¿Usted
también se topó con personas que dicen “Dios
me dijo”? Yo estoy convencido de que Dios no les ha dicho absolutamente
nada, salvo lo que ya está en las Escrituras, pero lo cierto es que a la Biblia
la tienen relegada a un simple “libro de
principios” que “Dios dijo”.
Ahora van tras lo que “Dios está
diciendo”, las neo-revelaciones.
Y,
si de “Dios me dijo” se trata, en el
siglo XIX, por el año 1843, hubo un campeón en esta materia: José Smith, el
fundador del mormonismo. Este falso profeta escribió sus supuestas revelaciones.
El afirma que “Dios le dijo” una nueva
revelación sobre la “pluralidad de
esposas”, ésto está registrado en el libro de Doctrinas y Convenios, sección 132, cita Nº52, 54, 60-62, veamos lo
que supuestamente “Dios le dijo”:
“52Y
reciba mi sierva Emma Smith a todas las que han sido dadas a mi siervo José y
que son virtuosas y puras delante de mí; y las que no son puras, y han dicho
que son puras, serán destruidas, dice Dios el Señor. 54Y le mando a
mi sierva Emma Smith que permanezca y se una a mi siervo José, y a nadie más.
Pero si no quiere someterse a este mandamiento será destruida, dice el Señor;
porque yo soy el Señor tu Dios, y la destruiré si no permanece en mi ley. 60Por
tanto, nadie censure a mi siervo José, pues yo lo justificaré; porque él hará
el sacrificio que yo requiera de sus manos por sus transgresiones, dice el
Señor tu Dios. 61Y además, tocante a la ley del sacerdocio: Si un
hombre se casa con una virgen y desea desposarse con otra, y la primera
consiente, y él se casa con la segunda, y son vírgenes, y no han dado su
palabra a ningún otro, entonces queda justificado; no puede cometer adulterio,
porque le son dadas a él; pues no puede cometer adulterio con lo que le
pertenece a él y a nadie más. 62Y si le son dadas diez vírgenes por
esta ley, no puede cometer adulterio, porque a él le pertenecen y le son dadas;
por tanto, queda justificado.” (1)
Tremendo
este José Smith, se supo aprovechar de la ignorancia bíblica de sus seguidores.
Gracias a esta profecía (y muchas otras) llegó a tener cerca de 40 esposas, bajo
la licencia de que “Dios le dijo”.
Por cierto, José Smith y los mormones en general, tienen una declaración sobre
la Biblia que dice “creemos en la Biblia
como libro inspirado solamente hasta donde está correctamente traducida…”.
Esto es una declaración que relega a las Escrituras y da lugar a que un ¿“nuevo ungido” nos traiga la “verdad actual”? Como dice Guillermo
Maldonado ¿“lo que Dios está diciendo
ahora”?
Usted
es cristiano evangélico y seguramente no está de acuerdo, en absoluto, con José
Smtih. Pero ahora lo que deseo hacer es mostrarle tres testimonios, uno de un
predicador carismático reconocido y otros dos testimonios de personas
completamente desconocidas para ti, pero parece que se han puesto de acuerdo
cuando de decir que “Dios les habla”
se trata. Lo cual significa que entre los evangélicos, las practicas de falsos
profetas como José Smith son muy comunes.
Dios le habló en
pleno servicio de “ministración”
Todd
Bentley, cuenta su experiencia sobre cómo Dios lo guió en su ministerio de revelación
y sanidades:
“Le
dije: «Dios, oré por unas cien personas lisiadas. ¿Ninguna (sanó)?». Él me
contestó: «Es por eso que quiero que agarres las piernas tullidas de esa señora
y golpees hacia arriba y hacia abajo en la plataforma como si fueran un bate de
béisbol». Me acerqué, le agarré las piernas y empecé a dar golpes. ¡BAM! ¡BAM!
Comencé a golpear hacia arriba y hacia abajo en la plataforma. Ella fue sanada.
Y pensé: «¿Por qué no se mueve el poder de Dios?». Él me dijo: «Porque no has
golpeado a esa mujer en la cara». Había una señora mayor adorando justo frente
a la plataforma. Y el Espíritu Santo me habló; el don de fe vino sobre mí. Él
me indicó: «¡Patéale la cara con tu bota de motociclista!». Me acerqué más y
allá fue. ¡BAM! Tan pronto mi bota se puso en contacto con su nariz ella cayó
bajo el poder de Dios.”(2)
Todd
Bentley, es un evangelista carismático que fue muy aclamado por líderes
neo-pentecostales como Peter Wagner debido a su participación en el
Reavivamiento de Lakewood 2008. Aunque su ministerio se vio estancado
temporalmente como consecuencia de una relación ilícita con una mujer miembro del
personal, Bentley regresó al ministerio a tiempo completo solo un poco más
tarde, después de haberse divorciado y vuelto a casar. Lo que deseamos destacar
con esta cita de internet es lo siguiente:
Bentley
asegura que Dios le habló, no específica si audiblemente o en una voz al
interior de sí mismo. Aparentemente, tuvo un ministerio de sanidades frustrado
en su inicio y le pidió a Dios que le diera respuestas. Dios le contesto y le
pidió que haga algo excepcional para sanar a una mujer que tenía las piernas en
mal estado. Bentley asegura que la mujer fue sanada, aunque no hay reportes de
dicha sanidad. Luego, el evangelista le hace más preguntas a Dios, y aquí Dios
le responde algo no sólo excepcional, sino horroroso; Dios le pidió que pateara
en la cara a una mujer que estaba en medio de la congregación al frente
adorando.
