¿Cómo definen "maldiciones generacionales" los falsos maestros?
Sobre las maldiciones generacionales se dice que, seas cristiano o no, los hijos heredan los pecados (y las consecuencias) de sus padres. Si tu padre o madre fue adultero, o asesino; entonces tú lo serás también, y lo tienes que “romper” y “cancelar” para que seas libre tú y tus próximas generaciones. Es una enseñanza que está muy difundida en muchas iglesias evangélicas de casi todo el mundo. Es común escuchar que algunos creyentes se “esfuerzan” por agradar a Dios y sacarse ese peso de la “maldición” por el pecado de sus padres.
Recuerdo a un amigo periodista, a quien le iba mal en todo lo que emprendía. Llegó a una congregación en donde escuchó “la explicación a su problema”. Me contó que él era producto de un embarazo no deseado, su padre, cuando se enteró del embarazo de su madre, trató de convencerla para que lo abortara. Él contó esto a sus pastores y ellos le dijeron que le iba mal en todo porque sobre su vida pesaba la “maldición de la muerte”. Es decir que en su vida él lucharía contra un espíritu de muerte todo el tiempo pero que debía ir a varios encuentros espirituales para que sea liberado. Lo curioso de esto es que él profesaba ser cristiano desde la adolescencia.
Casi siempre, la orientación de los líderes carismáticos de las iglesias donde se enseñan estas doctrinas, es que el creyente que está bajo maldición debe “anular”, “romper”, “cancelar” las maldiciones. Y sobre éstas y otras farsas comunes de estos tiempos de apostasía te sugiero leer este artículo: http://www.ebetances.com/2014/05/cancelo-declaro-decreto.html.
¿Qué textos bíblicos tergiversan?La mayoría de veces escuché predicaciones citando a Moisés a quien Dios le dio la Ley para el pueblo de Israel, y en donde encontramos los siguientes versos:
Entre las “novedades teológicas” que acompañan a los pseudo-apostoles y pseudo-profetas se encuentra este tema sobre las “maldiciones generacionales”, que enseña que todas las personas nacen bajo una "maldición" por pecados que cometieron sus antepasados. Casi siempre, esta maldición es entendida algo así como una “maldición mágica” cargada de maleficio.
Casi siempre, la orientación de los líderes carismáticos de las iglesias donde se enseñan estas doctrinas, es que el creyente que está bajo maldición debe “anular”, “romper”, “cancelar” las maldiciones. Y sobre éstas y otras farsas comunes de estos tiempos de apostasía te sugiero leer este artículo: http://www.ebetances.com/2014/05/cancelo-declaro-decreto.html.
¿Qué textos bíblicos tergiversan?La mayoría de veces escuché predicaciones citando a Moisés a quien Dios le dio la Ley para el pueblo de Israel, y en donde encontramos los siguientes versos:
“... yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.” Éxodo 20:5 / Deuteronomio 5:9 (RVR1960)
“... de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.” Éxodo 34:7 (RVR1960)
“... de ningún modo tendrá por inocente al culpable; que visita la maldad de los padres sobre los hijos hasta los terceros y hasta los cuartos.” Números 14:18 (RVR1960)Aclaremos porqué es un Texto Fuera de Contexto
Entre las “novedades teológicas” que acompañan a los pseudo-apostoles y pseudo-profetas se encuentra este tema sobre las “maldiciones generacionales”, que enseña que todas las personas nacen bajo una "maldición" por pecados que cometieron sus antepasados. Casi siempre, esta maldición es entendida algo así como una “maldición mágica” cargada de maleficio.
Por ejemplo, si eres una persona a quien tu madre te quiso abortar, es decir te quiso matar; entonces hay una “maldición de muerte rondando tu vida”. Esta enseñanza asegura que uno puede nacer cargando la maldición de sus padres, abuelos o hasta bisabuelos. Es utilizada muchas veces para explicar el porqué un creyente no prospera, no se sana, o sufre de infortunio en todo lo que hace.
No es raro hoy en día sintonizar una radio local, o un programa de TV-cristiana, donde no se predique estas falsedades. Muchos de estos predicadores “profetas del desastre”; han llegado a dar una explicación fabulosa al respecto afirmando que esa maldición queda en el esperma y el óvulo que forman el feto, por lo que hay que reemplazar el ADN del pecado con el ADN de Dios.
¿De dónde sale el aspecto "generacional" que se le da a esta enseñanza? Obviamente se basan en la aseveración de otros textos donde aparece el término “generación”.
