¿Si no te bautizas en un Río entonces
tu bautismo no es válido?
A continuación partiremos desde
las declaraciones del apóstol Alberto Santana para responder a la pregunta ¿Si no te bautizas en un Río entonces tu
bautismo no es válido? Partiremos desde la teología de este pastor peruano para
ver que muchos creyentes están cayendo en errores recurrentes, por falta de un
estudio sistemático de las Escrituras, y por falta de conocimiento de nuestra
historia cristiana.
Me atrevo a decir que entre los pastores
pentecostales peruanos, Alberto Santana es uno de los que más ha patinado. Su
teología es inconsistente, pero no parece a un pentecostal clásico, antes tiene
una mezcla en las formas externas de pentecostal fundamentalista con una mezcla
de carismático. Son muchos los temas que aborda y predica a cientos de oyentes
que creen que dice “toda la verdad”. Tiene una canal de TV: AS Televisión. Me
llamó mucho la atención un vídeo viral sobre sus afirmaciones de que el
bautismo debe ser en un río, o no es aceptado por Dios.
Veamos a partir de sus declaraciones, si esto es cierto. Si
la Biblia ordena bautizar exclusivamente en un río y/o prohíbe el bautismo en
otra fuente de agua. Según el apóstol Santana, el bautismo debe realizarse en
un rio, esta es su afirmación extraída de YouTube (
https://www.youtube.com/watch?v=J-wdh-T5-UQ):
“Es importante querido hermano que usted se bautice
correctamente, si usted se ha bautizado en bautismerio, en piscina, en el mar (o)
en cilindro; hoy usted tiene oportunidad, bautícese… pero bautícese como Dios
ha mandado, en aguas corrientes, en aguas que corran; en río; bautícese en río;
y usted entonces cumplirá la palabra de
Dios …Hay personas que quizás pregunten, pastor pero yo ya me bautice pero fue
en bautismerio, fue en cilindro, ¿qué puedo hacer? Bien, reafirme su bautismo,
hágalo correctamente conforme a las Escrituras; dígale a su pastor: pastor yo
quisiera bautizarme en el río, pastor yo quisiera que usted me bautice pero
esta vez en el rio… conforme a las Escrituras.” -Apostol Alberto Santana
Vi todo el vídeo y NUNCA PRESENTÓ las bases escriturales
del EXCLUSIVO bautismo en río para los creyentes candidatos al bautismo.
Según al Apostol Alberto Santana, no se debe bautizar en un
bautisterio, cilindro, piscina o en el mar y estas son sus afirmaciones:
“(Los) Bautismerios en sus iglesias son aguas estancadas,
viene uno se bautiza, deja todas sus inmundicias. Viene otro y se bautiza y
deja sus inmundicias…”
“En un cilindro se bautizan veinte personas…la inmundicia
que ha dejado uno recibe el otro.”
“No está bien bautizar en una piscina, no es correcto
bautizar en una piscina. ¿Cuántas personas se están bautizando en piscina?
¿Cuántas personas están haciendo eso? Los bautismos los están realizando en aguas
estancadas, luego ingresa otro, y luego ingresa otro; en aguas contaminadas
vuelven a bautizar… el pecado de uno pasa al otro, pasa al otro… y eso es lo
que no debe hacerse”
“¿Qué simbolismo tiene el mar? El mar tiene un mal
simbolismo, (el mar) simboliza el mundo; no se puede bautizar en el mar porque
es un mal simbolismo, representa al mundo… El río representa al Espíritu Santo,
como usted ya lo sabe, el río tiene un buen simbolismo, no el mar… ”
¿Bautismerio o bautisterio?
Los Baptisterios. Y no “bautismerios” como dice Santana, fueron
usados desde los primeros cristianos, y tenemos registros históricos desde el
siglo IV. Al respecto Justino Mártir (100-168)
y Tertuliano (160 – 220) los primeros cristiano no tenían más baptisterios que las fuentes, los ríos, los lagos o la mar que estuviesen más cerca
de su habitación y como muchas veces la persecución no les permitía bautizar en
medio del día, acudían de noche o conferían
el bautismo en sus casas. Esto significa que para cuando estos hombres de Dios ejercieron su oficio, ya existían bautisterios.
