martes, 31 de marzo de 2015

Soy Cristiano por una Buena Razón...


Soy cristiano porque el Cristianismo está centrado en la persona de Cristo. Él siempre estaba hablando de sí mismo. Es el único hombre en la historia cuya vida es un modelo irreprensible. Si lo queremos comparar con el “fundador” de cualquier movimiento humano, o líder de alguna religión; Jesucristo es el único que partió de sí mismo, porque Él es Dios. 

Soy cristiano porque Jesús dijo: “Yo soy el pan de vida” que la humanidad necesita para estar saciada. Él dijo “Yo soy la luz del mundo” que necesitamos para no andar en tinieblas. Jesucristo dijo “Yo soy el camino, la verdad y la vida” que los hombres y mujeres necesitan para no extraviarse. Él es el centro de todo, Él dijo “Yo soy la resurrección y la vida”, capaz de dar vida a cuanto ser humano muerto en vida que hay en este mundo. 

Soy cristiano, porque Cristo es el único que pudo decir de sí mismo “venid a Mi todos los que están cansados y sobrecargados de trabajo, que Yo les daré descanso”. Jesucristo es el único que dijo “Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba”. Soy cristiano porque no hay líder religioso en el mundo, ni lo ha habido jamás, que haya podido centrar la fe de sus seguidores en sí mismo, ni que haya dado su propia vida para salvarlos. Y Jesús no es un religioso. 

Los líderes de este mundo siempre han querido pasar inadvertidos, señalando en otra dirección fuera de sí mismos, hacía la “verdad” que ellos enseñaban; pero Jesucristo toma ventaja en esto, porque es Dios; ofreciéndose a sus discípulos como su objeto de fe, amor y obediencia. Por eso soy cristiano.   

miércoles, 25 de marzo de 2015

¿Por qué soy cristiano?




Soy cristiano porque cada día compruebo que los seres humanos están separados de Dios, es una sensación clara y concisa de separación y fracaso, no necesariamente por declararse ateos, la mayoría de personas cree en Dios, porque cabe la explicación de que algo o alguien en alguna parte del universo, está detrás de todo lo existente, de todo fenómeno de la naturaleza. Pero la distancia entre ese máximo ser y yo era muy grande. Y esa separación abismal me ha llevado a la conclusión de que el ser humano necesita de alguien que lo acerque a Dios. 

Me he hecho la pregunta una y otra vez ¿Cómo puede el hombre, siendo pecador y mortal, acercarse a un Dios santo y justo? ¿Hay algún puente entre Dios y el hombre? …Por eso soy cristiano, porque entendí que Cristo había muerto para cambiar mi distanciamiento en reconciliación, y que fue resucitado de los muertos para cambiar mi derrota en victoria. La correspondencia entre mi necesidad subjetiva y la oferta objetiva de Cristo parecía demasiado cercana para tratarse de una coincidencia. La llamada de Cristo se hacía cada vez más fuerte e insistente. ¿Abrí yo la puerta, o fue Él? Realmente fui yo; pero únicamente gracias a su llamada insistente que lo hizo posible, por no decir inevitable. Por eso soy cristiano.

Soy cristiano porque estoy convencido de que el Cristianismo es la verdad, o mejor dicho que las reivindicaciones de Jesucristo son verdad. 

Más de una vez me han hecho el típico comentario condescendiente: “que bien que seas cristiano, de seguro que serlo te ayuda bastante, pues uno necesita el consuelo de la religión en estos tiempos difíciles y amenazadores”. Pero esa no es la razón por la que yo soy cristiano, no niego ni por un momento, que Jesucristo sea de enorme ayuda y consuelo para mi vida. El hecho es que Jesucristo plantea un desafío radical, así que la razón por la que soy cristiano no es porque “es bonito”, sino “porque es verdad”. 

No tengo el mínimo deseo en particular de defender el “Cristianismo” como sistema o la “iglesia” como institución. La historia de la iglesia ha sido bastante agridulce, combinando hechos heroicos con actos vergonzosos. Pero no me avergüenzo de Cristo, que es el corazón y centro del cristianismo. 