No es raro hoy en día sintonizar una radio local, o un programa de TV-cristiana, donde no se predique estas falsedades. Muchos de estos predicadores “profetas del desastre”; han llegado a dar una explicación fabulosa al respecto afirmando que esa maldición queda en el esperma y el óvulo que forman el feto, por lo que hay que reemplazar el ADN del pecado con el ADN de Dios.
¿De dónde sale el aspecto "generacional" que se le da a esta enseñanza? Obviamente se basan en la aseveración de otros textos donde aparece el término “generación”.
¿Y qué dicen realmente estos textos sobre la “maldición”? Curiosamente, y aunque usted no lo crea de primer plano; los textos usados para enseñar sobre “maldiciones generacionales” no mencionan en ninguna parte el término “maldición”. Esto se debe a que la mayoría de falsas doctrinas se hacen sacando un texto fuera de contexto; son elaboradas por personas que “desconocen” (no sé si intencionalmente) la gramática del hebreo en el que fue escrito el Antiguo Testamento, y no sólo desconocen sino que lo usan a su antojo para sus fines personales y no para traer verdadera liberación sobre los creyentes.
Veamos el Contexto de Éxodo 20.5 (también lo encontramos en Deuteronomio 5.1-21). Aquí encontramos que Dios está estableciendo el mandamiento contra la idolatría. Esta afirmando que Él es Dios, y que no hay nada ni nadie fuera de Él. Él es quien ha hecho las maravillas sobre Israel. Establece varios puntos importantes:
En el contexto leído es Dios mismo el que habla. Le está diciendo a su pueblo, que todos los que le aborrezcan tendrán un castigo, y así mismo les está diciendo que todos aquellos que le amen gozarán de misericordia y perdón. No está diciendo en ningún momento algo parecido a: “yo castigaré a los hijos que hayan heredado el pecado de su padre”, tampoco dice “todos los hijos sufrirán por el pecado de su padres”. No encontramos en el contexto leído los términos ni “heredar”, ni “maldiciones”, ni “generacionales”. Esto es una tergiversación del Texto Sagrado.
El contexto de Éxodo 34.7 afirma lo mismo que en el contexto de Éxodo 20.5 y Deuteronomio 5.9, y se añade “que de ningún modo tendrá por inocente al malvado”, es decir; cada quién pagará por su propio pecado tan igual como en el Contexto de Números 14:18.
Dios no está convirtiendo (ni los convierte ahora tampoco) los pecados de las personas en “maldiciones generacionales” sino que en su misericordia los visita para traer perdón. ¿Cómo es, entonces, que Dios visita la iniquidad hasta la tercera y la cuarta generación, si ya la perdonó? La respuesta está en el concepto bíblico de la persona humana como ser social. Es decir en el contexto bíblico Dios ve a los individuos como comunidades.
Veamos el Contexto de Éxodo 20.5 (también lo encontramos en Deuteronomio 5.1-21). Aquí encontramos que Dios está estableciendo el mandamiento contra la idolatría. Esta afirmando que Él es Dios, y que no hay nada ni nadie fuera de Él. Él es quien ha hecho las maravillas sobre Israel. Establece varios puntos importantes:
- Jehová es Dios, y no hay nada ni nadie fuera de Él.
- No tendremos “dioses”, sólo Él es Dios.
- No te harás “imágenes” que se conviertan en ídolos para que les des adoración, como si fuesen Dios.
- Dios es fuerte.
- Dios es celoso, es decir; no comparte su gloria con nadie.
- Es un Dios presente en todas las edades, épocas y generaciones. Es eterno.
- Él está pendiente de la maldad de los hombres, en todas sus generaciones.
- Está presente en cada generación para “castigar” a todo aquel que le aborrezca y que cometa pecado contra Él.
- Está presente en cada generación (miles de generaciones) para “tener misericordia” y perdonar a los que lo “aman y guardan sus mandamientos”.
En el contexto leído es Dios mismo el que habla. Le está diciendo a su pueblo, que todos los que le aborrezcan tendrán un castigo, y así mismo les está diciendo que todos aquellos que le amen gozarán de misericordia y perdón. No está diciendo en ningún momento algo parecido a: “yo castigaré a los hijos que hayan heredado el pecado de su padre”, tampoco dice “todos los hijos sufrirán por el pecado de su padres”. No encontramos en el contexto leído los términos ni “heredar”, ni “maldiciones”, ni “generacionales”. Esto es una tergiversación del Texto Sagrado.
