viernes, 30 de junio de 2017

¿Existen los "espíritus territoriales"?


En una ocasión un pastor amigo predicó que "el viento y la furia del agua" del lago, del episodio que conocemos como "Jesús calma la tempestad", fue producido por un "demonio principado". Algo así como el dueño de esa región. Al menos así lo interpretan los maestros de la guerra espiritual. Entonces, ese principado estaba diciendo "no vengas" a Jesús y sus discípulos. Bien, eso suena fascinante. Muy fascinante. El texto bíblico dice así: 
"En uno de aquellos días, aconteció que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago; y se hicieron a la mar. Pero mientras estaban navegando, se durmió; y una tempestad de viento cayó sobre el lago, y estaban anegándose y peligraban. Entonces se acercaron y lo despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro! ¡Perecemos! Y Él despertó y reprendió al viento y a la furia del agua, y cesaron, y sobrevino una calma. Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaron diciéndose unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y al agua manda, y le obedecen?" -Lucas 8.22-25 
Lucas no entra en detalles al respecto, como escritor inspirado, el médico amado tiene la intención de trasmitir la historia y en muchas ocasiones hace algunas interpretaciones de lo sucedido, tratando que sus destinatarios tengan facilidad al leer, puedan entender y asimilar el Evangelio. Tanto en los evangelios como en los Hechos no se narra nada, absolutamente nada, que parezca una estrategia de "guerra espiritual estratégica" partiendo de "atar al principado de una región" y luego entrar y evangelizar y tener éxito en plantar iglesias. Eso significa que ni Jesús, ni los apóstoles practicaron esto.

Contrario a lo que los "maestros de la guerra espiritual" entienden e interpretan las Escrituras sobre la "Guerra espiritual", de que deben "atar al principado" de una ciudad o región para poder tener éxito en la evangelización, las Escrituras muestran que Jesús y sus apóstoles nunca hicieron "mapeos", ni "fueron a los cerros a orar", "ni oraron por banderas de países" ni nada de esto.

La mayoría de veces, las doctrinas neopentecostales, de los maestros de la guerra espiritual, son enseñanzas totalmente contrarias a lo que aconteció en la Biblia. En el caso del episodio cuando Jesús calma la tempestad, muchos predicadores fuerzan las cosas para que parezca una gran lucha entre "el bien y el mal", pero Lucas cita a los discípulos cuando acota que "aun a los vientos y al agua manda, y le obedecen", esa fueron las palabras de los discípulos, y la interpretación de Lucas cuando nos narra el evento es que, Jesús tiene poder sobre la naturaleza, sobre la creación; no hay indicios de que "el dios del mar" (Poseidón) se haya levantado contra aquella barca con Jesús adentro... Solo fue el viento que levantó las olas.

¿Esto es como ver demonios por todos lados?
Sí. Y esto merece especial atención a las Escrituras. Lo digo porque en el siguiente episodio, Lucas nos narra sobre la llegada de Jesús a la región de Gerasa, lo primero que le recibió fue un endemoniado. ¡Esto es! ¡Este sí tiene que ser el principado de esa región! Pero no se alarme, deténgase a meditar en las Escrituras y no condicione a que la Biblia diga lo que no dice.
"Y navegaron hacia la región de los gerasenos, que está al lado opuesto de Galilea. Y al llegar a tierra, salió al encuentro cierto varón de la ciudad que tenía demonios, y desde hacía mucho tiempo no se ponía vestido ni vivía en casas, sino entre los sepulcros. Al ver a Jesús, cayó ante Él dando alaridos, y con gran voz, dijo: ¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego, ¡no me atormentes! Pues mandaba al espíritu inmundo salir del hombre, porque durante mucho tiempo se había apoderado de él, y aunque atado con cadenas y grillos para ser custodiado, rompía las cadenas y era impelido por el demonio a los lugares desiertos. Jesús le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión (porque habían entrado muchos demonios en él). Y le rogaban que no les mandara ir al abismo. Y había allí una piara de muchos cerdos paciendo en el monte; y le rogaron que los dejara entrar en ellos; y los dejó. Saliendo entonces del hombre, los demonios entraron en los cerdos, y la piara se precipitó por el despeñadero al lago, y se ahogó. " - Lucas 8.26-33 
¿Ahora sí la región de Gerasa quedó limpiada de demonios y abrazarán el Evangelio?
Curiosamente, en el caso de "el endemoniado geraseno", en una interpretación neo-pentecostal, Jesús habría liberado al hombre clave, no un principado sino una legión habrían salido de allí, la región habría quedado libre para recibir con los brazos abiertos a Jesús y a sus apóstoles, y habrían abrazado el evangelio rápidamente. De inmediato se plantarían muchas iglesias, se convertirían los artistas, los políticos, las autoridades, vendrían tiempos de prosperidad y paz, las iglesias pasarían de ser pequeñas iglesias en mega-iglesias con paredes oscuras y luces, los pastores rápidamente ascenderían de pastor a apóstol, y de apóstol a arcángel, y quien sabe los arcángeles ascenderían rápidamente a querubines... pero no fue así. de hecho nunca fue así (perdonen mi sarcasmo).

La Biblia dice que "...la fe viene por medio de la predicación, y la predicación, a través de la palabra del Mesías." (Romanos 10.17), los maestros de  la guerra espiritual quieren agregar a este pasaje argumentando que "primero" debemos hacer guerra espiritual para que recién "la fe" tenga resultados favorables.

No estamos diciendo que no hay que orar, es más; si en algo tenemos que aplaudir a los guerreros espirituales es su pasión por la oración, se pasan oras tras oras orando e intercediendo. Pero cuando lo hacemos de acuerdo a las Escrituras, ellas nos dicen "...oraré también con entendimiento". Cuando usted ora sin base en las Escrituras comete muchos errores. Debemos orar siempre, en casa, en la iglesia, por nuestra familia, por nuestro trabajo, por nuestras autoridades y por nuestro país. Debemos orar, pero lo que no debemos hacer es el circo que muchos pastores maestros de la guerra espiritual hacen, convocando creyentes para ir a los cerros a ungir, a decretar sanidad para la tierra, etc.

Volviendo al episodio del endemoniado, el que menos esperaría un gran avivamiento para la región de Gerasa, pero no fue así, al contrario. Lo sucedido afirmó el rechazo de la gente en Jesús, y tanto el Mesías como sus discípulos de marcharon de ahí. Sin siquiera dejar más rastros para que los evangelistas nos cuenten. Simplemente echaron los demonios en los cerdos, liberaron al endemoniado, y ahí quedó todo.
"...Al ver lo sucedido, los que los apacentaban huyeron y lo refirieron en la ciudad y por las alquerías. Salieron entonces a ver lo sucedido, y fueron adonde Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido y en sus cabales. Y tuvieron temor. Y los que lo vieron, les contaron cómo el endemoniado había sido sanado. Pero toda la multitud de alrededor de los gerasenos le rogó que se alejara de ellos, porque estaban sobrecogidos de un gran temor. Y entrando en una barca, regresó." -Lucas 8.34-37

Conclusión
Con esto, vemos un claro ejemplo de que la practica de hacer "mapeos territoriales" como si existieran "espíritus territoriales" no sólo no está en la Biblia, sino que la Biblia tiene ejemplos de que de ninguna manera es así. 

Lo que proponen los maestros de la guerra espiritual no es bíblico, no hay ejemplos bíblicos, no hay mandamiento en la Biblia, no lo hizo Jesús, no lo hicieron los apóstoles, y lo que es más, el ejemplo del "endemoniado geraseno" demuestra todo lo contrario a esta doctrina neo-pentecostal: "la gente no quiere oír el Evangelio" pese a que los demonios puedan irse de una ciudad.

Contrario a lo enseñado en la "guerra espiritual", Jesús y sus discípulos se fueron de allí y no hubo avivamiento en aquella región.

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El mapeo que usted puede hacer es un mapeo de como estudiar la Biblia.