"Mas ¡ay de las que estén encintas! y de las que críen en aquellos días!" - Mateo 24:19
¿Por qué Jesús se lamentaría tanto de las mujeres que estarían ya sea embarazadas o con hijos bebés durante la Gran Tribulación?
En la década de los 90, la ciudad de Casma, Perú, se estremeció por el brutal crimen cometido por Consuelo Berrocal, una mujer joven que asesinó a su hijo de dos meses para luego cometer canibalismo. Aunque el crimen fue perpetrado en la ciudad de Casma, el acontecimiento repercutió en las familias de millones de peruanos, puesto que nadie creía que una joven de 23 años pudiera asesinar a su bebé para después comerse parte de él. Según comentó en un reportaje periodístico Consuelo Berrocal confesó:
“Estaba jugando con mi hijo y jugando lo hice. ‘Jerito te voy a matar, te voy a comer’, le decía. Lo maté y me lo comí”.
Aunque en el informe mencionó que tenía otro vástago más, no manifestó qué fue lo que hizo con él. De acuerdo con las declaraciones de un especialista y trabajador del Hospital Psiquiátrico Larco Herrera, Consuelo Berrocal habría relacionado que su hijo era un descendiente de Satanás y, por ello, debía matarlo. “Lo que les ha contado todo es cierto (…) ella pensó que (sus descendientes) tenían una relación con el demonio”, expresó.
Aunque este caso es unos de los conocidos en la historia reciente, hay otros como el de Armin Meiwes (Alemania 2001) quien asesinó
y luego comió partes del cuerpo de Bernd Jürgen Brandes, un voluntario que
había respondido a un anuncio en línea. Meiwes filmó el evento y posteriormente
fue arrestado y condenado por homicidio y canibalismo. También se sabe del caso
de Issei Sagawa (París 1981), el estudiante japonés que asesinó y canibalizó a
una compañera de clase. Fue declarado legalmente insano y enviado a un hospital
psiquiátrico en Japón.
Otro caso registrado es el de Albert
Fish (Estados Unidos siglo 20), también conocido como el “Hombre Gris”, cometió
varios asesinatos y actos de mutilación, incluido el canibalismo. Fue arrestado
en 1934 y posteriormente ejecutado. También Alexander Kinyua (Estados Unidos
2012), un estudiante universitario en Maryland, asesinó a su compañero de
cuarto, Kujoe Bonsafo Agyei-Kodie, y luego cocinó partes de su cerebro y
corazón. Fue declarado culpable de asesinato en primer grado y canibalismo.
Aunque estos casos notoriamente
son de personas con problemas mentales cometiendo actos de canibalismo, sabemos
que hay otros casos registrados que se hicieron por sobrevivencia como el caso
de “La Sociedad de a Nieve”, los jugadores de Rugby que sobrevivieron del siniestro
de su avión en los andes al comer carne humana de sus compañeros fallecidos.
Sabemos que en toda guerra, catástrofe de la naturaleza y accidente los niños siempre son los más afectados. Flavio Josefo nos cuenta que desde el año 66 hasta el 70 que las revueltas judías terminaron en la destrucción de Jerusalén y del Templo, cientos de mujeres y niños murieron bajo la espada.
Hay un hecho macabro, que hasta el mismo Josefo siente repugnancia al escribirlo. Se trata del caso de María de Betezuba.
Cuando Jerusalén fue cercada por los romanos los víveres empezaron a escasear. Los revoltosos tomaban para sí todo el alimento que encontraban en las casas sin importar mujeres y niños, quienes morían de hambre.