El uso del agua es inherente al
ritual de lavamiento. Así lo atestiguan Ireneo de Lyon (130-202) en su obra Adversus Haereses I:21 y Tertuliano
(160-220) en su obra De Baptismo I al
oponerse a los herejes que sostenían que no era necesario el uso del agua en el
ritual, pero la expresión más clara está en Agustín de Hipona (354-430): «¿Qué es el bautismo? Es una ablución de agua
con la Palabra. Quita el agua y ya no hay bautismo…» (De su Comentario al evangelio de Juan Tratado
15:4).
En la Didaché (capítulo VII) se
habla de una celebración con inmersión
en agua, pero también de un rito por el que se derramaba tres veces agua sobre la cabeza del candidato. La
Didaché es un documento datado entre la década del 70 d. C y mediados del siglo
II mayoritariamente aceptado por los cristianos. Hipólito de Roma (?-253) habla
de una celebración que seguía al candidato al bautismo y que tras oraciones y
preguntas, sometían al candidato a una inmersión en el agua.
Sin embargo, es difícil que
incluso en la Iglesia primitiva se hayan dado casos de bautismo por inmersión EXCLUSIVAMENTE.
Si según los Hechos de los apóstoles, tras la predicación de Pedro fueron tres
mil las personas que se bautizaron resulta muy difícil pensar que todos se
hayan arrojado al agua. Según Cipriano de Cartago (200 - 258), algunos enfermos
eran bautizados seguramente por aspersión o infusión (echar agua sobre el que
se bautiza, generalmente en la cabeza).
El Testimonio de La Didaché
“En cuanto al bautismo, éste es
el modo de bautizar: habiendo previamente dicho todo esto, bautizad en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, en agua viva. Si no tienes
agua viva, bautiza en otra agua. Si no puedes en (agua) fría, (bautiza) en
caliente. Si, empero, no tienes ni una ni otra, derrama agua sobre la cabeza
tres veces en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” - Didaché,
VII
Noten la NO RELEVANCIA de que el
ritual del bautismo sea por aspersión o afusión de agua sobre el candidato. De haber
un mandamiento en el Nuevo Testamento de que sea EXCLUSIVAMENTE por inmersión
en las aguas corrientes de un río, la Didaché tendría otra directriz acorde al
mandamiento. Pero no es así. El bautismo puede ser por inmersión en una fuente
de agua como el mar, un río, o un bautisterio; pero también puede ser por
aspersión o afusión sobre la cabeza del candidato.
Tenemos el testimonio de
algunos padres apostólicos como Justino Mártir
(100-168), que en su obra Apología en Defensa de los Cristianos (I,
61) trata el asunto del bautismo y hace hincapié de que al candidato al
bautismo, los que administran el ritual “lo
conducen a un lugar donde hay agua” para bautizarlo. Noten que no especifica
que la orden sea exclusivamente un río de aguas corrientes.
Así también, Hipólito de Roma en
su obra Sermón sobre la Teofanía (2,
6-8) dice que el creyente candidato al bautismo “…se sumerge con fe en este baño de regeneración…” y luego hace
mención de “salir del bautismo” no
como saliendo de las aguas de un río, sino como saliendo del “ritual del
bautismo”. Tampoco podemos inferir
de sus escritos de un bautismo por inmersión exclusivo en un río.
Lavamientos y Rituales de Purificación en la Antigüedad
El lavamiento del cuerpo con agua
para representar la purificación espiritual y la consagración, era un símbolo
natural que existía entre todas las naciones orientales de la antigüedad, tales
como los persas, brahamanes, egipcios, griegos y romanos, y, de un modo
especial entre los judíos. El autor de Hebreos describe sumariamente el antiguo
ceremonial como consistiendo "en comidas, bebidas y en diversos
bautismos (lavamientos)", Hebreos 9.10.
La idea del lavamiento o limpieza
ceremonial, aparece repetidamente en las leyes mosaicas de purificación (Éxodo
29.4, 17; 30.17-21; 40.12, 30, Levítico 1.9, 13; 6.27; 9.14; 11.25; 14.8, 9,
47; 15.5-27; 16.4-28; 17.15, 16; 22.6; Números 8.7; 19.7-21; 31.23, 24; Deuteronomio
21.6; 23.11). La Biblia Septuaginta (LXX) usa la palabra baptizo dos veces en 2 Reyes 5.14 e Isaías 21.4. El judaísmo
posterior incorporó este significado de
limpieza y purificación a su idea de la relación del nuevo pacto y usó el bautismo como un rito de iniciación,
como se refleja en la secta del Qumrán y las comunidades de los Rollos del Mar
Muerto.
