martes, 22 de mayo de 2018

La Venida del Reino Según Mateo 16.28





“De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del hombre viniendo en su Reino.” - Mateo 16.28 RV60

Principales interpretaciones del texto:

1. Jesús se equivocó, tuvo errores de predicción
La primera interpretación es sostenida por liberales, escépticos e infieles, quienes dicen que Jesús se equivocó pues creía que su venida era cercana, pero como era un humano (y no Dios) estaba sujeto a errores y este fue uno de ellos.

Aquí podemos citar a Hanegraaff quien menciona a los que él llama “escépticos e infieles”, por ejemplo cita a “Bertrand Russell que dijo que era muy claro que Jesús creía que su Segunda Venida ocurriría durante el periodo de vida de sus discípulos”. También cita a Albert Schweitzer quien expresó “que el anuncio de Cristo de su Segunda Venida fue falso debido a los eventos subsiguientes, ya que los discípulos de Cristo murieron antes de su venida”. Y añade una cita del “escéptico judío” Gerald Sigal: “No existe ninguna cantidad de acrobacias teológicas cristianas que puedan resolver los problemas presentados por la realidad histórica de que una promesa inminente hecha hace 2,000 años no ocurrió como se esperaba en el Nuevo Testamento”.(1)

2. Se Refiere a La Segunda Venida que ya Ocurrió en el Año 70 A.D.
Esta interpretación es la herejía del Preterismo Total, quienes afirman que la “Venida Final” o comúnmente llamada “Segunda Venida” de Jesús ya ocurrió en el 70’ de esta era. Interpretación que no es compatible con el llamado Preterismo Ortodoxo, y con lo que ha creído la iglesia por toda su existencia. Sobre la Segunda Venida de Jesucristo, El Credo Apostólico (siglos III-IV) dice:
"Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor; quien... subió a los cielos y está sentado a la diestra de Dios Padre; desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos..."(2)
El Credo Niceno (325 A.D. y revisado en Constantinopla en el 381 A.D.) dice sobre la "Segunda Venida" de Jesucristo lo siguiente:
"...Y vendrá otra vez con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos; y su reino no tendrá fin."(2)
Así también tenemos el Credo de Atanasio (siglo IV-V) el cual confirma la misma doctrina ortodoxa y agrega sobre los acontecimientos que acompañarán esa "Segunda Venida", ver los Artículos 39°-40°-41-42-43:
"Ascendió al cielo, se sentó a la diestra del Padre, Dios Todopoderoso. De donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Y a su venida todos los hombres se levantarán con sus cuerpos, y darán cuenta por sus obras. Y los que hicieron lo bueno irán a la vida eterna, y los que hicieron lo malo a fuego eterno."(3)
Las Confesiones Protestantes confirmaron esta doctrina histórica acerca de la Segunda Venida. Los Artículos de la Religión, de la Iglesia de Inglaterra (1571) dice al respecto:
"Cristo ...subió al cielo, y allí está sentado, hasta que vuelva a juzgar a todos los hombres en el último día."(4)
La Confesión de Fe de Westminster, obra máxima de la Fe Reformada (1643) dice respecto del Día del Señor, que es el día de su "Segunda Venida":
"Dios ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia por Jesucristo... El propósito de Dios al establecer este día es la manifestación de la gloria de su misericordia en la salvación eterna de los elegidos, y la de su justicia en la condenación de los reprobados que son malvados y desobedientes. Pues entonces los justos entrarán a la vida eterna y recibirán la plenitud de gozo y refrigerio que vendrá de la presencia del Señor; pero los malvados que no conocen a Dios ni obedecen el Evangelio de Jesucristo, serán arrojados al tormento eterno y castigados con perdición perpetua, lejos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder. Así como Cristo quiso que estuviésemos ciertamente persuadidos de que habrá un día de juicio, tanto para disuadir a todos los hombres de pecar, como para el mayor consuelo de los piadosos en su adversidad; así también mantendrá ese día desconocido para los hombres, para que se desprendan de toda seguridad carnal y estén siempre vigilando porque no saben a qué hora vendrá el Señor; y estén siempre listos para decir: Ven, Señor Jesús; ven pronto. Amén."(5)
De manera que la Iglesia en todos sus años de existencia nunca ha creído que la Segunda Venida se dio ya en el año 70 A.D.

