“Mas el que persevere hasta el
fin, éste será salvo” - Mateo 24.13
¿Este texto afirma que se puede
perder la salvación eterna si “no” se persevera? ¿Está hablando este texto
acerca de la vida diaria del creyente, en la que sufre pruebas y tentaciones, y
debe “perseverar” para poder ser salvo finalmente? ¿De qué habla este pasaje?
Para empezar, este pasaje se
encuentra en el Sermón Escatológico de Jesucristo, en el que responde a sus
discípulos sobre “cuándo sería la destrucción del Templo y de Jerusalén y el fin
del siglo de Moisés, o el Fin de la Era del Templo”. Jesús les responde describiendo
una serie de acontecimientos previos a la destrucción del Templo y de la ciudad
de Jerusalén, que vendría a ser las “señales del fin” del Siglo de Moisés.
Les advierte de “falsos cristos”
que buscarán engañar a los creyentes. También les dice que la “Pax Romana”
sería alterada por “guerras y rumores de guerras”. Anuncia “pestes, y hambres,
y terremotos”. Y les advierte que todo ello será como cuando le vienen los “dolores
de parto” a un mujer encinta (es decir antes del alumbramiento). Ahora se
refiere a los discípulos y les anuncia que sufrirán por causa del Evangelio. Serán
“entregados a tribulación, y os matarán, y seréis aborrecidos…”. Quizá nadie
habría querido escuchar esto pero Jesús indica que durante esa tribulación “muchos
(judíos no creyentes) tropezarán entonces, y se entregarán unos a otros, y unos
a otros se aborrecerán”. Aparecerán “falsos profetas que engañarán” por todos
lados a la gente que no sabría interpretar estas señales. La maldad se “multiplicaría
y se enfriaría el amor”, pero el que “soporte” hasta el final “guardará su vida”
de la muerte.
Jesús está anunciando un tiempo
de tribulación, de persecución y muerte, de guerras, de pestes, de hambrunas, y
de un inminente riesgo de morir por todos y cada uno de estos eventos. Entonces,
si alguien quería guardar su vida, tenía que “aguantar”. Mateo utiliza aquí el término
“ὑπομείνας“
que Santiago 5.11 lo utiliza para
referirse a Job:
“He aquí, tenemos por
bienaventurados a los que sufren (que perseveraron). Habéis oído de la paciencia
(perseverancia) de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy
misericordioso y compasivo.”
Esta “perseverancia” es el
mantenerse firme ante el peso de la adversidad, bajo condiciones penosas. También
puede significar “sufrir con valentía y confianza”. Pero Jesús dijo que tal
perseverancia y aguante ante tanta persecución y sufrimiento, traería como
resultado la “salvación” de su vida. El término que usa Mateo es “σωθήσεται”
que es el mismo que lo utiliza en otra ocasión de manera similar, de “salvar la
vida”:
“Y vinieron sus discípulos y le
despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos!” - Mateo
8:25
Juan lo va usar también de “salvar
de la muerte” cuando Jesús dijo: “¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora?
Mas para esto he llegado a esta hora.” (Juan 12.27). Note que en el contexto
este término no significa “salvación eterna” o “la vida eterna”. De manera que
Mateo 24.13 no está hablando de “salvación eterna”. Jesús claramente les está
diciendo que correrían el riesgo de morir, pero que si aguantaran la
tribulación, y si escapaban de Jerusalén, entonces “salvarían su vida”.
Este texto tiene un paralelo en
el mismo libro de Mateo, en el 10.21-23 y no se refiere a la “salvación eterna”
sino que está hablando de “salvar la vida física”:
“El hermano entregará a la muerte al hermano,
y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los
harán morir. Y seréis aborrecidos de todos por
causa de mi nombre; mas el que persevere (aguante, soporte) hasta el fin (de
aquella tribulación), éste será salvo (conservará su vida). Cuando
os
persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que
no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo
del Hombre.”
De manera que en el contexto,
este verso no hace alusión a la “salvación eterna” sino a “guardar la vida
física” de la muerte en una época de persecución.
Muchos creen que aquí hay una
condicional para la salvación de alma: la perseverancia. Pero la exégesis
de este pasaje nos lleva a entender que no esa hablando de “salvación del alma”
sino de “salvarse de la muerte”. El versículo de Mateo 24:13 ha sido interpretado históricamente de maneras diversas, en particular respecto a si “ser salvo” alude a la salvación eterna o a la preservación en medio de la tribulación. Desde una perspectiva escatológica preterista parcial y optimista, este pasaje debe leerse en el marco de la advertencia de Cristo sobre la inminente destrucción del Templo de Jerusalén (70 d.C.) y las calamidades que acompañarían dicho juicio.