¿Qué es esto?
Aunque
el creyente pentecostal y carismático ve a las Sagradas Escrituras como la
máxima autoridad, muchas veces en la práctica define muchos de sus conceptos
con fuentes externas que están corroboradas por la experiencia. En otras
palabras, la experiencia puede llegar a pesar más que la Escritura y regir el
proceder frente a algo en particular no porque lo demostró con las Escrituras,
sino que tuvo un sueño o una visión, y eso hace que se crea en algo en
particular.
Si la
experiencia de Bentley te sorprendió, aquí hay otra que también te sorprenderá.
Dios me dijo que hay espíritus (demonios) de lujuria
Conversando
con una compañera de estudios de un seminario pentecostal, sobre la actividad
demoniaca, ella aseveraba que existen los -espíritus de lujuria-. Lo que
vendría a ser un demonio responsable de causar los pecados sexuales en los
seres humanos. Ella afirmaba que aún “los cristianos fríos, que no oran ni
ayunan, pueden ser atacados y poseídos por este demonio y los hará caer en
pecados sexuales”.
Le pedí
su explicación, ya que en la Biblia no se menciona, ni se hace referencia a un
espíritu de lujuria, o de adulterio o algo por el estilo; antes bien, leemos
que todos estos son pecados, son lo que Pablo le llama “las obras de la carne”
y responsabilizar a un demonio por un pecado propio, es ir en contra de la
doctrina del pecado. Ella afirmó que efectivamente no estaban en la Biblia,
pero que ella creía en su existencia pues Dios se lo había revelado en una
visión, Dios se lo “había dicho personalmente”. Este es su testimonio:
“Yo
estaba en la ciudad de Cajamarca (Perú), fuimos a evangelizar con mi
congregación. Nos hospedamos en un hotel barato. Antes de ingresar a la
habitación del hotel oramos para que los demonios que ahí hay no nos afecten.
Oramos, y Dios me mostró dos animales acostados en una de las camas, estaban
sosteniendo relaciones sexuales como si fueran dos personas, una pareja de
pecadores. Eso eran dos demonios. El Señor me decía que esos son demonios que
dejan en los cuartos de hotel las parejas de fornicarios y adúlteros. Luego,
los atamos y los echamos fuera. Por eso les digo que sí hay demonios de lujuria
y de adulterio, yo los vi en esa visión, y oramos para que no nos afecten a
nosotros. Dios mismo me habló y me confirmó que sí existen.”
La
experiencia en este caso es mucho mayor que cualquier argumento bíblico, por
ello su cosmovisión de la actividad demoníaca no está basada en la Biblia sino
en las experiencias que ella afirma tener. Pero observa este otro testimonio.
Dios me dijo que la ropa de color rojo es del diablo
En
cierta ocasión nos abordó, a mi esposa y a mí, una mujer con una Biblia en su
mano y nos quiso evangelizar. Le manifestamos que también éramos cristianos,
pero ella insistió que deberíamos arrepentirnos y dejar de usar ropa de color
rojo. Mi esposa estaba con una blusa de color rojo, y ella, la hermana,
prácticamente nos acusó de ser cristianos falsos, de ser liberales, y de estar
en pecado.
Fuimos
amables con ella, tratamos de comprenderla y entablamos una charla.
Básicamente, le pregunté de donde había sacado eso de que la ropa de color rojo
era “del diablo” como ella decía. Ella nos dio la siguiente explicación:
“Yo
deseo agradar a Dios en mi vida. Yo encontré en la Biblia, en 1 de Pedro 3.3
que dice: “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos
de oro o de vestidos lujosos”. Entonces yo le pregunté a mi pastor qué
significaba esto. Él me dijo que tenía que orar a Dios y ayunar, me advirtió
que a Dios no le agrada la ropa mundana y los pantalones. Yo me propuse orar y
ayunar y le preguntaba a Dios constantemente acerca de cómo quería que yo me
vistiera. Yo tenía algunos trajes en mi ropero, entre ellos algunas blusas rojas
que a su vez eran elegantes y las usaba para ceremonias como matrimonios. Usted
sabe, uno guarda lo más elegante para esas ocasiones mundanas. Una noche, soñé
que Dios me decía: “ya no quiero que uses esas blusas rojas, porque el rojo es
el color de las rameras, y mis hijas no son rameras sino santas para mí”, Yo
desperté asustada del sueño y fui y quemé todas mis prendas de color rojo que
tenía en mi ropero. De esta manera entendí este pasaje bíblico, Dios no quiere
vestidos lujosos, no quiere que nos vistamos de rojo, por ello los exhorto a
dejar de usar ese color en sus prendas…”
Nos
tomamos un tiempo para tratar de explicarle que ella estaba interpretando
erradamente las Escrituras y que estaba basando su entendimiento en una
experiencia personal, que a juzgar por sus conclusiones, no tenía nada de guía
del Espíritu de Dios; pero fue infructuoso; ella nos dijo que no podría aceptar
una explicación de la Biblia de un falso cristiano, de alguien que no ha tenido
una experiencia.
