sábado, 27 de mayo de 2017

La King James Version de 1611 d.C. en el Libro de Helamán del 7 a.C.


El Libro de Mormón contiene numerosas citas textuales de la Biblia en inglés conocida como King James Version. Fue publicada por primera vez en 1611, y ha tenido un enorme impacto sobre las posteriores traducciones al inglés del texto bíblico, y sobre la literatura inglesa en general. Las obras de escritores famosos como John Bunyan, John Milton, Herman Melville, John Dryden y William Wordsworth muestran una fuerte influencia de su léxico y su sintaxis.1

¿Cómo es posible?
En el libro de Helamán, Libro de Mormón, se cita la frase: “Los que hayan hecho el bien, tendrán vida eterna; y los que hayan hecho el mal, recibirán condenación eterna”, esta es una frase dicha por el mismo Jesús y el autor Juan lo plasmó en su Evangelio. La frase está mencionada en el siguiente contexto:
25Y yo quisiera que todos los hombres fuesen salvos. Pero leemos que habrá algunos que serán desechados en el gran y postrer día, sí, que serán echados de la presencia del Señor; 26sí, que serán condenados a un estado de miseria sin fin, en cumplimiento de las palabras que dicen: Los que hayan hecho el bien, tendrán vida eterna; y los que hayan hecho el mal, recibirán condenación eterna. Y así es. Amén.”2 –Helamán 12.25-26 LM
Inicialmente se escribió en inglés. No he podido conseguir la versión original del Libro de Mormón publicada en inglés en 1830, pero la edición moderna en inglés tienen bastante similitud, aquí lo copio:
25And I would that all men might be saved. But we read that in the great and last day there are some who shall be cast out, yea, who shall be cast off from the presence of the Lord; 26Yea, who shall be consigned to a state of endless misery, fulfilling the words which say: They that have done good shall have everlasting life; and they that have done evil shall have everlasting damnation. And thus it is. Amen.” 3 –Helamán 12.25-26 Book of Mormon
La Biblia que circuló en 1830, que usó Salomon Spaulding para estudiar y preparar sus sermones, y que obviamente usaron en la iglesia metodista donde José Smith fue miembro; y en general la Biblia en inglés que usaron los evangélicos protestantes de su época era sin lugar a dudas la Biblia Autorizada del Rey Jacobo, o King James Version. Se ha contabilizado innumerables citas textuales de esta versión esparcidas a lo largo del Libro de Mormón, lo cual comprueba que el Libro de Mormón fue escrito posterior a la publicación de la King James Version, es decir posterior a 1611, aunque para el caso de esta cita del libro de Helamán, la edición del Libro de Mormón de 1992 lo acuña aproximadamente en el año 7 a.C.

Esta es la cita de Juan 5.28-29 de donde el Libro de Mormón toma una frase/ afirmación textual:
28Marvel not at this: for the hour is coming, in the which all that are in the graves shall hear his voice, 29And shall come forth; they that have done good, unto the resurrection of life; and they that have done evil, unto the resurrection of damnation.”4 - John 5.28-29 King James Version
Y en español, en la versión Reina- Valera dice como sigue:
28No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; 29y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.”5 - Juan 5:28-29 (RVR1960)
Nos preguntamos
¿Cómo es posible que Helamán en el año 7 a.C. cite al autor Juan que escribió su evangelio cerca del año 70 d.C. y lo cite textualmente tomado de la Biblia del Rey Jacobo publicada en 1611 d.C. y se publique en como The Book of Mormon en 1830 d.C.?

¡Es imposible!

Si esto es cierto, entonces quien tomó nota de los eventos y vio las planchas de oro, sus escritos, y trajo las traducciones no fue Jose Smith sino Marty McFly Jr. ayudado por el Dr. Emmett Browm, y de hecho viajaron hasta allá en el DeLorean.

Pasando del sarcasmo, y con la evidencia sobre la mesa, es imposible creer que el Libro de Mormón sea inspirado, inerrante e infalible; y mucho menos no es un libro que fuera a servir como regla de fe y doctrina, de ninguna manera.

SOLAMENTE la Biblia es la Palabra inspirada por Dios.

¡Piensa cristiano!
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Refrencias Bibliográficas:

2. Libro de Mormón, 1992, IJSUD, Salt Lake City: Utha, Pág. 480 (https://www.lds.org/scriptures/bofm/hel/12?lang=spa  )


sábado, 6 de mayo de 2017

¿Es bíblico tener danza en el culto de domingo?


