El profeta Lehi recibió
más profecías que el profeta Isaías sobre Jesucristo
A continuación una evidencia
interna de la no-inspiración del Libro de Mormón, esta vez analizamos la
vida de Lehi, quien según el Libro de
Mormón, recibió profecías más que precisas sobre Jesucristo, cual no las ha
recibido ni Isaías ni Jeremías. Esto
es muy sorprendente, es como si Lehi hubiera tenido una copia de los Cuatro Evangelios
y los hubiera leído, o si hubiera viajado al futuro desde el año 600 a.C. al año 30 d.C. y hubiera sido TESTIGO OCULAR del ministerio de Juan el Bautista y del mismo Jesús
el Mesías.
¿Quién era Lehi?
Wikipedia nos da un resumen extraído
del Libro de Mormón acerca de quién
es Lehi, si fue profeta, dónde vivió, y quienes fueron sus hijos:
“Lehi, el padre de Nefi, es un personaje de El Libro de Mormón identificado como un profeta hebreo que vivió en Jerusalén hasta aproximadamente el año 600 a. C., cuando por medio de un sueño se le mandó salir de Jerusalén antes de que ésta fuera destruida. Lehi guió a su propia familia y a la de Ismael que constaba de 2 hijos y 5 hijas de los cuales no se especifican sus nombres, más un acompañante llamado Zoram, desde Jerusalén hasta una tierra prometida en el hemisferio occidental, convirtiéndose en el primer profeta entre su pueblo.”1
Lehi vivió toda su vida en la ciudad de Jerusalén pero su idioma era el egipcio.
“Sí, hago la relación en el lenguaje de mi padre, que se compone de la ciencia de los judíos y el idioma de los egipcios… Pues sucedió que al comenzar el primer año del reinado de Sedequías, rey de Judá (mi padre Lehi había morado en Jerusalén toda su vida), llegaron muchos profetas ese mismo año profetizando al pueblo que se arrepintiera, o la gran ciudad de Jerusalén sería destruida.”2 1 Nefi 1.2,4
Sedequías fue el último rey de
Judá antes de la destrucción de este reino a manos de los babilonios. Habría
sido nombrado rey por Nabucodonosor II, rey de Babilonia, tras el sitio de Jerusalén en 597
a. C., para suceder a su pariente Joaquín. La caída de Jerusalén, que
marca el final del reinado de este monarca, se produjo en 586 a. C.
No hay evidencias de
ningún tipo de que los judíos del siglo VI antes de Cristo hayan usado el
idioma de los que fueran sus enemigos, los egipcios. Los
manuscritos conservados de aquellos años, y que son básicamente el Pentateuco y
algunos Salmos, están en hebreo. Si hubiese algún escrito de aquella época que
estuviese en idioma egipcio, sería en egipcio demótico, y tendríamos la
evidencia.
La Biblia, la verdadera Palabra
Inspirada, Suficiente, Inerrante e Infalible; nos da luz respecto de cuál era
el idioma predominantemente hablado y escrito de los judíos, y no es el
“egipcio demótico”. Veamos al profeta Isaías, quien vivió y ministró en Juda
por los años 700 a.C.
“…Entonces Eliaquim, Sebna y Joa, dijeron al Rabsaces: Te rogamos que hables a tus siervos en arameo, que nosotros lo entendemos, no nos hables en judío ante la gente que está sobre el muro... Y poniéndose en pie, Rabsaces gritó en judío a voz en cuello: Oíd las palabras del gran rey, el rey de Asiria.” – Isaías 36.11,13
En épocas de la invasión de
Senaquerid, rey de Asiria, por los años 700 a.C. hay un relato, en donde los
opresores asirios tuvieron que usar el lenguaje de los judíos para
intimidarlos.
“Y gritaban desaforadamente en lengua judía al pueblo de Jerusalem que estaba en el muro, para intimidarlos y aterrorizarlos a fin de apoderarse de la ciudad.” 2 Crónicas 32.18
El hebreo fue la lengua hablada,
escrita y leída por más de seis millones de personas en Israel y por las
comunidades judías de la Diáspora. Desde la Antigüedad, el hebreo es la lengua
escrita, litúrgica y de oración empleada por el judaísmo. Si los judíos
aprendieron otros idiomas y llegaron a dominarlos, eso se sabe que fue luego de
ser exiliados, esto es posterior al año 586 a.C. antes de ello, no
hay registro alguno que individuos comunes y corrientes hayan escrito sus
crónicas en idioma “egipcio”, como sugieren los mormones al presentar
la historia del origen del Libro de
Mormón.