¿Estos testimonios -bienintencionados- y con
apariencia de piedad, son genuinos?
No,
Dios nunca les habló nada, o están escuchando a demonios o a su gráfica y
amplia imaginación, o a su carne (como en el caso de José Smith). La autoridad
no es el silencio de la Biblia sobre ciertos temas. Es decir “si la Biblia no
dice nada al respecto” no significa que vamos a tomar como una licencia para
aceptar o creer algo porque la Biblia no dice nada al respecto. Esa no es la
autoridad de la Biblia. Si la Escritura manda algo al respecto, esa es la
autoridad. La Biblia no dice sobre
muchas cosas, pero lo que sí dice es nuestra autoridad. Esa debe ser nuestra
regla.
Podemos
citar un sinnúmero de historias oídas de hermanos que dicen que “Dios les habló”, no sabemos si
audiblemente o no pero ellos están seguros de eso. El problema aquí es que muy
probablemente de verdad sí están escuchando una voz “que les habla audiblemente”, pero lamentablemente, a juzgar por lo
que esa voz les habla, podemos estar completamente seguros a la luz de las
Escrituras, que no es Dios quien les habla.
¿Dios me dijo?
Hago una
invitación sincera a los hermanos pentecostales y carismáticos, para que escudriñemos
las Escrituras y descubramos juntos las verdades que hay en ella. No podemos ir
por allí con una tremenda carencia de conocimiento bíblico, y pretender que
Dios nos está dando constantemente nuevas revelaciones. Eso de que “Dios me dijo” es un horroroso pretexto
para la carne.
Si
Dios les está hablando audiblemente tan seguido como dicen, me pregunto ¿Cómo es que hasta ahora no les ha revelado
la verdad? Lo que pasa es que indefectiblemente, Dios nos les está
hablando, y en esto debemos tener mucho cuidado, bien podría ser que estén
escuchando audiblemente al mismo “diablo
disfrazado de ángel de luz”. Pablo nos advierte en 1 Timoteo 4.1:
“Pero
el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de
la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios.” (BTX)
Literalmente
Pablo advierte que la apostasía consiste en escuchar a espíritus engañadores.
Esto nos pone los “pelos de punta”.
Sí, así como los lee. En los cuatro testimonios anteriores hay grandes
coincidencias:
1.
Aseguran
que Dios les habló, su experiencia es imborrable e irrefutable. Es su propia
experiencia, y nadie se las va a quitar.
2. No
tienen cómo respaldarlo con las Escrituras. Lamentablemente, lo que “supuestamente” reciben como “revelación” no tiene una conexión con
las Escrituras, y en la mayoría de veces
lo que “reciben audiblemente de
una voz que se la atribuyen a Dios” es una absoluta contradicción con lo
que ya está escrito en las Escrituras. La mayoría de neo-revelaciones han
resultado ser totalmente contrarias con las Escrituras.
3.
La
mayoría de personas que aseguran que "Dios les habla" desconocen las Escrituras y solamente
están muy bien relacionados con ciertos pasajes que lo usan fuera de contexto.
4. Cuando
los refutas con Biblia en mano reaccionan contra ti diciendo cosas como: “eres incrédulo”, “estás apagando al
Espíritu”, “eres religioso y fariseo”, “la letra mata”, “cesacionista”. “no crees
en el Espíritu Santo” etc.
¿En qué concluimos?
Llevar
un ministerio basado en el “Dios me
dijo” puede llevar a congregaciones enteras al error, a la herejía y
autodestrucción. Los miembros de las iglesias donde pululan este tipo de
manipulaciones emocionales y coacciones donde se dice que “Dios está mostrando cosas sobre tu vida…”, lo único que han
logrado es gente confundida que luego terminan peor que antes. Casi así como
cuando Jesús les dijo a los fariseos:
“Ay
de vosotros, escribas y fariseos, ¡hipócritas! porque recorréis mar y tierra
para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis dos veces más hijo del
infierno que vosotros.” Mateo 23.15 (RV1960).
Si
cree que Dios -le dice- algo,
contrástelo con las Escrituras, si ya está en la Biblia; entonces lo que Dios -le está diciendo en realidad- es que
necesita estudiar más las Escrituras para que usted lo sepa; ahora si no está
en la Biblia, lo más seguro es que a usted le está hablando su
imaginación- o -un demonio-. Si
usted continúa procediendo así, terminará entrando por la “puerta ancha” de camino al mismo lugar que José Smith, y todos los
falsos profetas.
¡Dios
mío, ayúdanos!
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NOTAS BIBLIOGRÁFICAS: