La "Cena Dominical" en 1 Corintios 11:20 (RV1960)
"Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor."
-συνερχομένων οὖν ὑμῶν ἐπὶ τὸ αὐτὸ οὐκ ἔστιν κυριακὸν (del Señor) δεῖπνον (la cena) φαγεῖν-
El "Día Dominical" en Apocalipsis 1.10 (RV1960)
"Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta..."
-ἐγενόμην ἐν πνεύματι ἐν τῇ κυριακῇ (del Señor) ἡμέρᾳ (día), καὶ ἤκουσα ὀπίσω μου φωνὴν μεγάλην ὡς σάλπιγγος-
Pie de Página de la Biblia Textual III:
En 1 Corintios 11.20 el Texto Griego registra "kuriakón deipnon" = cena dominical. Nótese que "kuriakón" es un adjetivo proveniente de "kuriakós", utilizado en la terminología normativa de la iglesia primitiva como imperial o señorial. En castellano, su equivalente por etimología latina es "dominical" (de "dominus" = señor). Este adjetivo ocurre dos veces en el texto bíblico, y debemos suponer que su aplicación adjetival comenzó en Grecia, ya que no existe un correspondiente semítico.
La frase con el genitivo, "cena del Señor" (que por cierto no aparece registrada en ninguna parte del Texto Griego), podría haber sido utilizada en lugar de la adjetival, pero el autor sagrado no trata aquí de indicar "pertenencia", como sucede por ejemplo con "logos tou kuriou" = "palabra del Señor" o "parousias tou kuriou" = "venida del Señor", sino de destacar la "ocasión" de un acontecimiento. El significado profético de este día (Salmo 118.24) se cumplió por la resurrección de Jesús (Mateo 28.1) que junto a sus apariciones posteriores (Mateo 28.9; Lucas 24.13; Juan 20.14, 19, 26) hicieron del "kuriake emera" el día especial en que los discípulos se reunían para "partir el pan" (Hechos 20.7).
Los antiguos registros de la Didajé mencionan la costumbre primitiva: "Reunidos todo kuriake (domingo), su día especial, partid el pan" (Didajé 14.1). La importancia de traducir "kuriakón" como adjetivo que es, no puede subestimarse, pues por este solo vocablo por única vez en la Biblia se establece y determina la frecuencia de la cena conmemorativa hasta que Él venga. Así como los panes de la proposición eran colocados sobre la mesa "nuevos cada semana" (Levítico 24.5-8), así la Expiación ha de anunciarse nueva, cada primer día de la semana, en solemne obediencia al que dijo: "Haced esto en memoria de mi".
Casiodoro de Reina hizo bien en traducir: "yo estaba en espíritu en el día de domingo" (Apocalipsis 1.10 RV1569), sin embargo, no fue consecuente en 1 Corintios 11.20, aun tratándose de la misma palabra. Insistimos: Si los inspirados apóstoles hubieran deseado indicar "propiedad" (bien sea de la cena o del día) habrían escogido el genitivo, lo cual no lo hicieron. De manera que, por cuanto la presencia de "kuriakón" y "kuriake" son inobjetables, se debe traducir "Cena Dominical" en 1 Corintios 11.20 y "Día Dominical" en Apocalipsis 1.10.
¿De dónde viene el término "Domingo"?
El término "domingo" proviene del latín "dies Dominica" que significa "día del Señor", debido a la celebración cristiana de la Resurrección de Jesús. En la antigua Roma, al primer día de la semana se le llamaba "dies solis" en honor al sol, "día del Sol". Se sabe que todos los días de la semana tenían nombres como los astros, o en honor a los astros, así tenemos Lunes como "día de la luna", por eso en inglés se llama "monday". El sábado era el "día de saturno", de allí que por las fiestas saturnalias al sábado en inglés se le llama "saturday", etc.
El primer día de la semana llegó a llamarse "domingo" como legado de la Resurrección de Jesucristo ya que los cristianos le llamaron "kuriake", en el mundo grecorromano adoptó el nombre latín de "Dies Dominus" y en español "Domingo".
Creemos que no hay evidencia alguna de que los primeros cristianos hayan guardado otro día que no sea el domingo para reunirse como iglesia, y por ende participar de la Cena Dominical.
¿Por qué celebrar este la Resurrección el día Domingo?
Con su Muerte y Resurrección, Jesús comenzó el Nuevo Pacto. Durante la última Cena, Jesús proclamó: "Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama." (Lucas 22.20). Los discípulos de Jesús poco a poco se dieron cuenta de que en este Nuevo Pacto la ley de Moisés y sus prácticas tendrían otro sentido.
La muerte y resurrección de Cristo significaban también para los primeros cristianos la Nueva Creación, ya que Jesús culminaba su obra precisamente con su Muerte y Resurrección justo en el día Domingo, que será desde entonces "el día del Señor".
Nosotros también hemos recibido la promesa de entrar con Cristo en este reposo (Hebreos 4.1-16). Entonces, el día Domingo, "el día del Señor", será el verdadero día de descanso, en que los hombres reposarán de sus fatigas a imagen de Dios que reposa de sus trabajos (Hebreos 4.10 y Apocalipsis 14.13).
De ahí en adelante la fe de los cristianos tiene como centro a Cristo Resucitado y Glorificado. Y para ellos era muy lógico celebrar el "Día del Señor" (Domingo) como el "Nuevo día" de la Creación. (Isaías 2.12).
La práctica de los primeros cristianos
Los primeros cristianos siguieron en un principio observando el sábado y aprovechaban las reuniones sabáticas para anunciar el Evangelio en el ambiente judío. (Hechos 13.14). Pero luego el primer día de la semana (el Domingo) empezó a ser el día del culto de la primitiva Iglesia, como lo atestigua Lucas: "El primer día de la semana, reunidos los discípulos para partir el pan" (Hechos 20.7). Sabemos que "partir el pan" es la expresión antigua para designar la Eucaristía. Es entonces muy claro que los primeros cristianos tenían su reunión litúrgica en el día Domingo, tal como se hace hoy.
Por ello escribe Juan, el autor del libro Apocalipsis: "Era el día del Señor, y yo estaba adorando en el Espíritu..." (Apocalipsis 1.10 NTV).
¡Piensa en esto cristiano!
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