lunes, 23 de mayo de 2016

Siete causas por las que Pablo manda a los Corintios a Examinarse

“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados? -2 Corintios 13.5 RV1960

Introducción
Corinto era una iglesia fundada por Pablo en el año 50, posteriormente en el año 54 les escribe su primera carta, y en el 57 la segunda carta. Era una iglesia asentada sobre una ciudad muy inmoral, a tal extremo que a “fornicar” le decían en todo de  broma: “corintizar”. Esto debido a la prostitución religiosa practicada en el templo de la diosa Afrodita. Tenía un puerto por donde pasaban gentes de toda la Cuenca del Mediterráneo, era una ciudad comercial.

Había un templo al dios Apolo, y sacrificaban animales cuya carne luego la vendían en los mercados. Había prejuicios en los cristianos por comer estas carnes. Había un hedonismo incomparable y un amor por la sabiduría, en tal sentido que los seres humanos en aquella época se –realizaban- siendo filósofos (amor por la sabiduría).

El liderazgo de la iglesia se volvió terco y su inmadurez llevó a que formaran partidos dentro de la iglesia. También menospreciaban a Pablo, no reconocían su apostolado y ministerio. Había judaizantes, y falsos maestros que enseñaban que Jesús no resucitó. Entre otras herejías. Toleraban el pecado, no disciplinaban a los que caían en pecado. Eran resentidos, pues no les gustaba que les llamen la atención.

Pablo los amaba, y aparte de sus visitas, les envió cartas. Esta vez, Pablo se atreve a desafiarlos a que “evalúen su cristianismo, quizá no son hijos de Dios, quizá no han nacido de nuevo”.

Nuestras iglesias de hoy están llenas de “cristianos no salvos”. Es la preocupación de todo pastor. Cuando no hay santidad en una iglesia, y el pecado abunda, lo más probable es que esa iglesia esté lleno de “Pedros y de Judas”. Es importante evaluarnos, si no hay santidad en nuestras vidas, lo más probable es que nunca hayamos conocido a Jesús el Mesías.

¿Qué pasaba en Corinto que fue necesaria esta exhortación de Pablo?
EL CONTEXTO de la carta nos presenta ocho puntos (hay más) que fueron el MOTIVO por el cual Pablo manda que los hermanos de Corinto “examinen su cristianismo”.

1. Calumniadores contra Pablo
“ruego, pues, que cuando esté presente, no tenga que usar de aquella osadía con que estoy dispuesto a proceder resueltamente contra algunos que nos tienen como si anduviésemos según la carne.” -2 Corintios 10.2 
Acusar a un apóstol, una autoridad espiritual de la magnitud de Pablo, de “andar según la carne” es una osadía, una calumnia. Sobre todo, cuando nunca hubo una justificación. Pablo nunca fue carnal. Su vida y trayectoria lo demuestran. Pablo vivió como mártir, nos dejó trece cartas en el NT y en ellas una gran revelación doctrinal que es el fundamento de nuestra fe cristiana.

Los corintios que calumniaban a Pablo, son tan igual como en la actualidad, los falsos hermanos calumnian a sus pastores, por algunos errores, los acusan de carnales sin serlo. La calumnia es un pecado grave. Si calumniaban a un apóstol como Pablo, imagínese las calumnias entre el liderazgo y entre los hermanos de Corinto. Se necesita tener madurez espiritual para discernir que un líder como Pablo era un apóstol “aprobado” (ver 2 Corintios 13.6)

2. Juzgaban por apariencias externas
Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está persuadido en sí mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo.” -2 Corintios 10.7
Los hermanos de Corinto tenían un proceder, un juicio y procedimiento en base a la apariencia externa. Es su afán por desprestigiar a Pablo, habían llegado al colmo de establecer juicios contra los demás, sólo en base a apariencia. Dios dijo una vez: “el hombre mira lo que sus ojos ven delante, pero Dios mira el corazón” (1 Samuel 16.7).

El juzgar a otros por su “apariencia externa” es muestra de inmadurez, de ausencia de espiritualidad. Muestra de carnalidad, de gente que no ha nacido de nuevo.

3. Jactancia del Liderazgo
“Porque no nos atrevemos a contarnos ni a compararnos con algunos que se alaban a sí mismos; pero ellos, midiéndose a sí mismos por sí mismos, y comparándose consigo mismos, no son juiciosos”. - 2 Corintios 10.12
La jactancia es insensatez. “Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba.” (10.18). Proverbios 27.2 dice: “Alábete el extraño, y no tu propia boca; El ajeno, y no los labios tuyos”.

La jactancia es un pecado de alguien que su nivel espiritual no es mayor que la de un neófito.


4. Seguían a Falsos Maestros
“Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis.” -2 Corintios 11.3-4 
Pablo arremete contra hermanos que “prestan oídos” a otro evangelio. Todo lo que no está en la Biblia, son doctrinas de hombres. Mayormente son doctrinas basadas en textos fuera de contexto, por ello “parece” bíblico, pero no lo es. Pablo les advierte que el mismo Satanás se disfraza de “ángel de luz” para engañarles.

Antes del año 100 d. C. Había 20 herejías que rondaban en la Iglesia cristiana. No una ni dos sino veinte. Había falsos maestros en Corinto que enseñaban que “no hay resurrección” y otros decían “que para ser salvo, aparte de creer en Jesús se tiene que guardar la ley judía”.