El contexto de Éxodo 34.7 afirma lo mismo que en el contexto de Éxodo 20.5 y Deuteronomio 5.9, y se añade “que de ningún modo tendrá por inocente al malvado”, es decir; cada quién pagará por su propio pecado tan igual como en el Contexto de Números 14:18.
Dios no está convirtiendo (ni los convierte ahora tampoco) los pecados de las personas en “maldiciones generacionales” sino que en su misericordia los visita para traer perdón. ¿Cómo es, entonces, que Dios visita la iniquidad hasta la tercera y la cuarta generación, si ya la perdonó? La respuesta está en el concepto bíblico de la persona humana como ser social. Es decir en el contexto bíblico Dios ve a los individuos como comunidades.
La Biblia no conoce el individualismo de nuestro pensamiento moderno, de personas como entes en sí, independientes de la comunidad a la que pertenecen. Entonces, la maldad tiene consecuencias morales y sociales sobre la familia y la sociedad, y en esas circunstancias Dios está "visitando" a su pueblo.
Es claro que estos pasajes no dicen absolutamente nada que podría significar "maldiciones generacionales". No habla de maldiciones en ninguna parte, sino del amor y la justicia de Dios con que se preocupa por nosotros ("nos visita"). Ni mucho menos indica algo de un ADN programado con maldiciones de antepasados. Especulaciones de este tipo revelan una muy grave falta de respeto hacia el Texto Inspirado.
Es obvio que estos pasajes no destacan la maldición de los malvados sino la primacía de la misericordia de Dios. Si las consecuencias del pecado se extendieran hasta cuatro generaciones, el amor y la misericordia de Dios llegarían hasta mil generaciones. Es posible que "cuatro generaciones", más que una frase literal de una maldición matemática, sea un modismo para expresar las consecuencias del pecado sobre la familia y la sociedad. De cualquier forma, "donde el pecado abundó (cuatro generaciones), la gracia sobreabundó (mil generaciones)".
Es claro que estos pasajes no dicen absolutamente nada que podría significar "maldiciones generacionales". No habla de maldiciones en ninguna parte, sino del amor y la justicia de Dios con que se preocupa por nosotros ("nos visita"). Ni mucho menos indica algo de un ADN programado con maldiciones de antepasados. Especulaciones de este tipo revelan una muy grave falta de respeto hacia el Texto Inspirado.
Es obvio que estos pasajes no destacan la maldición de los malvados sino la primacía de la misericordia de Dios. Si las consecuencias del pecado se extendieran hasta cuatro generaciones, el amor y la misericordia de Dios llegarían hasta mil generaciones. Es posible que "cuatro generaciones", más que una frase literal de una maldición matemática, sea un modismo para expresar las consecuencias del pecado sobre la familia y la sociedad. De cualquier forma, "donde el pecado abundó (cuatro generaciones), la gracia sobreabundó (mil generaciones)".
Si existieran "maldiciones generacionales", tendrían que haber también "bendiciones generacionales", y eso acumuladas sobre mil generaciones. El teórico ADN de esta teoría tendría que codificar centenares de pecados y muchos miles de bendiciones, y sin duda el saldo sería a favor de la bendición y las misericordias de Dios.
Cito al pastor John MacArthur, en su libro "Seguro en los brazos de Dios" donde nos dice:
Patrones generacionales de conducta.
Muy probablemente, hay una gran confusión, o mala interpretación, no sé si intencional o no; pero si leemos Ezequiel 18.2 encontramos que dice:
Sin embargo, Ezequiel 18.4 afirma que "el alma que peque esa morirá". El Señor corrige la idea equivocada del pueblo en cuanto al principio de la iniquidad heredada (Éxodo 34.7, Deuteronomio 5.9). Aunque la iniquidad pueda pasar de una generación a otra, como lo vemos en Génesis 3.6-7;4.7,8,23,24; cada persona es responsable por su propio pecado.
Los padres pueden ser adúlteros, borrachos o ladrones; y este pecado puede llegar a ser practicado por los hijos, pero no es un castigo el que los practique. Ezequiel 18.14 dice que puede haber un padre pecador pero "su hijo que observa todos los pecados que su padre comete, y viéndolo no hace lo mismo", es decir, si estuviera bajo maldición no tendría opción, pero la Biblia nos está diciendo que los hijos pueden, voluntariamente, repetir el pecado de los padres o simplemente no hacerlo.
Una cosa son patrones generacionales de conducta pecaminosa, y otra cosa son maldiciones generacionales, y tanto en lo uno como en lo otro, Dios no está castigando a los hijos por los pecados de sus padres.
