sábado, 3 de mayo de 2025

Contra el emocionalismo: por qué el gozo no es la medida del crecimiento espiritual

 





Una crítica reformada a la exaltación de las emociones en el neopentecostalismo

Resumen:
Este artículo analiza críticamente la tendencia neopentecostal de valorar el gozo emocional y las experiencias extáticas como indicadores de madurez espiritual. A la luz de la teología reformada y los principios bíblicos, se argumenta que la fe sólida, el amor, la humildad y la perseverancia constituyen los verdaderos marcadores del crecimiento cristiano. Asimismo, se alerta pastoralmente sobre los peligros de la coerción emocional en ciertos ambientes neopentecostales, incorporando el análisis de Robert Jay Lifton sobre dinámicas sectarias.


1. Introducción

El neopentecostalismo contemporáneo ha promovido una espiritualidad centrada en las experiencias intensas: éxtasis, gozo incontrolable, “risa santa” o temblores como evidencias de una supuesta unción. Sin embargo, desde la perspectiva reformada, esta exaltación de lo emocional presenta un serio desvío de la enseñanza bíblica sobre el crecimiento espiritual.

Thomas Goodwin (1600–1680), teólogo puritano, advertía ya en el siglo XVII que “las emociones intensas, como el gozo o los momentos de éxtasis, no son un indicador definitivo de madurez en la fe”. Más bien, sostenía que “la merma de esas experiencias emocionales muchas veces fortalece las gracias más esenciales”, como la fe firme, la humildad y el amor perseverante.


2. El criterio bíblico de madurez espiritual

El apóstol Pablo señala que el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio (Gálatas 5:22-23). Notamos que el “gozo” es apenas un componente del fruto, y no su plenitud. Más aún, el apóstol oraba para que los creyentes “sean fortalecidos con poder en el hombre interior” (Efesios 3:16), lo cual indica una formación profunda, no siempre acompañada de euforia emocional.

Martyn Lloyd-Jones advertía que “reducir la vida cristiana a experiencias extáticas es un error, pues la verdadera obra del Espíritu es hacernos santos, no simplemente felices” (Lloyd-Jones, La vida en el Espíritu, 1974).


3. La falsa medición del avance espiritual

Muchos creyentes jóvenes o mal instruidos asumen que cuanto más intensa es su experiencia emocional, más cerca están de Dios. Sin embargo, como ilustraba Goodwin, esta fase puede compararse con flores vistosas que, al caer, dan paso al fruto. La madurez suele venir acompañada de una menor dependencia de lo sensible.

John Owen explica que “el Espíritu Santo obra en nosotros con una sabiduría que no siempre se manifiesta con señales visibles, sino en la transformación interna del carácter” (Owen, La comunión con Dios, 1657).

Por tanto, un creyente que avanza realmente en la fe puede no “sentirse” más cerca de Dios, pero está desarrollando una confianza más firme en Su Palabra.


4. El error pastoral del emocionalismo neopentecostal

Muchos líderes neopentecostales —sin guiarse por una teología sólida— imponen sutilmente la expectativa de experiencias extraordinarias como evidencias de espiritualidad. Esto no solo conduce a frustración, sino que tergiversa la verdadera obra del Espíritu Santo, que no consiste en manipular emociones, sino en formar a Cristo en nosotros (Gálatas 4:19).

Aquí se cumple el criterio 7 de Robert Jay Lifton para identificar dinámicas coercitivas en sectas: “la doctrina sobre la persona”. Este criterio implica que las experiencias emocionales o personales de los miembros son invalidadas si entran en conflicto con las enseñanzas del grupo. Así, si un creyente no experimenta ciertas manifestaciones, se le hace sentir inferior, culpable o falto de fe. Tal presión mina la libertad cristiana y promueve una espiritualidad artificial.


5. Un llamado pastoral a líderes evangélicos

Los pastores y líderes espirituales deben velar por la edificación sana del pueblo de Dios. Esto implica enseñar que el Espíritu Santo también obra en el silencio, en la prueba, en la sequedad y en la disciplina del alma. Obligar a las personas a “sentir” constantemente a Dios es ignorar la pedagogía divina, que incluye valles, no solo montes.

Richard Baxter escribía: “Muchos creyentes se desaniman porque no sienten continuamente gozo. Pero no es el gozo, sino la obediencia perseverante, la señal de un corazón convertido” (Baxter, El directorio cristiano, 1655).


6. Conclusión

El crecimiento espiritual no se mide por explosiones emocionales, sino por una fe razonable, consistente y fundada en la Palabra de Dios. Aunque las emociones tienen un lugar en la vida cristiana, no pueden ser el termómetro de la espiritualidad. En tiempos en que el neopentecostalismo ha popularizado una fe basada en el espectáculo, debemos volver a la espiritualidad bíblica: humilde, constante, a veces silenciosa, pero profundamente transformadora.


Bibliografía

  • Baxter, Richard. A Christian Directory. 1655.

  • Goodwin, Thomas. Works, Vol. 2.

  • Lloyd-Jones, Martyn. La vida en el Espíritu. Ed. Clie, 1974.

  • Owen, John. La comunión con Dios. Ed. Puritanos, 1657.

  • Lifton, Robert Jay. Thought Reform and the Psychology of Totalism: A Study of “Brainwashing” in China. 1961.


https://textosfueradecontexto.blogspot.com/2025/05/contra-el-emocionalismo-por-que-el-gozo.html



Artículo generado con IA

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