Introducción

Este artículo examina el uso de la danza en la liturgia cristiana evangélica moderna, particularmente a la luz del Salmo 150. Mediante un análisis exegético del texto hebreo, una revisión del principio regulador de la adoración, y una reflexión sobre la expresión cultural en contextos locales, argumentamos que el salmo no constituye un mandato para incorporar danzas litúrgicas en el culto dominical. Asimismo, se propone una distinción clara entre la danza como expresión cultural legítima y la danza como acto litúrgico normativo.

En años recientes, muchas iglesias evangélicas han comenzado a incorporar danzas dentro de su liturgia, motivadas en parte por una lectura literal del Salmo 150, especialmente el verso 4: “¡Alabadle con pandero y danza!”. Este artículo analiza si dicha práctica tiene fundamento bíblico, litúrgico y teológico, o si representa una adopción indebida de elementos del antiguo pacto o de formas culturales no apropiadas para el culto solemne y ordenado del Dios trino.

Análisis exegético del Salmo 150

El Salmo 150 pertenece al género de himno de alabanza general, y se enmarca dentro de una serie de salmos conocidos como “Hallel final” (Sal. 146–150). Como señala Robert Alter, experto en poesía hebrea:

“El Salmo 150 es un torbellino de alabanza sin narrativa, un catálogo de instrumentos y expresiones festivas, que culmina en una exhortación universal” (Alter, The Art of Biblical Poetry, 1985, p. 122).

El recurso dominante en el salmo es el paralelismo poético, una característica estructural de la poesía hebrea. James Kugel describe este estilo como:

“Pensamiento A es seguido por pensamiento B, donde B responde a A de forma balanceada, amplificándolo, contrastándolo o completándolo” (The Idea of Biblical Poetry, 1981, p. 7).

En este sentido, el paralelismo entre “santuario” y “firmamento” (v.1), así como entre “pandero y danza” y otros instrumentos (vv.3-5), no implica instrucciones litúrgicas normativas, sino una invitación universal a alabar a Dios en todo lugar y con todos los recursos disponibles. El lenguaje es poético, no prescriptivo.

Teología reformada y el principio regulador del culto

El uso de danzas dentro del culto debe evaluarse a la luz del principio regulador de la adoración, formulado con claridad en la tradición reformada. Según la Confesión de Fe de Westminster:

“El modo aceptable de adorar al Dios verdadero está instituido por Él mismo, y tan limitado por Su propia voluntad revelada, que no debe ser adorado según las imaginaciones e invenciones de los hombres, ni las sugestiones de Satanás, bajo ninguna representación visible ni de ningún otro modo no prescrito en la Santa Escritura.” (WCF 21.1)

Juan Calvino, en su Institución de la Religión Cristiana, argumentaba contra toda invención humana en el culto:

“Dios desaprueba toda invención del hombre en su culto, por hermosa y reverente que parezca. Sólo lo que Él ha ordenado puede ser considerado legítimo” (Calvino, Institución, IV.10.23).

De esta manera, cualquier elemento añadido al culto —como la danza— debe tener un respaldo claro en la Escritura, no sólo una mención poética o una práctica cultural de Israel.

Historia litúrgica: el culto en el templo, la sinagoga y la iglesia

Los levitas tocaban instrumentos y cantaban en el templo, pero la danza no formaba parte de la liturgia sacerdotal establecida por Dios para el culto regular (cf. 1 Cr. 23:5; 2 Cr. 29:25–30). En tiempos del Segundo Templo, el culto judío en las sinagogas era aún más sobrio, centrado en la lectura y explicación de la Ley. La danza no aparece en la liturgia de la sinagoga ni en los textos del Nuevo Testamento como parte del culto eclesial.

Los padres de la Iglesia, como Tertuliano y Agustín, mantuvieron una línea sobria, e incluso crítica frente a la incorporación de elementos teatrales o dancísticos. El culto cristiano ha sido históricamente centrado en la Palabra, los sacramentos y la oración, como lo enseñan Hechos 2:42 y 1 Corintios 14:40.

1. Contexto histórico y religioso de la danza en cultos paganos

En las religiones antiguas —particularmente las cananea, egipcia, griega, babilónica y romana— la danza formaba parte de ritos religiosos, procesiones y celebraciones dedicadas a sus dioses. Estas danzas podían incluir:

  • Invocaciones y éxtasis religiosos (como en los rituales báquicos o dionisíacos).