Conclusión
Esta falsa doctrina de las “maldiciones generacionales” solamente trae confusión entre los creyentes que ya han sido libres al creer en Jesús. Y el mejor texto para refutar esta falsedad se encuentra en Deuteronomio.
Lejos de fundamentarse fielmente en la Palabra de Dios, la enseñanza de "maldiciones generacionales" es un abuso del Texto Bíblico. Es otra especulación fantasiosa de algunos predicadores que no se cansan de inventar nuevas doctrinas para deslumbrar a su público y mantenerlos cautivos de sus aberraciones. Lejos de ser un mensaje fiel a la Palabra, es otro intento de manipularla, y manipular al público creyente.
¿Hay más sobre este tema?
La respuesta es: Sí. No existen tal “maldiciones generacionales” y si las hubiera el sacrificio de Cristo es más que suficiente para liberarte de cualquier maldición por el pecado. En 1 Corintios 5.17 dice que:
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Cito al pastor John MacArthur, en su libro "Seguro en los brazos de Dios" donde nos dice:
“Ningún hijo lleva la culpa de su padre. Pero los hijos de una generación pecadora son afectados poderosamente por las consecuencias de los pecados de una sociedad. En Éxodo, Dios estaba dando la Ley y advirtiendo a los padres de Israel que si no le adoraban sólo a Él, y se volvían de los ídolos, corromperían espiritualmente a la población y habría consecuencias malas por generaciones. La idolatría de los padres naturalmente infectaría a las generaciones subsiguientes. Una vez que la contaminación espiritual fuera puesta en marcha en Israel, sería tan penetrante que contagiaría por generaciones de hijos, nietos y bisnietos. La historia subsecuente de Israel demostró la verdad de esta advertencia. El pecado engendra más pecado, y el efecto penetrante del mal ejemplo de una padre a menudo pasa por generaciones."(1)
Muy probablemente, hay una gran confusión, o mala interpretación, no sé si intencional o no; pero si leemos Ezequiel 18.2 encontramos que dice:
"Los padres comen las uvas agrias, pero los dientes de los hijos tienen la dentera." (LBLA)Pero, originalmente, este proverbio era una advertencia a los padres para que tuvieran en cuenta que su pecado traería malas consecuencias a la siguiente generación. Esta actitud también causó cierto fatalismo ya que los hijos creían que ellos no eran culpables de la conducta de los padres (comparar Jeremías 31.29 y Lamentaciones 5.7)
Sin embargo, Ezequiel 18.4 afirma que "el alma que peque esa morirá". El Señor corrige la idea equivocada del pueblo en cuanto al principio de la iniquidad heredada (Éxodo 34.7, Deuteronomio 5.9). Aunque la iniquidad pueda pasar de una generación a otra, como lo vemos en Génesis 3.6-7;4.7,8,23,24; cada persona es responsable por su propio pecado.
Los padres pueden ser adúlteros, borrachos o ladrones; y este pecado puede llegar a ser practicado por los hijos, pero no es un castigo el que los practique. Ezequiel 18.14 dice que puede haber un padre pecador pero "su hijo que observa todos los pecados que su padre comete, y viéndolo no hace lo mismo", es decir, si estuviera bajo maldición no tendría opción, pero la Biblia nos está diciendo que los hijos pueden, voluntariamente, repetir el pecado de los padres o simplemente no hacerlo.
Una cosa son patrones generacionales de conducta pecaminosa, y otra cosa son maldiciones generacionales, y tanto en lo uno como en lo otro, Dios no está castigando a los hijos por los pecados de sus padres.
Conclusión
Esta falsa doctrina de las “maldiciones generacionales” solamente trae confusión entre los creyentes que ya han sido libres al creer en Jesús. Y el mejor texto para refutar esta falsedad se encuentra en Deuteronomio.
“Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado.” Deuteronomio 24.16 (RVR1960)
Lejos de fundamentarse fielmente en la Palabra de Dios, la enseñanza de "maldiciones generacionales" es un abuso del Texto Bíblico. Es otra especulación fantasiosa de algunos predicadores que no se cansan de inventar nuevas doctrinas para deslumbrar a su público y mantenerlos cautivos de sus aberraciones. Lejos de ser un mensaje fiel a la Palabra, es otro intento de manipularla, y manipular al público creyente.
¿Hay más sobre este tema?