Jesús declara: “El que persevere hasta el fin, éste será salvo”. Dos términos clave iluminan el texto:
-
Hypomeínō (perseverar): implica soportar, permanecer firme bajo presión. No describe simplemente una actitud pasiva, sino la resistencia activa frente a pruebas intensas (cf. Sant. 5:11).
-
Sōzō (ser salvo): su uso en los Evangelios no se restringe a la salvación eterna, sino también a la liberación de peligro físico (Mt 8:25; Jn 12:27).
En el contexto inmediato, la advertencia de Jesús se refiere a las persecuciones y sufrimientos previos a la caída de Jerusalén. Kenneth L. Gentry señala que “Cristo está instruyendo a sus discípulos acerca de los horrores que vendrán sobre esa generación; su llamado a perseverar apunta a la preservación durante la conflagración judía del siglo I” (Gentry, Before Jerusalem Fell, p. 212).
En ese sentido, Mateo 24:13 no enseña que la salvación eterna dependa de resistir persecuciones, sino que, quienes permanecieran fieles y atentos a las palabras de Cristo, hallarían preservación frente al juicio histórico inminente.
Ahora bien, aunque el pasaje apunta al ámbito histórico, no debe divorciarse del principio teológico más amplio de la perseverancia de los santos. La tradición reformada ha enfatizado que la perseverancia no es la causa de la salvación, sino su evidencia necesaria. Juan Calvino escribe: “No es la perseverancia la que produce la salvación, sino que aquellos a quienes Dios ha elegido perseveran porque Él los sostiene” (Institución, III.24.6).
De modo similar, R. C. Sproul, al defender una lectura preterista parcial de Mateo 24, advierte que “la perseverancia aquí es, en primer lugar, histórica; sin embargo, su principio es universal: los verdaderos hijos de Dios no abandonan la fe, aun en medio de la peor tribulación” (The Last Days According to Jesus, p. 132).
Para la iglesia contemporánea, este texto nos recuerda que la fidelidad a Cristo en medio de la adversidad es tanto un medio de preservación como una marca de autenticidad. En el año 70 d.C., los cristianos que atendieron la advertencia de Jesús y huyeron de Jerusalén antes del asedio romano experimentaron de manera tangible esta promesa. Para nosotros, aunque no enfrentemos aquel juicio histórico, seguimos llamados a “perseverar hasta el fin” como expresión de confianza en la gracia sustentadora de Dios.
La advertencia es también consolación: la perseverancia no depende de nuestra fortaleza, sino del Dios que nos preserva. Como escribió Calvino en su comentario a los Evangelios sinópticos: “No somos nosotros quienes, con nuestro esfuerzo, nos mantenemos en pie, sino que somos sostenidos desde lo alto por la mano invisible de Dios”.
Conclusión
Mateo 24:13, leído en su contexto histórico, apunta principalmente a la preservación de los discípulos durante el juicio de Jerusalén en el siglo I. Sin embargo, en consonancia con la doctrina reformada de la perseverancia, este pasaje también proclama una verdad perenne: la gracia que sostuvo a los creyentes de la primera generación es la misma que sostiene a la iglesia hoy. Perseverar no es mérito humano, sino fruto de la fidelidad divina.
Como recuerda Sproul, “la promesa de Cristo no se agota en el siglo I, sino que sigue viva para cada generación: aquellos que son de Él, perseverarán” (Sproul, The Last Days According to Jesus, p. 140).
---------------------------------------
Nota de Cautela:
Si usted cree que Mateo 24.13 aún
no se ha cumplido, es decir que se cumplirá en el futuro cuando venga la Gran
Tribulación antes de la Segunda Venida; y no cree que ya se cumplió en la generación
de Jesús antes del año 70 d.C. como lo creemos nosotros. Si usted tiene la
escuela futurista de estos pasajes, como lo creen la mayoría de los evangélicos
en Latinoamérica, entonces usted está sospechando del autor de este artículo,
que anda buscando “excusas” para una vida licenciosa. Pero no es así.
Pero entonces cuando alguien predica acerca los falsos maestros se puede usar el texto donde Jesús nos advierte que vendrán muchos falsos cristianos que quedan engañar a los creyentes o no se puede usar? Y para predicar acerca la persecución (por que algunos cristianos son perseguidos ) se puede usar el texto que el que preserva hasta el fin será salvo si o no?
ResponderEliminar