Es inaceptable que un judío
residente en Jerusalén que vivió en épocas del rey Sedequías haya tenido dominio
del idioma egipcio a tal sentido que su hijo, Nefi, haya escritos sus
crónicas en egipcio antes que en hebreo.
Lehi no supo a qué tribu pertenecía
A pesar de ser judío piadoso y haber
vivido toda su vida en Jerusalén, Lehi no sabía a qué tribu pertenecía, hasta
que algunas planchas de bronce le fueron traídas después de abandonar Jerusalén.
“Y aconteció que mi padre Lehi también halló sobre las planchas de bronce la genealogía de sus padres, por lo que supo que descendía de José, sí, aquel José que era hijo de Jacob, que fue vendido para Egipto y preservado por la mano del Señor para que salvara del hambre a su padre Jacob y a toda su casa.”3 1 Nefi 5.14
¿Dónde están esas planchas de
bronce? No se tiene conservada ninguna. Se tiene manuscritos del Tanaj, los
Rollos del Qunram, entre otros, pero estas planchas de bronce con genealogías
no se tiene. Por ejemplo, El Nuevo Testamento han sido preservadas en más
manuscritos que cualquier otra obra antigua, teniendo más de 5,800 manuscritos
griegos completos o fragmentados, 10,000 manuscritos en latín y 9,300
manuscritos en muchos otros lenguajes antiguos incluyendo siríaco, eslavo,
gótico, etíope, copto y armenio. Las fechas de dichos manuscritos oscilan desde
125 d.C. (el manuscrito de John Ryland, P52; el fragmento más antiguo de una
copia del Evangelio de Juan) hasta la introducción de la imprenta en Alemania
en el siglo XV. Pero de los manuscritos o planchas de bronce, y de las planchas
de oro donde yace la evidencia de los escritos originales del Libro de Mormón no se tiene NI UNA, sólo
supuestos testigos que bajo juramento afirmaron haber visto dichas planchas.
Por otro lado, un judío piadoso que no sabía de qué
tribu provenía, en pleno año 600 a.C. y viviendo en Jerusalén, además era tan
culto que hablaba egipcio… Esto es una incongruencia enorme.
Lehi profetizó de Jesucristo más que todos los profetas de su época
Sorprendentemente, Lehi vendría a
ser el verdadero “Evangelista del Antiguo Testamento”, ese título se lo tendríamos
que quitar a Isaías, quien entre sus profecías está la anunciación de que “… la
virgen quedará encinta y dará a luz un hijo, Y llamará su nombre Emmanuel”; y
tendríamos que dárselo al profeta Lehi, quien según el Libro de Mormón, recibió más profecías y más precisas, tan precisas
como para quedarse en Jerusalén antes que venir al Nuevo Mundo. Lehi recibió
datos precisos como:
-
Que los judíos serían llevados cautivos a Babilonia.
-
La fecha de la aparición del Mesías sería
exactamente seiscientos años después de que Lehi recibiera la profecía.
-
La anunciación no puede ser más precisa y
exacta: un Mesías, un Salvador del mundo.
-
También recibió la profecía acerca de Juan el
Bautista, dice de un profeta que habría de preceder al Mesías, para preparar la vía del
Señor.
- Antes de que Juan el Bautista apareciera en
escena, Lehi ya tenía las palabras exactas de su mensaje (en realidad parece
que Lehi viajó al año 70 d.C. y leyó los evangelios) dice: Preparad el camino del Señor y
enderezad sus sendas, porque entre vosotros se halla uno a quien no conocéis; y
más poderoso es que yo, y de quien no soy digno de desatar la correa de su
zapato.
-
También se le reveló el lugar donde Juan el Bautista
llevaría a cabo su ministerio: dijo que bautizaría en Betábara, del otro
lado del Jordán; y también dijo que bautizaría con agua.