La respuesta es: Sí. No existen tal “maldiciones generacionales” y si las hubiera el sacrificio de Cristo es más que suficiente para liberarte de cualquier maldición por el pecado. En 1 Corintios 5.17 dice que:
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”No hay argumento humano que contradiga tal afirmación bíblica. Los hijos de Dios no viven más en maldición. No hay tales maldiciones generacionales sobre su vida, si usted es un creyente en Jesús el Mesías no necesita andar “rompiendo”, “cancelando”, “quebrantando”, ni nada por el estilo. Usted es libre en Jesús, créalo y sea feliz viviendo la vida abundante que Dios le da.
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(1) MacArthur, 2015, Seguro en los brazos de Dios, Grupo Nelson, Pág.45
Tu trabajo, a pesar de que has partido de la definición o premisa vaticana de "maldición"(Que los ideólogos de la mujer ramera(la religión mayoritaria, el Camino ancho y permisivo) definen como a una especie de nube negra a lo que Dios acude -poniéndote bajo ella- para horrorizar la gente) es un análisis que destila erudición, sin llegar a genialidad.
ResponderEliminarDiré que así como está es muy difícil de mejorar, debo agradecerte a nombre de la comunidad creyente por tu concienzudo trabajo.
Pero acaso se le puede agregar una aclaración o un par de párrafos en los cuales se aclare PORQUÉ ES MUY VALIDO tu análisis: porque "la maldición" NO es ni puede ser una nube negra bajo la cual te coloca Dios, puesto que Dios es ABSOLUTAMENTE INOCENTE de lo desagradable que nos ocurra, Y PORQUE LA BIBLIA DEFINE DE FORMA INEQUÍVOCA A LA LLEVADA Y TRAÍDA MALDICIÓN:
¿Es una especie de nube negra, un mal augurio, una salación, un desahuciamiento, una mala suerte?
NO.
La maldición TAN SOLO CONSISTE EN VIVIR VIOLENTANDO los 10 mandamientos-y cosechando sus respectivas consecuencias-, lo dice Dios letra por letra:
Salmo 119:21
Deuteronomio 11:28 y 28:15
Proverbios 28:9
Así las cosas, Dios NO "te pone bajo la maldición", sino tan solo está describiendo la situación en la que tu rebeldía te coloca, al grado que tendrías que ser destruido: Deuteronomio 7:10
Explicado con florcitas y manzanitas acá: t.co/P5TmPL7X
En que apoyan los versiculos arriba mencionados por Centauro la idea de la inexistencia de la iniquidad (pecados heredados)..??
ResponderEliminarA quien estaba hablando Dios en Exodo..? a todo el mundo o a su pueblo escogido..?? evidentemente a su pueblo, a los creyentes.
La liberacion es para los creyentes, ... si ya son creyentes de que deben liberarse..? precisamente de la iniquidades.
Que hace que tengamos de manera innata en el hombre la maldad como la describia el apostol Pablo en Romanos 7:15...existe una herencia espiritual inegable.
El pecado es fruto de la iniquidad que llevamos oculta, es visible, mientras que la raiz del pecado (lo oculto) es la iniquidad y esta profundamente arraigado en el hombre.
Creo que es demasiado esfuerzo para tratar de negar cada uno de las responsabilidades y comisiones que nos dejo nuestro salvador, para que por medio del Espiritu Santo los creyentes seamos usados como instrumentos para sanaramos a los enfermos, hecharamos fuera demonios, etc.
Estoy tratando de entender tu comentario. La verdad, a veces es necesario hacer una pregunta concreta y no lanzar un pensamiento que abarca varios puntos, aunque relacionados, no se puede responder sin aislarlos el uno del otro.
ResponderEliminarQuisiera responder sólo lo siguiente:
1) Maldiciones hay, siempre hubieron.
2) Si un padre comete un pecado, sus hijos acarrean consecuencias, mas no una maldición como culpa. La Biblia hace justicia al mostrar que cada hombre y mujer es responsable por su propio pecado, y como tal cada uno pagará por su propio pecado. El único que ha pagado por los pecados de otros es Jesús el Mesías, pero no porque los herede de los creyentes redimidos, sino porque es un "sustituto expiatorio".
3) La única herencia que los hombres tienen desde Adán es la condición de "pecadores". Podría decirlo así: "pecamos porque somos pecadores". Lo entendemos mejor con una sencilla comparación: un bebé es un "pecador", pero "no peca". No se le puede acusar ni condenar por ninguna "obra pecaminosa" y la Biblia dice que "cada uno pagará por sus obras". Por lo tanto, de nuestros padres heredamos esa condición de "pecadores", pero cada uno pagaremos por nuestros "propios pecados".
Espero haber disipado tus inquietudes!