"Miles de judíos morían de hambre. En cada casa donde había el menor bocado de comida, los parientes luchaban por él. Transidos de hambre, los proscritos husmeaban como perros enloquecidos, royendo lo que fuera: cinturones, zapatos, e incluso el cuero de sus escudos. Otros devoraban manojos de paja..." (1)
La historia volvió a repetirse, el hambre fue tanto que los niños no se escaparon ni de su propia madre. Por qué digo que la historia volvió a repetirse, pues durante el sitio de Samaria por los sirios (año 845 a.C.) hubo tal hambruna que Joram el rey Israel, tubo que hacer penitencia:
"Y le dijo el rey (Joram): ¿Qué tienes? Ella respondió: Esta mujer me dijo: Da acá tu hijo, y comámoslo hoy, y mañana comeremos el mío. Cocimos, pues, a mi hijo, y lo comimos. El día siguiente yo le dije: Da acá tu hijo, y comámoslo. Mas ella ha escondido a su hijo..." 2 Reyes 6.28-30
María de Betezuba (año 70 d.C.) era una mujer de distinguida familia, pero las revueltas judías la habían llevado a perder todas sus propiedades y posesiones quedando en la extrema pobreza. Viviendo ahora en Jerusalén y estando en espantosa hambruna, su pequeño bebé dejó de despertar en ella la ternura de una madre que moriría por salvarlo y cuidarlo.
"Enloquecida por el hambre, tomó al bebé que tenía en su pecho, y dijo "¡Pobre bebé! ¿Por qué debería preservarte para la guerra, el hambre y la rebelión? Ven, se mi alimento: venganza contra los (judíos) rebeldes, y el punto culminante de la tragedia judía para el mundo." Con esto, mató a su pequeño, asó su cuerpo, y devoró la mitad del mismo, ocultando el resto."(2)
Todos los que se enteraban de ese macabro hecho se horrorizaban. Sean los rebeldes judíos, o los romanos. Tal es así que el general Tito, al enterarse, "se declaraba inocente de este crimen delante de Dios. Pero juró que sepultaría esta atrocidad de canibalismo infantil debajo de las ruinas del país."(3)
Este penoso hecho es un eco de la profecía de Jesús, en su lamento y espanto anticipado por el sufrimiento de esos pequeños niños, y de los horrores a los que serían sometidas sus madres; profecía que se cumplió en el año 70 d.C.: "...¡ay de las que estén encintas! y de las que críen en aquellos días!". Al mismo tiempo es una de las maldiciones por quebrantar el Pacto de Dios que celebró en Sinaí con el pueblo de Israel:
"Pondrá sitio a todas tus ciudades, hasta que caigan tus muros altos y fortificados en que tú confías, en toda tu tierra; sitiará, pues, todas tus ciudades y toda la tierra que Jehová tu Dios te hubiere dado. Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el sitio y en el apuro con que te angustiará tu enemigo." -Deuteronomio 28.52-53
Así llegaron las maldiciones y horrores de la Gran Tribulación contra Jerusalén y sus habitantes en el año 70 d.C.
¡Dios nos libre!
------------------
Tomado de:
(1)(2)(3)Paul L. Maier, “Josefo: Los Escritos Esenciales”, Pág.344-345
Esta profecía aún está vigente?
ResponderEliminarYo digo que si , porque después de la segunda venida de cristo habrán mujeres que concebían en el tiempo de la abominación desoladora y ahí habrá persecución y hambre y por eso es el ay.
Eliminarhttps://textosfueradecontexto.blogspot.com/2020/04/mateo-24-links.html
EliminarEs una profecía cumplida en el año 70 d.C.
La gran tribulación, será un tiempo extremadamente peligroso para las mujeres encinta y para las que crien, ya que habrá una hambruna cual nunca ha habido desde la fu dacion del mundo.
ResponderEliminarRecuerden el texto de apocalipsis 6.6 que dice dos libras de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario... Eso es excases de alimento en toda la tierra
La Gran Tribulación ya sucedió!
EliminarPorque es un problema genético causado por las vacunas (abominación desoladora puesta en el templo)
ResponderEliminarEso es el título de una película de ciencia ficción??
EliminarCuándo ???
ResponderEliminar