  • Celebraciones de fertilidad (ligadas a Astarté, Baal, Isis, etc.).

  • Danzas extáticas o frenéticas que buscaban el trance espiritual.

Ejemplo bíblico claro:
En Éxodo 32:19, cuando Moisés baja del monte y ve al pueblo adorando al becerro de oro, “vio el becerro y las danzas”, lo que sugiere una conexión directa entre idolatría y danza ritual. Moisés rompe las tablas en señal de la gravedad del pecado.

2. Uso de la danza en el Antiguo Testamento (AT)

No obstante, la Biblia sí menciona la danza como expresión de gozo y, en ocasiones, como parte de celebraciones religiosas legítimas, aunque nunca como parte regular del culto en el Templo.

  • Éxodo 15:20 – Miriam y las mujeres danzan tras el cruce del Mar Rojo.

  • 2 Samuel 6:14 – David danza con alegría ante el arca del pacto.

  • Salmos 149:3 y 150:4 – Se menciona la danza en tono de alabanza, aunque en contexto poético.

Importante: Ninguno de estos casos implica un ritual litúrgico formal. Son más bien respuestas espontáneas o festivas en contextos especiales.

3. Liturgia en el Templo de Jerusalén

La adoración formal en el templo fue sumamente regulada por Dios (ver Éxodo, Levítico, Crónicas), y no incluía la danza como parte del culto prescrito. Se centraba en sacrificios, oración, lectura, incienso y canto de los levitas con instrumentos.

Consideraciones culturales

No obstante, es importante distinguir entre la danza como elemento cultural y la danza como acto litúrgico dentro del culto dominical. En mi ciudad, Trujillo (Perú), conocida como “la capital de la marinera”, los evangélicos rara vez conocen o practican esta forma de danza cultural. En lugar de formar parte de la riqueza cultural local (aunque sin fines litúrgicos), muchos han adoptado formas hebraizantes modernas (como danzas mesiánicas o movimientos coreografiados) que no se originan en su contexto, ni provienen del mandato bíblico.

Esta desconexión cultural produce una contradicción: se rechaza lo propio (la danza tradicional local) mientras se importa acríticamente lo ajeno (elementos judaizantes contemporáneos, a menudo sin valor doctrinal). Esto no solo empobrece la expresión de la fe, sino que también puede abrir la puerta al sincretismo litúrgico.

Conclusión

El Salmo 150 no constituye una base normativa para introducir la danza en el culto cristiano dominical, y su estructura poética exhorta a una alabanza universal más que a una instrucción litúrgica específica. La historia de la liturgia cristiana y el principio regulador del culto reafirman que todo elemento de adoración debe estar prescrito por Dios en Su Palabra, no basado en prácticas culturales o textos poéticos fuera de contexto.

Al mismo tiempo, es sabio que los cristianos reconozcan y respeten las expresiones culturales de su entorno, como la danza tradicional, sin sacralizarlas ni demonizarlas, y manteniendo una clara línea entre lo cultural y lo litúrgico. El culto cristiano debe permanecer centrado en Cristo, Su Palabra, y los medios de gracia ordenados, sin añadir elementos que puedan distraer, dividir o desviar del evangelio.


¡Piensa en esto cristiano!

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Bibliografía

  • Alter, Robert. The Art of Biblical Poetry. Basic Books, 1985.

  • Kugel, James. The Idea of Biblical Poetry: Parallelism and Its History. Yale University Press, 1981.

  • Calvino, Juan. Institución de la Religión Cristiana. Trad. por Francisco de Enzinas, 1556.

  • Confesión de Fe de Westminster, 1646.

  • González, Justo L. Historia del Pensamiento Cristiano. Tomo I. CLIE, 2004.

  • Piper, John. Let the Nations Be Glad! The Supremacy of God in Missions. Baker Academic, 2010.


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“Dancemos como la Biblia manda”



“¡Alabad su Nombre con danza, Y cantadle con pandero y arpa!”
      - Salmo 149. 3 BTX

Hace poco, por motivo de un post sobre la danza, me sugirieron que el Salmo 1493 “ordenaba” a los “santos” a cantar, alegrarse y danzar para Dios. ¡Estamos de acuerdo! Cantemos, alegrémonos y dancemos para Dios, pero la pregunta es ¿Estas acciones son figuradas o literales?

