“¡Alabad su Nombre con danza, Y cantadle con pandero y arpa!”
- Salmo 149. 3 BTX
Hace poco, por motivo de un post
sobre la danza, me sugirieron que el Salmo 1493 “ordenaba” a los “santos” a
cantar, alegrarse y danzar para Dios. ¡Estamos de acuerdo! Cantemos,
alegrémonos y dancemos para Dios, pero la pregunta es ¿Estas acciones son
figuradas o literales?
¿Por qué tomamos como mandato el
danzar en el culto dominical de un Salmo “imprecatorio”?
He aquí nuevamente la necesidad
de estudiar las Escrituras con seriedad. Los salmos están escritos en un
lenguaje poético, los salmos imprecatorios son oraciones pidiendo a Dios
venganza contra sus enemigos. Los salmos imprecatorios son poemas en los que el
salmista pide a Dios que traiga juicio sobre los adversarios de los justos. No
todos los salmos imprecatorios están llenos de maldiciones. Algunos, contienen
elementos de imprecación y otro tipo de material como bendiciones, apelaciones,
adoración, alabanza y más. José E. Martinez concluye sobre los salmos
imprecatorios que es la expresión cantada de “…el deseo de que Dios vindique su
justicia castigando a los hombres malvados”.®
Si vamos a usar el Salmo 149.3
donde dice “¡Alabad su Nombre con danza, Y cantadle con pandero y arpa!” como
sustento para danzar en la iglesia (sea la música que sea como salsa, pop,
merengue, polka, etc.) también deberían considerar el Salmo 149.6-9 que dice:
“Que enaltezcan a ’El con sus gargantas, Y en su diestra sostengan la espada de doble filo, Para tomar venganza entre las naciones, Y dar el castigo a los gentiles. Para aprisionar a sus reyes con grilletes, Y a sus nobles con cadenas de hierro. ¡Ejecutar la sentencia será la honra de todos sus santos! ¡Aleluya!”
Noten los detalles de esta parte
del Salmo 149:
(1) “…en su diestra sostengan la espada de doble
filo…”
(2) “… para tomar venganza entre
las naciones”
(3) “… dar el castigo a los
gentiles…”
(4) “… para aprisionar a sus
reyes con grilletes.”
(5) “…para aprisionar a sus
nobles con cadenas de hierro.”
(6) “…¡Ejecutar la sentencia será la honra de
todos sus santos! ¡Aleluya!”
No hay evidencia bíblica ni
histórica que los hebreos hayan celebrado su liturgia en el Templo de Salomón como
espada en sus manos, con grilletes y cadenas de hierro.
Si usted usa el Salmo 149 para
danzar en la liturgia de su iglesia, también debe considerar tener espadas
afiladas para cortarles la cabeza a sus enemigos.
Este salmo tampoco es un sustento
para danzar en la liturgia de la iglesia. No lo fue para la Iglesia histórica,
y tampoco tiene que serlo para la Iglesia de hoy.
¡Piense!
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® Martinez, J. 1984, “Hermenéutica
Bíblica”, Editorial Clie, Barcelona, Pág. 333
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ResponderEliminarMire hermano no sabe como me he reido con este articulo, pero por la realidad que expone, la verdad como cuando la luz entra por la ventana de una casa y uno ve todo con claridad, Saludos
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