jueves, 19 de diciembre de 2024

O7 CARACTERÍSTICAS DE UN CRISTIANO NO REGENERADO





7 Señales de que un cristiano podría no ser verdaderamente regenerado

El número de personas que asisten a iglesias evangélicas ha crecido exponencialmente en muchos países, especialmente en contextos de avivamiento o religiosidad cultural. Sin embargo, no toda profesión de fe es evidencia de una posesión real de fe salvadora. Como dijo Jonathan Edwards:

“Muchos creen ser cristianos solo porque profesan algo que no entienden ni aman.”

El apóstol Pablo exhorta: “Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos” (2 Corintios 13:5). Y el apóstol Juan escribe su primera carta para que podamos distinguir entre la fe verdadera y la falsa.

A continuación, se presentan siete señales que podrían evidenciar la falta de regeneración. No deben usarse para juzgar severamente a otros, pero sí para llevarnos a la autoevaluación a la luz del evangelio.

1. Persistencia habitual en el pecado sin lucha ni arrepentimiento

Un cristiano regenerado puede caer en pecado, pero no se acomoda a él ni lo celebra. El que ama el pecado y no tiene intención de apartarse de él, probablemente no ha nacido de nuevo.

“Todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado…” (1 Juan 3:9)
Como comenta John Owen:
“El pecado puede vivir en un creyente, pero no reinará en él.”

2. Desinterés o rechazo hacia la Palabra de Dios

Un corazón regenerado anhela conocer a Dios y someterse a su voluntad revelada.

“El que es de Dios, las palabras de Dios oye” (Juan 8:47)
Thomas Watson decía:
“Un alma regenerada prefiere un sermón bíblico a un banquete.”

3. Frialdad y descuido en la oración

El cristiano puede atravesar sequedad espiritual, pero no desprecia la oración. La indiferencia constante hacia la oración revela un corazón sin comunión con el Dios vivo.

“Orad sin cesar.” (1 Tesalonicenses 5:17)
Martín Lutero dijo:
“Así como el respirar es señal de vida, la oración lo es del alma viva.”

4. Indiferencia hacia la comunión cristiana

Un creyente regenerado sabe que no puede vivir en aislamiento espiritual. La comunión con los santos es parte de su vida.

“Sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos.” (1 Juan 3:14)

5. Ausencia de frutos visibles de arrepentimiento

No todos crecen al mismo ritmo, pero el que ha nacido de nuevo manifiesta un cambio progresivo en su vida.

“Por sus frutos los conoceréis.” (Mateo 7:16)
Calvino decía:
“La fe sola justifica, pero la fe que justifica no está sola.”

6. Apostasía ante las pruebas de la vida

La perseverancia en la fe es evidencia de una fe verdadera. El que se aleja completamente, sin volver nunca, muestra que no fue regenerado.

“Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros…” (1 Juan 2:19)

7. Una espiritualidad centrada en uno mismo

El no regenerado busca a “Dios” como medio para alcanzar sus propios fines. No busca la gloria de Dios, sino su propio bienestar.

“Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jesús.” (Filipenses 2:21)

Nota pastoral:

Es posible que al leer esto, te sientas confrontado. Tal vez has descubierto actitudes o patrones que reflejan un corazón aún no transformado. Pero no desesperes: el diagnóstico no es el fin, sino la puerta a la gracia.

La regeneración no es algo que podamos fabricar con esfuerzo humano. Es una obra soberana del Espíritu Santo (Juan 3:3–8). Si has vivido un cristianismo sin Cristo, la invitación sigue abierta:

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mateo 11:28)

Dios no rechaza a los que vienen a Él con fe genuina y arrepentimiento. El mismo Espíritu que convence de pecado es quien da vida al alma. Clama por misericordia, cree en el evangelio y sométete a Cristo como Señor y Salvador.


¡Piensa en esto cristiano!