Cuál es la Teología del Bautismo del Nuevo Testamento
El bautismo es un lavamiento con
agua, aunque indiferente en el modo del lavamiento, No debe carecer de la formula
bautismal trinitaria: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y
por su puesto por un ministro varón legalmente ordenado para tal oficio. El
modo del lavamiento, nada tiene que ver.
La palabra baptizo clásicamente se usó para referirse a mojar introduciendo en
el agua, humedecer, purificar, empapar, lavar. En Daniel 4.33, se dice que
Nabucodonosor fue mojado (bou-tizado) con el rocío del cielo. En el Nuevo
Testamento, baptizos se usa
equivalentemente con niptos que sólo
significa lavar. En Marcos 7.2-8 leemos del bautismo
de las copas, ollas, vasos de bronce y mesas (lechos sobre los que varias
personas se reclinaban en la mesa.) Estos objetos no podían ser sumergidos, se
lavaban como lo hacemos hoy sin sumergir objetos en el agua y en lugar de ello
los ponemos bajo el chorro de un grifo o le aplicamos agua con una manguera (cómo
cuando lavas un auto). El objeto de todo este servicio no era sepultar sino
purificar.
En I Corintios se dice que los
israelitas que escapaban de Egipto y Faraón fueron bautizados con Moisés
"en la nube y en el mar" (Éxodo 14.19-31), pero los egipcios que fueron sumergidos no fueron bautizados, y ¿los
israelitas que fueron bautizados no fueron sumergidos? En 1 Pedro 3.20- 21,
se dice que el bautismo era el
antitipo de la salvación de las ocho personas en el arca. Lo curioso aquí es que
no fueron sumergidos en las aguas del diluvio.
Sabemos que los primeros
convertidos al cristianismo eran judíos, y tanto los judíos creyentes como los apóstoles
estaban acostumbrados a purificarse por la inmersión, el rociamiento y la
afusión. Tanto lo uno como lo otro no era una práctica a ser realizada exclusivamente en las aguas corrientes de un
río.
Finalmente, los ejemplos clásicos
en las escrituras nos cuentan que:
- Las grandes multitudes de
creyentes bautizados que narran Hechos en aquel tiempo, sumado a la conocida escasez
de agua en Jerusalén y por el modo general como se habla de ello, es una
evidencia de que haya sido imposible que se haya realizado exclusivamente en un
río.
- El Eunuco fue bautizado a la orilla
del camino en un lugar desierto, el
pasaje no especifica que se detuvieron en un río de aguas corrientes.
- Tres mil nuevos creyentes fueron
bautizados en un solo día en Jerusalén, una ciudad desértica, donde se necesita
reunir en tanques y en cisternas el agua de la lluvia para poder aprovecharla
debido a la escasez ¿Fueron todos a un
río buscando aguas corrientes sin contaminar?
- El carcelero bautizado a media
noche en la prisión ¿En qué momento
bajaron a un río?
- Pablo fue bautizado junto a su
lecho, Ananías le dijo: "Levántate y sé bautizado", y "levantándose
Pablo fue bautizado" Hechos 9.18 no
los vemos de camino a un río a efectuar su bautizo.
Conclusión
¿Si no te bautizas en un Río entonces
tu bautismo no es válido? FALSO! No hay mandamiento ni prohibición sobre el
modo del bautismo, respecto a que sea EXCLUSIVAMENTE en aguas corrientes de un río o en cualquier otra fuente.
Sobre el asunto de que “bautizarse
en aguas estancadas te contamina con los pecados del candidato que te antecede”,
y de que “no te puedes bautizar en el mar porque tiene un mal simbolismo” por
lo contrario “es correcto de que los bautismos sean en un río porque el río
simboliza el Espíritu Santo…” son conclusiones del señor Santana que nada
tienen que ver con la Biblia y la Teología, son producto de su imaginación. Son
el resultado de introducir conceptos a las Escrituras basados en ideas
preconcebidas, antes que el resultado de una exegesis correcta.
Podríamos decir que el señor
Alberto Santana debe tomar clases de hermenéutica urgente, y también de
Homilética. Sobre la doctrina de re-bautizar que sostiene Santana, eso es una
herejía antigua que amerita un estudio aparte (completo y delicado).
Terminaremos con la ya conocida
frase: “Cristiano, Jesucristo murió para quitar tu pecado, no tu inteligencia.”
¡Dios nos guarde!