- Pero aun más, Lehi recibió la profecía de que
aun Jesucristo sería bautizado por Juan el Bautista: bautizaría al Mesías con agua;
-
Lehi lo vio todo: que (Juan el Bautista) después de haber bautizado al Mesías con
agua, vería y daría testimonio de haber bautizado al Cordero de Dios, que
quitaría los pecados del mundo.
-
Lehi recibió más exactamente que los demás profetas
de sus años, todo lo concerniente al ministerio de Jesús y al evangelio.
-
También se le dijo que le darían muerte
al Mesías que habría de venir.
-
Lehi va más allá de señales, símbolos y
tipologías, a él se le dio detalles precisos sobre el ministerio de Jesucristo,
que después
de haber sido muerto, resucitaría de entre los muertos y se manifestaría a los
gentiles por medio del Espíritu Santo.
Lehi profetizó más exactamente sobre
la venida de Cristo que todos los profetas del Antiguo Testamento juntos, esto
lo podemos leer en 1 Nefi:
“…que después que fuesen destruidos, sí, esa gran ciudad de Jerusalén, y muchos de ellos fuesen llevados cautivos a Babilonia, volverían otra vez de acuerdo con el propio y debido tiempo del Señor, sí, volverían de su cautividad; y después de volver de su cautividad, poseerían otra vez la tierra de su herencia. Sí, seiscientos años después de la partida de mi padre de Jerusalén, el Señor Dios levantaría a un profeta entre los judíos: sí, un Mesías, o, en otras palabras, un Salvador del mundo. Y también habló concerniente a los profetas: del gran número que había testificado de estas cosas referentes a este Mesías de quien él había hablado, o sea, de este Redentor del mundo. Por lo tanto, todo el género humano se hallaba en un estado perdido y caído, y lo estaría para siempre, a menos que confiase en este Redentor. Y también les habló acerca de un profeta que habría de preceder al Mesías, para preparar la vía del Señor; sí, y que saldría y proclamaría en el desierto: Preparad el camino del Señor y enderezad sus sendas, porque entre vosotros se halla uno a quien no conocéis; y más poderoso es que yo, y de quien no soy digno de desatar la correa de su zapato. Y mi padre habló mucho tocante a esta cosa. Y mi padre dijo que bautizaría en Betábara, del otro lado del Jordán; y también dijo que bautizaría con agua; que aun bautizaría al Mesías con agua; 10 y que después de haber bautizado al Mesías con agua, vería y daría testimonio de haber bautizado al Cordero de Dios, que quitaría los pecados del mundo. Y aconteció que luego que mi padre hubo dicho estas palabras, habló a mis hermanos tocante al evangelio que sería predicado entre los judíos, y también concerniente a que los judíos degenerarían en la incredulidad. Y luego que hubiesen dado muerte al Mesías que habría de venir, y después de haber sido muerto, resucitaría de entre los muertos y se manifestaría a los gentiles por medio del Espíritu Santo.”4 1 Nefi 10.3-11
Conclusión
Esta evidencia interna nos lleva
a concluir que el escritor del manuscrito al que le denominaron el Libro de Mormón leyó la Biblia. Sí, no
hay duda de eso.
El Libro de Mormón presenta evidencias internas de que no es
inspirado, tiene errores, y por lo tanto no tiene autoridad en doctrina, fe y
conducta para los cristianos.
Dios nos guarde!
(Puede leer el anterior artículo en éste link: http://textosfueradecontexto.blogspot.pe/2017/02/el-libro-de-mormon-y-la-gente-de-raza.html )
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Bibliografía Citada
2.
Libro de Mormón, 1992, IJSUD, Salt Lake City:
Utha, Pág. 1 (https://www.lds.org/scriptures/bofm/1-ne/1?lang=spa)
3.
Libro de Mormón, 1992, IJSUD, Salt Lake City:
Utha, Pág. 12 (https://www.lds.org/scriptures/bofm/1-ne/5?lang=spa)
4.
Libro de Mormón, 1992, IJSUD, Salt Lake City:
Utha, Pág. 20 (https://www.lds.org/scriptures/bofm/1-ne/10?lang=spa)