3. Se refiere a que Jesús “vino en su reino en la Transfiguración”
Esta es la interpretación de la mayoría de evangélicos, pues la mayoría de evangélicos son futuristas. Afirman que se refiere a la “Transfiguración de Jesús”, unos días después de que Jesús dijera las afirmaciones de Mateo 16.27-28. En el contexto, el evento de la Transfiguración viene en Mateo 17.1-8. Aquí les copio la nota de pie de página de la Biblia de Las Américas (Versión de Estudio):
16.28 “Venir en su reino”. Esta frase pudiera referirse a la transfiguración de Jesús (17.1-8), a su resurrección o al día de Pentecostés. Pero el contexto del pasaje es más probable que se cumpliera cuando Pedro, Jacobo y Juan fueron testigos de la transfiguración de Cristo. La misma voz que inauguró la primera mitad del ministerio de Jesús en su bautismo (3.17) inaugura la segunda mitad (17.5). Pedro y los otros vieron el principio de su venida porque lo vieron en un estado de glorificación (17.2). La venida de cristo a la tierra con sus ángeles (vers. 27) todavía es un evento futuro.” (6)

4. La “Venida del Hijo del Hombre” es la “Venida en Juicio” cumplida en el 70’ A.D.
La interpretación mayormente acorde con la correcta hermenéutica sería la revelación de la Venida del Reino de Jesús, manifestado en la destrucción de Jerusalén y del Templo el año 70 A.D., como cree y afirma el Preterismo Ortodoxo. Aquí copio una nota de pie de página de la Biblia de Jerusalén, la cual dice:
16.28 Antes del último Juicio (v 27), Jerusalén quedará destruida, cf. Mateo 10.23 y 24” (7)
¿Qué dice la nota de pie de página de Mateo 10.23 de la Biblia de Jerusalén?
“Cuando os persigan en una ciudad huid a otra, y si también en esta os persiguen, marchaos a otra. Yo os aseguro: no acabareis de recorrer las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.” –Mateo 10.23 BJ
La Biblia de Jerusalén en su pie de página dice: “Este acontecimiento es la visita de Dios a su pueblo infiel cuando (sea) la ruina de Jerusalén. Cf 16.28 y 24

Análisis de las Interpretaciones
La primera opción la podemos descartar rápidamente cuando entendemos que la Biblia enseña claramente la divinidad de Jesús (Juan 1.1, Tito 2.13, etc.) y su incapacidad para equivocarse, o por lo menos su prudencia para no decir lo que no sabía si en realidad no sabía esto debido a su condición humana de su ministerio terrenal. La segunda opción reclama un estudio más serio, defiende la Segunda Venida en el año 70 A.D. y toma el texto en cuestión como una prueba irrefutable de su enseñanza. Pero, ¿realmente es esto lo que enseña? Comparando este texto con sus paralelos de Marcos y Lucas vemos que no es así, en realidad los paralelos apoyan más la versión preterista parcial que las demás versiones. Veamos:
“De cierto os digo que algunos de los que están aquí no gustarán la muerte hasta que hayan visto que el reino de Dios ha venido con poder” - Marcos 9.1
“Pero en verdad os digo que hay algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.” - Lucas 9.27
Si notamos en estos dos versos paralelos se omite algo del texto de Mateo: la venida de Cristo. En lugar de decir la venida del Hijo del Hombre en su Reino solo dice la venida de su reino. La razón de esto es porque tanto Marcos como Lucas aplican un lenguaje más claro sobre este evento, recuerde que Mateo escribe desde una perspectiva judía y para judíos, ellos entendían que esta venida no era una venida física sino la venida de su reino y por tal razón Lucas y Marcos omiten esto, para no dar a entender a su audiencia gentil el significado de que se refiere a la segunda venida, cosa que no harían los de judíos.