Soy cristiano porque Jesucristo fue un fiero crítico de las instituciones, defendió la causa de los pobres y necesitados, hizo amigos entre los marginados de la sociedad. Tenía compasión de las mismas personas que otros despreciaban y rechazaban. Y aunque Jesucristo fue cruel e injustamente atacado, nunca respondía. A sus discípulos les dijo que debían amar a sus enemigos, y practicar lo que Él enseñaba. Encuentro en Cristo un modelo que no sólo es digno de admirar, sino de imitar. Por eso soy cristiano.

¿Por qué soy cristiano?




Es cierto que muchos dirán que nací y crecí en un hogar donde cada domingo nuestro padre se esforzó porque participemos de una reunión con la iglesia, y desde entonces no he dado marcha atrás. Pero esas son sólo las circunstancias de mi nacimiento, de mi familia y crianza. Han ayudado en mucho para guiar mis principios y valores, pero es sólo una parte del porqué soy cristiano. 

Soy cristiano porqué Dios mismo me buscó sin descanso, a pesar de que yo tenía otro camino trazado a seguir como lo tienen los hombres y mujeres de este mundo. Él se encargó de que yo lo encontrara en el camino y lo cambió a su manera; y de no ser por aquella búsqueda sin descanso de parte de Dios, llena de gracia por parte de quién entregó su vida en una cruz, hoy estaría en un basurero con una vida malgastada y echada a perder. Por eso soy cristiano. 

No porque haya decidido por Cristo, sino porque Cristo se decidió por mí. Es gracias a la incesante búsqueda que Él hizo para encontrarme. Él hablaba constantemente a mi mente, llenándome de dudas sobre si Jesús era realmente el Mesías prometido, o simplemente un impostor. El hablaba incesantemente a mi memoria, recordándome los mártires de la historia, de los primeros años del cristianismo, de cómo fueron capaces de morir haciendo del dolor su mayor hazaña y sintiéndose dignos de morir por Cristo. 

Dios azuzaba mi conciencia, la cual me acusa de malos deseos; aquellos que suelen tener los hombres y mujeres de este mundo. Y Dios aguijoneaba mi espíritu, amplio y vacío, que desea llenarse de buenas obras para sentirse aprobado; pero consciente de la trascendencia de Dios, aunque lejos y separado de Él. Por eso soy cristiano, no porque yo le hubiese amado primero a Él, sino porque Cristo me amó primero a mí, y lo demostró muriendo en la cruz en mi lugar. Por eso soy cristiano.

sábado, 14 de marzo de 2015

Jonás, El Misionero Rebelde




El misionero rebelde Jonás, se encuentra en las Escrituras como un ejemplo de hombre íntegro como portador de la palabra profética del Antiguo Testamento pero también como un gran prejuicioso de los designios de Dios. Jonás es enviado a Nínive a pregonar el mensaje de Dios en contra de ella pero él rehúsa hacerlo pues tiene sus “propias” razones, él era hebreo y más aun no soportaba que Dios pusiera atención a un pueblo incircunciso. Jonás conocía a Dios y cada uno de sus atributos que le caracterizan como el Amor y la Compasión por los pecadores. Jonás muestra con su actitud que es un hombre muy natural al tratar de esconderse de la presencia de Dios, sabiendo que Es Omnipresente.
Muestra a un Dios muy compasivo y amoroso que ama al arrepentido y le da una oportunidad para salvarse. Jonás nos muestra a ese Dios capaz de perdonar la maldad de más de ciento veinte mil personas que habitaban Nínive, una ciudad entera. Solamente con el precedente de un genuino arrepentimiento.
Nuestro llamado es a pregonar el mismo mensaje de salvación que en estos tiempos cada ciudad del mundo debe escuchar, debemos ir con la convicción de Jonás, mas no con su prejuicio y rechazo a otras personas.

Jonás hijo de Amitai

El texto en el 1.1 nos revela que Jonás era judío y que su padre fue Amitai, vivieron entorno a Samaria y sirvió a Dios como vidente en tiempos de Jeroboam II (2 Reyes 14.23-25). Esto evidencia a Jonás como un profeta verdadero y que siempre tenía una palabra verdadera de Dios para el pueblo. Era un hombre de Dios con una reputación de profecías acertadas y cumplidas en su tiempo. A la vez cabe recalcar la característica que todos los hebreos tenían en ser muy etnocéntricos y su principal juicio hacia otros pueblos es con respecto a que estos no tienen como Dios al único Dios verdadero sino que tienen una gama de ídolos como lo es en Nínive. Pero de forma particular Jonás en esta aparente biografía (el libro de Jonás) se presenta como el profeta que rechaza rotundamente a un pueblo gentil.

En el capítulo 4.2 Jonás mismo acepta conocer de antemano la voluntad de Dios, si es que Nínive se arrepintiera, de perdonarla y por ello detesta  ir. Esto nos da a entender que Jonás tenía un genuino conocimiento de Dios y sabía verdaderamente cómo y quién era. Gran ejemplo entonces el de Jonás de ser un hombre que conoce muy bien en quien cree. Pero a la vez muestra a un verdadero hombre que pretendió ser exclusivo de Dios y temeroso de la aprobación de la gente.

Sin ninguna duda era un hombre orgulloso, egoísta, obstinado, resentido, celoso, sanguinario; un buen patriota y amante de Israel claro; pero sin el debido respeto para Dios ni amor para sus enemigos.

Nínive

Una de las ciudades más antiguas del mundo, fundada por Nimrod (Génesis 10.11,12), un bisnieto de Noé, y que permaneció hasta el año 612 a.C. Nínive estaba situada sobre las orillas del Tigris y fue la capital del gran Imperio Asirio. Desde el tiempo de David hasta el de Ezequías y Manasés, Nínive y sus reyes ocuparon un lugar preponderante. Dios envió a Jonás a advertir a la gente de Nínive acerca del juicio inminente (Capitulo 3.4), pero Dios le concedió a Nínive, si podríamos decirlo así,  una suspensión temporal de su juicio de alrededor de 200 años.

Del libro de Jonás deducimos que la gente de Nínive era totalmente pagana e ignorante de las cosas de Dios. Dios mismo dice en el capítulo 1.2 que su maldad “en extremo había subido hasta Él”, de la misma forma cuando los habitantes de Sodoma y Gomorra habían pecado (Génesis 18.20-21). Y en el capítulo 4.11 dice Dios, refiriéndose a los ciento veinte mil habitantes de Nínive, que “no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda”.  Quizá ésta sea una frase proverbial para referirse a las personas que están completamente desorientadas con respecto a su futuro, más aún desconocen si su mal le afecta o no en la vida tanto natural como espiritual. Hoy en día, de igual forma, hay gente que no sabe discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, completamente ignorante de la salvación de Dios, y de su destino espiritual, quizá, como niños inocentes o como gente que no tiene conciencia de lo que hace. Nínive representa el más alejado pueblo ignorante de Dios y de la salvación en Jesucristo.

El Mensaje

El mensaje que Dios encargó a Jonás era el más sencillo de todas las profecías de la Biblia: “Ve y diles que de aquí a cuarenta días los destruiré”, nada más y  nada menos que eso. El mensaje no contemplaba ninguna opción por lo que el rey de Nínive dice en el capítulo 3.9: “...Quizá Dios  se detenga y se arrepienta, se calme del ardor de su ira y no perezcamos”. Es más, Jonás no tenía ni la menor intensión de exhortarlos a que se arrepintieran el dio el mensaje en los tres días de camino y luego fue y se sentó en un lugar alto para ver que la destrucción de Nínive.

La  Misión de Jonás

Jonás representa al misionero que sale de su entorno para declarar el evangelio en otra nación. Este misionero tenía una clara misión y no podía por ningún motivo deshacerse de ella. El intento de irse a Tarsis no fue otra cosa que simplemente dilatar el tiempo, ya que la voluntad de Dios se cumpliría en él a como dé lugar. La misión de Jonás consistió en salir de su nación e ir a otra en la que quizá corría el riesgo de morir, o ser tomado prisionero o cualquier otra calamidad. Estos fueron los riesgos del misionero transcultural de aquella época.

¿Cómo Habló Dios a Jonás?
Jonás recibió el mensaje profético de Dios, claro era profeta, pero fue necesario debido a su rebeldía, que Dios obrara milagrosamente para mostrarle su voluntad. Cuando ya estaba en el barco rumbo a Tarsis, Dios manda un viento fuerte, pero ni aun así, solamente se limitó a aceptar la responsabilidad por el ventarrón pero no dijo nada acerca de regresar e ir a Nínive a cumplir su misión. Una vez en el agua es tragado por el gran pez, y entonces toma conciencia de sus hechos y ora a Dios. Luego va a Nínive y continúa con su rebeldía, sentado en una colina, se prepara a presenciar lo que le acontecería a aquella gran ciudad. Fatigado por el sol que le hirió, Dios ve necesario mostrarle su error y manda la calabacera. Encariñado con la enramada más que con la gente, se enoja porque un gusano dañó la sombra que le protegía del sol.
Sin duda a Jonás Dios le hablo tantas veces y de tantas formas que solamente el prejuicio y el orgullo le cegaron los ojos. Así como muchas veces Dios tiene que usar cada una de las cosas que usa para mostrarnos su voluntad pero nosotros podríamos estar tan cegados que no miramos mas allá de nuestro orgullo y egoísmo.

La Oración de Jonás

La típica oración del arrepentido que ofrece pagar sus votos, Jonás en el capítulo 2.9 alaba a Dios de que milagrosamente esté dentro del estomago de un animal y siguiera con vida, y comprende que Dios lo preservó con vida porque tenía un propósito claro para él, para Nínive y aun para nosotros, esto es ver la Soberanía de Dios, Su Amor para los gentiles que se arrepienten y los seres humanos en general porque Dios no hace acepción de personas. 

La usual oración de Jonás contestada, probablemente mientras éste era tirado al mar como una ofrenda u objeto que aplacaría la ira de los dioses del mar, abría invocado el nombre de Dios, y mientras era tragado por el gran pez pensando que estaba siendo objeto del juicio de Dios por haber desobedecido a sus mandatos es probable que haya pedido ayuda a Dios, y Dios contestó. Pues Dios siempre tiene todo bajo control.

No debemos tener temor de invocar a Dios cualquiera fuera nuestra circunstancia, Él siempre está presto a oír y acudir a nuestro llamado. Él tiene todo bajo control.

El Arrepentimiento de Nínive

Aunque no lo parezca, el arrepentimiento de Nínive constituye el más grande despertar por Dios en un pueblo pagano en tiempos del Antiguo Testamento. El mensaje de Jonás cayó en los corazones de los ninivitas quienes no demoraron en creerle a Dios y se convirtieron de sus males al camino verdadero. La Biblia no lo dice pero luego de muchos años Nínive volvió a pecar y casi en 200 años más adelante Dios mandó un juicio y esta vez sí destruyó por completo a la ciudad.

La conversión de los ninivitas consiste en aspectos característicos de los que se deciden responder al llamado de Dios. Primero vemos que desde el rey hasta los animales ayunaron. Hicieron penitencia o algo similar que tenía que ver con el silicio y toda clase de ropas ásperas que usaron tanto personas como animales. La oración a Dios, que es un clamor rogando que fuera posible detener la ira de Su juicio. Y el cambio de conducta por parte de los convertidos.

¿Quiénes se Salvaron?
No solamente se salvaron los ninivitas del juicio que Dios había decretado sino que también encontramos que los marineros se salvaron y no perecieron aunque Jonás si recibió su disciplina. Y como caso muy particular los animales de Nínive también se salvaron de morir. Los animales representaban antiguamente el capital de un pueblo, su garante o respaldo económico. Perdonar la vida de los animales en una batalla era para ser tomado como botín de guerra. Pero en esta ocasión los animales son mencionados como aquellos que también disfrutaron de la misericordia de Dios.

El Enojo de Jonás

Las razones que Jonás presenta para enojarse son extremadamente ridículas. Se muestra como caprichoso, pero Dios lo contrarresta mostrándose muy amoroso. Pareciera que Dios estuvo muy lleno de amor para con Jonás, y es que no parece sino que así es Dios cuando de seres humanos se trata. El ama a las personas incluyendo a Jonás. Pero Jonás no lo entiende así. Él  está más ocupado en comprobar su profecía. Se molesta porque Dios es consecuente con sus atributos de Amor e Inmutabilidad, aunque parezca que Dios se arrepiente aquí y se contradice con otro texto bíblico que dice que “Dios no se arrepiente”. Pero Dios no cambia, Él se ha propuesto salvar a la gente porque la Biblia dice que “la voluntad de Dios es que todos procedan al arrepentimiento”. Así sean budistas, hinduistas o musulmanes, Dios quiere salvar a todos. Ninivitas o israelitas, si alguien se arrepentía de corazón era candidato para ser salvo.
Pero Jonás no entiende esto él está pensando en su reputación como profeta, está pensando en el “qué dirán”. Obviamente  temía ser tomado como falso profeta por ello le dice a Dios:

“Para que ya necesito vivir, si mas te importa ciento veinte mil arrepentidos que mi reputación como ministro y profeta tuyo (parafraseando un poco)

Aunque Jonás reconoce a Dios como misericordioso, amoroso y perdonador, no lo hace para alabarle o agradecerle, sino para reprocharle, pues es un caprichoso y arrogante.

Conclusión

El libro nos muestra, esencialmente, que los bondadosos planes de Dios no se limitan sólo a Israel, o a su iglesia,  sino que se extienden al mundo gentil. La inspiración del autor está orientada en  ampliar las simpatías de Israel para que, cual misioneros de Dios, puedan guiar a los gentiles al arrepentimiento y hacia Dios. La respuesta positiva de la gente de Nínive muestra que los paganos son capaces de un arrepentimiento genuino. El libro de Jonás bien puede considerarse como una obra maestra en cuanto a MISIONES TRANSCULTURALES. El mismo anticipa lo universal del evangelio de Jesús, y es la contraparte del Antiguo Testamento en relación con Juan 3.16:

Porque de tal manera amó Dios al mundo,
 que ha dado a su hijo unigénito,
para que todo aquel que en Él cree no se pierda,
Sino que tenga vida eterna.

Ni seamos rebeldes ni desobedientes, sino que atendamos a todos aquellos a quienes Dios nos envíe y transmitámosle ese amor de Dios. Ese amor que transforma y que les da la oportunidad de ser salvos. No esperemos que Dios tenga que mostrarnos su voluntad a través de grandes milagros y señales, baste su Espíritu Santo hablándonos en este precioso libro de Jonás. 

miércoles, 4 de marzo de 2015

¿Buscando más unción, o buscando ser llenos del Espíritu Santo?


Muchos cristianos están hablando de la búsqueda de "unción". De ministrar la “unción”. De usar la “unción” como herramienta clave para el éxito ministerial. Otros refieren a “niveles de unción”, hacen alusión que unos pastores tienen más unción que otros. Encontré las siguientes afirmaciones en boca de algunos pastores:

·  “La unción es el tesoro del cielo.”
·  “Necesitamos hombres, mujeres, jóvenes y niños con hambre por la unción, como fue Eliseo”.
·  “El Señor Jesucristo nos llama a ministrar más la unción, más liberación, más sanidad sobre su iglesia.”
·  “La verdadera adoración captura la presencia y unción del Espíritu Santo.”
·  “No ignoremos que la unción es el poder de Dios, para sanar, para liberar, para salvar, para desatar avivamiento”
·  “Rompiendo la apostasía de la iglesia con la unción del Espíritu Santo.”
·  “Despierta pueblo de Dios, asume un rol protagónico en la tierra, llenándote con la unción del Espíritu Santo hasta no poder más, y sólo nadar en su río de poder.”
·  “La unción es el aceite del Espíritu Santo”
·  “Debemos ceder a la unción y no contristar al Espíritu Santo.”
·  “La unción es para los que tienen hambre y sed de la presencia del Espíritu Santo en sus vidas y ministerios.”
·  “El señor Jesucristo me ha estado hablando muy fuerte de la importancia de la unción, que debemos entrar en su río y permanecer en las profundidades de su río de la presencia del Espíritu Santo.”
·  “Busca la unción, no te distraigas con las preocupaciones de la carne, ella es el poder de Dios, para salvar, sanar y liberar en el nombre de Jesucristo."
·  Declaración: “Ministro la unción de avivamiento sobre tu vida, sobre tu familia, sobre tu iglesia y sobre tu nación, en el nombre de Jesucristo.”
·  “La unción se transfiere por fe de un siervo a otro."

¿Pero qué significa "unción" en el lenguaje del Nuevo Testamento? En 1 Juan 2.20 leemos:

"Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.”

Y partiendo de esto hay un intenso debate acerca de la naturaleza de esta unción que el cristiano recibe y le da “el conocimiento”. Entendemos, por varias razones, que Juan se refiere al Espíritu Santo como la unción que el cristiano recibe de Jesús el Mesías, una sola y única vez.

"Unción" en el Antiguo Testamento, era derramar óleo o aceite en ciertas cosas y personas como sacerdotes, reyes y profetas para separarlas exclusivamente para Dios. Aquí unos ejemplos:

“Y tomarás el aceite de la unción y ungirás el tabernáculo, y todo lo que está en él; y lo santificarás con todos sus utensilios, y será santo.” Éxodo 40.9
“Y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones.” Éxodo 40.15

“Y le dijo Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria. A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.” 1 Reyes 19.15-16

Pero la unción a la que Juan se refiere es al Espíritu Santo. ¿Por qué?

(1) Jesús fue ungido por el Espíritu Santo en su bautismo en el Jordán.

“…cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” Hechos 10.38

(2) Jesús es el Mesías, el Cristo, el Ungido.

“Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.” Daniel 9.26

(3) Jesús es el Santo.

“Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, …mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús.” Hechos 4.27-30

(4) Jesús, “unge” a los creyentes con su Espíritu, cuando se convierten al Evangelio de verdad, separándolos y consagrando a Dios.

“En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,” Efesios 1.13

(5) Esta unción o sello, que es la presencia del Espíritu en los creyentes es la defensa contra el error religioso propagado por anticristos porque el Espíritu ilumina, guía y sella al cristiano en la verdad, dándoles el verdadero conocimiento de Dios.

“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.” Juan 15.26

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” Juan 16.13

No tiene sentido que los creyentes estén buscando "unción" como algo distinto del Espíritu Santo mismo. Da la impresión de que muchos hablan de la "unción" como un poder místico que viene de Dios para que puedan ser victoriosos, felices y poderosos.

"Pero vosotros tenéis la unción del Santo” 1 Juan 2.20

Nosotros tenemos “la unción del Santo” es decir, “la unción de Jesús”; tenemos Su Espíritu Santo. Lo que la Biblia nos enseña es la búsqueda de la plenitud del Espíritu, que es su dominio y control sobre nuestras vidas, el poder de su presencia para vivir y servir a Dios.

“No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu.” Efesios 5.18

No se deje engañar por falsos maestros. Estudie más las Escrituras!

Jesús Paredes