¿Por qué tomamos como mandato el danzar en el culto dominical de un Salmo “imprecatorio”?
He aquí nuevamente la necesidad de estudiar las Escrituras con seriedad. Los salmos están escritos en un lenguaje poético, los salmos imprecatorios son oraciones pidiendo a Dios venganza contra sus enemigos. Los salmos imprecatorios son poemas en los que el salmista pide a Dios que traiga juicio sobre los adversarios de los justos. No todos los salmos imprecatorios están llenos de maldiciones. Algunos, contienen elementos de imprecación y otro tipo de material como bendiciones, apelaciones, adoración, alabanza y más. José E. Martinez concluye sobre los salmos imprecatorios que es la expresión cantada de “…el deseo de que Dios vindique su justicia castigando a los hombres malvados”.®

Si vamos a usar el Salmo 149.3 donde dice “¡Alabad su Nombre con danza, Y cantadle con pandero y arpa!” como sustento para danzar en la iglesia (sea la música que sea como salsa, pop, merengue, polka, etc.) también deberían considerar el Salmo 149.6-9 que dice:
“Que enaltezcan a ’El con sus gargantas, Y en su diestra sostengan la espada de doble filo, Para tomar venganza entre las naciones, Y dar el castigo a los gentiles. Para aprisionar a sus reyes con grilletes, Y a sus nobles con cadenas de hierro. ¡Ejecutar la sentencia será la honra de todos sus santos! ¡Aleluya!”
Noten los detalles de esta parte del Salmo 149:
(1)  “…en su diestra sostengan la espada de doble filo…”
(2) “… para tomar venganza entre las naciones”
(3) “… dar el castigo a los gentiles…”
(4) “… para aprisionar a sus reyes con grilletes.”
(5) “…para aprisionar a sus nobles con cadenas de hierro.”
 (6) “…¡Ejecutar la sentencia será la honra de todos sus santos! ¡Aleluya!”

No hay evidencia bíblica ni histórica que los hebreos hayan celebrado su liturgia en el Templo de Salomón como espada en sus manos, con grilletes y cadenas de hierro.

Si usted usa el Salmo 149 para danzar en la liturgia de su iglesia, también debe considerar tener espadas afiladas para cortarles la cabeza a sus enemigos.

Este salmo tampoco es un sustento para danzar en la liturgia de la iglesia. No lo fue para la Iglesia histórica, y tampoco tiene que serlo para la Iglesia de hoy.

¡Piense!
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® Martinez, J. 1984, “Hermenéutica Bíblica”, Editorial Clie, Barcelona, Pág. 333

martes, 2 de mayo de 2017

¿La Biblia no Fue Creada Para Entenderla?



¿La Biblia no Fue Creada para Ser Entendida?

El estudio de la Palabra de Dios es fundamental para la vida cristiana. Sin embargo, en ciertos movimientos carismáticos y neopentecostales, circula una afirmación preocupante: “La Biblia no fue creada para entenderla, sino para obedecerla. Hazlo y verás los resultados”.

Esta declaración, aunque parece piadosa, es en realidad una distorsión peligrosa. Niega la importancia del entendimiento de la Escritura y, en consecuencia, impide un crecimiento espiritual fundamentado en la verdad. A lo largo de la historia de la Iglesia, el conocimiento teológico ha sido un pilar esencial para la fe cristiana.

La Biblia enseña que debemos entenderla

Contrario a la afirmación mencionada, la Biblia enfatiza repetidamente la importancia del entendimiento en la vida del creyente. El salmista expresa su deseo de comprender la Palabra de Dios:

"Hazme entender, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón." (Salmo 119:34, RVR1960)

El pedido del salmista no solo refleja su deseo de obedecer, sino que reconoce que la obediencia nace del entendimiento. Sin comprensión, la obediencia se convierte en un mero ritual sin convicción. Otras traducciones refuerzan esta idea:

"Dame entendimiento para que guarde tu ley y la cumpla de todo corazón." (Salmo 119:34, NBLA)

La Biblia no es un conjunto de mandatos ciegos; es una revelación que debe ser comprendida para ser vivida en su plenitud.

