos los judíos dispersos en el Imperio.
“Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en esta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabareis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.” –Mateo 10.23 Biblia de Jerusalén

Cuarenta Años predicando ¡Viene el Hijo!
Juan el Bautista, al inicio del ministerio de Jesús, anunció este juicio cuando dijo: 
"...el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego... el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego. Su aventador está en su mano, y limpiará su era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará." - Mateo 3.10-12
Desde el anuncio de Juan el Bautista y el inicio del ministerio de Jesús hasta el cumplimiento de este juicio pasaron 40 años. Sí, luego de la ascensión de Jesús y la llegada del Espíritu Santo, el mensaje hacia la Casa de Israel era: "¡arrepiéntanse! ¡Viene el Hijo!


¿¡Viene el Hijo!?
Sí. Tanto fue la predicación de que "Venía el Hijo en las nubes del cielo" que los judíos revoltosos del año 70 A.D., de las revueltas judías contra Roma, se burlaban de las "piedras blancas" que lanzaban los romanos contra su atrincheramiento en el Templo que acomodaban sus palabras en hebreo, y en lugar de decir: "¡viene una piedra!" decían "¡viene el hijo!".

Josefo nos lo cuenta de la siguiente manera:
"Todas las maquinas romanas estaban bien construidas, pero las que eran de la Décima Legión eran las más poderosas. Sus lanzadoras de piedras lanzaban peñascos que pesaban un talento (35Kg) a unos cuatrocientos metros de distancia, y los judíos pusieron observadores en las torres para detectar las piedras lanzadas que, al ser blancas, resplandecían y destellaban mientras volaban. Cuando veían lanzar una piedra, estos atalayas gritaban: "¡viene el hijo! ante lo cual los que estaban en la línea de fuego se lanzaban a tierra para dejar pasar la piedra sin daños. Cuando se les ocurrió a los romanos ennegrecerlas, las piedras se volvieron más eficaces, destruyendo a muchos de un solo tiro." (1)
"La piedra" en hebreo es "ha-eben" y era fácilmente cambiada y  acomodada por los judíos para burlarse de los cristianos diciendo "ha-ben", ¡Ha-Ben! significa ¡Viene el Hijo!

Los revoltosos judíos hacían mofa de la creencia cristiana y de su anuncio de que "Venía el Hijo en las nubes del cielo". Pero en realidad Jesús no vino literalmente como lo hará al final, sino que vino en juicio contra la "esposa prostituta", contra el "Israel apóstata", contra "los labradores malvados que mataron al Hijo del dueño de la Viña".

Por eso mataron a Esteban los enardecidos judíos, porque éste les hizo recordar su pecado y las consecuencias de ese pecado:
"¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores." -Hechos 7.52

¡Ha-Ben! ¡Viene el Hijo!
El Hijo Vino, trajo juicio contra aquella generación y desde entonces reina, y vendrá al final de los tiempos para entregar el reino a su Padre.

¡Feliz Año 2019!

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(1) Paul L. Maier, “Josefo: Los Escritos Esenciales”, Pág. 325-326

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A menos que se indique lo contrario, todas las citas son tomadas de la Biblia RV1960 

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