Descartando esta posibilidad nos quedan solo dos. Examinemos una de ellas, la futurista. La mayoría de los futuristas e historicistas sostienen que este texto se refiere a la gloria que recibió Jesús en la transfiguración ya que este verso se menciona inmediatamente después de mencionar la venida del Hijo del Hombre en su Reino. Ya que de la audiencia que escuchaba a Jesús solo tres de ellos (Pedro, Jacobo y Juan) vieron este evento por eso Jesús dijo que algunos de los que están aquí que no gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su Reino, son algunos porque solo ellos tres lo vieron, el resto no estaba en el monte cuando el Señor se transfiguró. A esto se añade la versión de Pedro en una de sus cartas que parece apoyar este punto de vista:
“No os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad, pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: "Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia”. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo” (2 Pedro 1:16-18)
Claramente el evento del monte fue uno donde nuestro Señor recibió honra del Padre y este pasaje lo demuestra. Esta posición parece tener más base que las anteriores examinadas, cuenta como una interpretación posible que explique el texto sin caer en el liberalismo ni comprometer la veracidad de las Escrituras o las doctrinas ortodoxas. Sin embargo, a pesar de todas sus virtudes y su apoyo bíblico esta interpretación no es convincente pues no refleja el sentido natural del texto.

Uno de los elemento más importantes en el estudio de las profecías es el factor tiempo, los limitantes cronológicos de los eventos que lo ubican en un lugar en la historia y estamos convencidos que este texto cae en esa categoría, de hecho, la mayoría de pasajes que apoyan la interpretación preterista se basan en este principio del factor tiempo. La referencia de la permanencia de algunos es un factor de tiempo que determina en que lapso de tiempo ocurrirá lo profetizado.

El texto no dice: “algunos de los que están aquí verán mi gloria”. Si este fuera el caso tendría sentido, pero no lo es, la referencia no es a la cantidad de personas sino al tiempo y este tiempo es el que tardarían el morir la mayoría de los oyentes presentes, es el tiempo necesario para que solo un puñado de personas de los oyentes presentes estén vivos. Por otro lado el texto habla de una venida, implicando que primero tiene que haber una “ida”, es decir, este evento debía de ocurrir una vez el Señor regrese al cielo para poder venir o de lo contrario no sería una venida.

Creo que la interpretación más correcta del texto es la lectura llana del mismo, comparada con sus paralelos: Jesús ha de venir en su reino (no su segunda venida) y ha de hacerlo en un periodo de algunas décadas dada la referencia de que la mayoría estarían muertos para cuando eso suceda y un periodo de 40 años cumple con esos requisitos, llegando así al año 70 A.D. cuando nuestro Señor Vino en Juicio sobre Israel y para manifestar el reino de la Iglesia, ya inaugurado previamente.

Mártires antes del año 70 después de Cristo
Para el año 70’ de nuestra era ya habían muerto Esteban en el año 36 A.D. (Hechos 8.1-3), Jacobo el Mayor en el año 42 A.D. (Hechos 12 -asesinado en Jerusalén), Felipe en el año 54 A.D. (Heliópolis-Frigia); Mateo, en el año 60 A.D. (en Nabada-Etiopía); Andrés en el año 60 A.D. (en Petra-Grecia); Jacobo el Menor, en el año 62 A.D. (en Jerusalén); Pedro y Pablo entre el 67 y 68 A.D. (en Roma); Marcos Evangelista, en el año 68 A.D. (en Alejandría).

De manera que la última interpretación, la Preterista Ortodoxa, es la más acorde a una lectura sencilla y natural del texto.

Sobre los martirios de los discípulos que “gustaron la muerte antes de la Venida de Jesús en su Reino”, Eusebio de Cesarea nos dice:
“Ahora bien, los judíos, después de la ascensión de nuestro salvador, culminaron su crimen contra Él con la concepción de innumerables maquinaciones contra sus apóstoles. El primero fue Esteban, al cual aniquilaron con piedras; luego, Jacobo, hijo de Zebedeo y hermano de Juan, que fue decapitado; y finalmente Jacobo, el que fue escogido en primer lugar para el trono episcopal de Jerusalén, después de la Ascensión de nuestro Salvador, y que murió del modo mencionado (fue lanzado del pináculo del templo y apedreado mientras agonizaba).”(8) 

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Notas Bibliográficas:
(1)    Hanegraaff, H.2008, El Código del Apocalipsis, Grupo Nelson: NT, Pág. 81
(2)    GRUDEM, W.2009, Teología Sistemática, Miami FL: Editorial Vida. 1232
(3)    Ibid. Pág. 1233
(4)    Ibid. Pág. 1235
(5)    Ibid. Pág.1266
(6)    Biblia de las Américas, Pág. 1316 The Lockman Foundation, 2000
(7)    Biblia de Jerusalén, Pág. 31 NT, 1976
(8)    Eusebio de Cesarea, "Historia Eclesiástica", Pág. 93 Libro III.5.3, CLIE 2008

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