Dios nos llama a usar la mente

Jesús mismo reafirma la importancia de amar a Dios con todo nuestro ser, incluyendo nuestra mente:

"Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente." (Mateo 22:37, RVR1960)

El intelecto no está en oposición a la fe; al contrario, es parte esencial de ella. En Lucas 24:45, Jesús abre el entendimiento de sus discípulos para que comprendan las Escrituras. Pablo también exhorta a Timoteo a reflexionar sobre lo que aprende, confiando en que Dios le dará discernimiento:

"Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo." (2 Timoteo 2:7, RVR1960)

Dios no nos llama a una fe ciega, sino a una fe informada, donde el estudio diligente de Su Palabra nos permite conocerle mejor y vivir conforme a Su voluntad.

El peligro del anti-intelectualismo

La idea de que la Biblia no necesita ser entendida sino solo obedecida refleja una actitud anti-intelectual que ha permeado ciertos sectores del cristianismo contemporáneo. Este enfoque tiene consecuencias graves:

  1. Promueve la manipulación: Si los creyentes no son animados a estudiar la Escritura, son más susceptibles a ser engañados por falsos maestros.

  2. Impide el crecimiento espiritual: La madurez cristiana requiere conocimiento. Pablo exhorta a los creyentes a no conformarse a este siglo, sino a ser transformados mediante la renovación de su entendimiento (Romanos 12:2).

  3. Desvaloriza la apologética: La Biblia nos llama a estar preparados para defender nuestra fe (1 Pedro 3:15). Esto requiere conocimiento y comprensión.

El entendimiento conduce a la obediencia

El libro de Proverbios recalca la importancia de la sabiduría y el conocimiento:

"Hijo mío, si recibes mis palabras y atesoras mis mandamientos dentro de ti, prestando atención a la sabiduría e inclinando tu corazón al entendimiento, [...] entonces entenderás el temor del Señor y hallarás el conocimiento de Dios." (Proverbios 2:1-5, NBLA)

El temor de Dios y el conocimiento van de la mano. La Escritura no solo debe ser leída superficialmente, sino investigada, meditada y comprendida.

Objeciones comunes y respuestas

Algunos podrían argumentar que el conocimiento intelectual lleva al orgullo. Sin embargo, la Escritura no condena el conocimiento, sino el orgullo que puede derivar de él cuando no está sometido a Dios. Pablo advierte que "el conocimiento envanece, pero el amor edifica" (1 Corintios 8:1). El conocimiento debe ser adquirido con humildad y usado para edificar a otros.

Otros podrían decir que la fe no depende del intelecto, sino del Espíritu Santo. Es cierto que el Espíritu es quien ilumina la verdad, pero esto no exime al creyente de su responsabilidad de estudiar. Pablo elogió a los bereanos porque examinaban las Escrituras diariamente para verificar la verdad de lo que se les enseñaba (Hechos 17:11).

Aplicación para la vida cristiana

El cristiano está llamado a amar a Dios con su mente, lo que implica:

  • Estudio serio de la Escritura: Leer la Biblia en su contexto, con herramientas adecuadas, y buscando guía en el Espíritu Santo.

  • Discernimiento teológico: Evaluar las enseñanzas a la luz de la Biblia para evitar ser llevados "por todo viento de doctrina" (Efesios 4:14).

  • Uso del conocimiento para glorificar a Dios: No para debate estéril, sino para edificar a otros y fortalecer la fe.

Conclusión

La frase "La Biblia no fue hecha para entenderla sino para obedecerla", según Steven Hassan, es una técnica de control mental, él le denominaría: "Interrupción del pensamiento". Un líder de secta coercitiva te dirá algo como "Cuanto más intente comprender lo que les digo, menos capaces serán de comprenderlo ¿me comprenden?".

Negar la importancia del entendimiento de la Escritura es contrario a la enseñanza bíblica. La Palabra de Dios no solo debe ser obedecida, sino también comprendida. Como bien dice Augustus Nicodemus Lopes: "Jesucristo murió para quitar tu pecado, no tu inteligencia". La fe cristiana no es enemiga del conocimiento; al contrario, lo exige para un crecimiento sólido y maduro.

Para profundizar en este tema, se recomienda la lectura de los siguientes libros:

  • Piense, de John Piper.

  • El escándalo de la mente evangélica, de Mark Noll.

  • Amarás a Dios con toda tu mente, de Os Guinness.

  • Ama a Dios con toda tu mente, de J.P. Moreland.

  • Hábitos de la mente, de James Sire.

Que Dios nos conceda corazones y mentes que le busquen con diligencia, sabiendo que el verdadero conocimiento nos lleva a una obediencia gozosa y fundamentada en la verdad.

¡Piensa en esto, cristiano!

lunes, 1 de mayo de 2017

El Huerto del Edén era un “Portal al Cielo”



Estuve leyendo nuevamente el libro “El Reino de Poder” de Guillermo Maldonado. Es interesante que de cada cien palabras ochenta son testimonios de sanidades, prodigios y cumplimientos de profecías los cuales no se puede verificar; es decir no podemos verificar si los testimonios de la gente sanada, o cumplimiento de una profecía sean ciertos. Tampoco podemos darle el beneficio de la duda, no se lo merece. En otras palabras, el libro resultó ser fácil de leer, pues los testimonios te puedes saltar para leer “la doctrina de Maldonado”. De hecho, lo leo esperando saber sus doctrinas, pero qué difícil se torna mi lectura.

Encontré algo que les quiero compartir, se trata de ¿Qué era el Huerto de Edén y dónde está ubicado?

Según Maldonado, en el capítulo II, “El mandato original de dominio”, en un párrafo alega que el Edén no era un lugar físico:
“De mis investigaciones he concluido que el Edén no era un lugar físico en la tierra, sino una puerta abierta o una entrada al cielo. Era un ambiente, una “puerta” o “portal” al cielo, porque allí Dios manifestó su gloria. Adán se movía dondequiera que la gloria o la presencia de Dios se movía. Más tarde, otras personas, incluyendo Jacob, tuvieron encuentros con la presencia de Dios, y esos encuentros no ocurrieron en un lugar fijo en la tierra. En el caso de Jacob mientras dormía en una ciudad llamada Luz, tuvo un sueño en el cual vio una escalera que descendía del cielo hacia la tierra. Él llamó a ese lugar “Betel”, que significa “Casa de Dios”. Betel fue, en esencia, el “Edén” de Jacob.”
¿Cuál es la ubicación del Jardín del Edén?"
Pero lo único que la Biblia nos dice acerca de la ubicación del Jardín del Edén se encuentra en Génesis 2:10-14, "Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro; y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice. El nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea toda la tierra de Cus. Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates.” La identidad exacta de los ríos Gihón y Pisón es desconocida, pero son bien conocidos los ríos Tigris y Éufrates.

Si los ríos Tigris y Éufrates mencionados son los mismos ríos por esos nombres hoy en día, esto ubicaría el Jardín del Edén en algún lugar en el Medio Oriente, probablemente en Irak. No es mera coincidencia que la región del Medio Oriente es donde el planeta era más exuberante -el lugar donde se encontraba el Jardín del Edén. Si el petróleo es, como cree la mayoría de los científicos, principalmente la materia vegetal y animal descompuesta, entonces esta es la zona donde esperaríamos encontrar los mayores depósitos de petróleo. Ya que el Jardín era el epítome de la perfección, es lógico pensar que la descomposición de materias orgánicas más perfecta y exuberante de la tierra produciría grandes reservas del mejor petróleo de la tierra.

¿Qué pasó con el Jardín del Edén?
La Biblia no dice específicamente. Es probable que el Jardín del Edén fue destruido completamente en el Diluvio o que se encuentra enterrado como reservas de petróleo bajo siglos de depósitos de arena.

CONCLUSIÓN:
No estamos buscando respuestas de “dónde está el Huerto del Edén” lo que nos gustaría saber es ¿cuáles son esas investigaciones? que Maldonado hace mención, nos gustaría saberlas. Como ya lo dije en otra publicación, el libro de Maldonado “El Reino de Poder” no tiene referencias bibliográficas, es como un libro de discipulado de una iglesia local, en el cual no tienes alternativa de creer todo lo que está escrito, o desecharlo. Yo personalmente creo que es poco responsable sacar un libro y no citar las fuentes a las que uno recurre para establecer afirmaciones y exponer conclusiones. Con “sus investigaciones” sobre el Edén, nos deja con la mirada perdida en el horizonte imaginando en qué habrá consistido esas investigaciones.

Juzgue usted!

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(1) Guillermo Maldonado, “El reino de poder: cómo demostrarlo aquí y ahora”, 2013, Whitaker House. PA-USA, Pág. 45