Si hacemos una lista de las herejías que hoy se dan en las iglesias evangélicas, nos asustamos: Pablo le dijo a Timoteo (2 Ti 4.1-5) “se amontonarán maestros conforme a sus propias pasiones”. Nunca hubo tantos maestros juntos, que enseñen lo que satisface a los oídos, como ahora. Esto es casi como lo dicho por los israelitas en el desierto “hagámonos dioses que vayan delante de nosotros”. Aquí los temas actuales:

o  El tema del éxito: “descubre el campeón que hay en ti”
o  El tema del bienestar y la salud: “todos los cristianos deben ser sanos”
o  El tema de la prosperidad económica: “todos deben ser prósperos”
o  El tema de la conquista: “arrebatar tus bendiciones”, “arrebatar el reino”
o  El tema místico: “falsos rabinos judaizantes”, “gente hablando hebre-ñol: Yahoshua, El Eterno, Elohim, Yeshua Jamashia, el Adom.”, Ana Mendez Ferrel que ve “señales en el cielo” y le “habla a los billetes”.
o  El tema del legalismo: “la religión del látigo, me someto a reglas humanas para sentir que estoy agradando a Dios y asegurarme la salvación” (falda larga, no aretes, pelo largo, etc.)
o  El tema del viaje ancestral: “la risa santa”, “falsos éxtasis y falsos trances”.
o  El tema del reino y dominionismo: “kingdom now”, “vivamos en el liderazgo de los gobiernos”, “para bendecir una nación tienen que gobernar creyentes.” “todos debemos ser reyes”
o  El suavizar  de la predicación contra el pecado: “no ofender al oyente”, “amamos a los gays”, “no predicaremos contra los gays”, “gracia inclusiva: tolerancia de los pecados sexuales”.
o  El tema de la comodidad: “iglesias sin reglas”, “cristianismo on-line”, “en esta iglesia las sillas están acolchadas y sirven café o refrescos”
o  El tema del relego de la Biblia: “no necesitamos mucha doctrina ni teología basta con el Espíritu Santo.”, “la Biblia son solo principios, vivamos de las revelaciones de ahora, de lo que Dios dice ahora”
o  El tema de ver demonios en todo lado: “sectas como Dios es amor”, “amantes de la lectura de Rebeca Brawm”, “gente que vive en el gobierno de Satanás”, “una vez un profeta llegó a una iglesia y profetizó que el pastor de esa iglesia anfitriona sería el apóstol de su ciudad… no terminó de dar la profecía y ese pastor murió. Preguntaron ¿qué pasó? Y el profeta respondió que Satanás arruinó los planes de Dios” ¿Satanás arruina los planes de Dios?
o  El tema de los ungidos: “las maldiciones generacionales las curan los encuentros de los pastores ungidos.”


Tenemos maestros para todas estas herejías. Desde los más sutiles como que “todos deben ser sanos” y “el agradar a Dios con tu vestimenta” hasta los más descarados como los pastores de la prosperidad. “Cada comezón de oído tiene su propio maestro”

5. Eran muy TOLERANTES, toleraban a los necios
“porque de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros cuerdos.” -2 Corintios 11.19 
Pablo llama “necios” a los “falsos maestros”, a los “falsos apóstoles”. Tolerar a un necio en la iglesia expone tu alto nivel de necedad. Debemos ser INTOLERANTES con el pecado, y en particular con toda falsa enseñanza.

Estudie y escudriñe la Biblia. Pídale a su pastor que les enseñe la Biblia exhaustivamente, para que estén preparados contra la apostasía creciente que hay actualmente. Un jefe flojo, tolera empleados flojos. Un padre irresponsable genera hijos irresponsables. Y un púlpito pobre doctrinalmente genera cristianos pobres doctrinalmente.

Dios no es ni tolerante ni flexible. No son atributos de Dios. No confundamos misericordia con tolerancia, ni tampoco gracia con flexibilidad. No son atributos de Dios, ni la tolerancia ni la flexibilidad. La TOLERANCIA  es un pecado del que tenemos que arrepentirnos.

6. Abundaba el pecado entre ellos
“Pues me temo que cuando llegue, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, divisiones, maledicencias, murmuraciones, soberbias, desórdenes.” -2 Corintios 12.20
Interesante lista que no necesita comentarios, sólo implicaciones:

-       Contiendas, pleitos
-       Envidias, celos
-       Iras, animosidades, rivalidades
-       Divisiones, ambiciones egoístas
-       Maledicencias, difamaciones
-       Murmuraciones, chismes
-       Soberbias, engreimiento, arrogancia
-       Desórdenes (en los cultos ver 1 Co 14.33)

Cuando la iglesia tiene muchos cristianos no salvos, esta lista es común. Cuando usted ve ratas en el día, en una casa, en una ciudad o en el campo, es porque la población ha superado el equilibrio del ecosistema de estos animales, por ello salen en el día a buscar alimentos que ya no lo encontraron en la noche (las ratas son nocturnas).

7. Eran Pecadores sin arrepentimiento y reincidentes
“Que cuando vuelva, me humille Dios entre vosotros, y quizá tenga que llorar por muchos de los que antes han pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación y lascivia que han cometido.”- 2 Corintios 12.21 
Si no hubo arrepentimiento genuino, que es producido por la REGENERACIÓN del Espíritu Santo, entonces no espere abandonar la práctica del pecado. Pablo deja en claro que tales cristianos que REINCIDEN EN PECAR es porque no son nacidos de nuevos, son cristianos no salvos. Están en la iglesia pero no están en Cristo.

Ser nacido de nuevo, lleno del Espíritu Santo, guiado y regenerado por el Espíritu Santo, no es cuando alguien balbucea cosas en el culto que no se entienden, o tiembla sin control, o se cae al suelo después de una oración, mucho menos que ría o llore. El abandono del pecado, la vida de santidad son la mejor evidencia de la llenura del Espíritu Santo.

Los corintios eran campeones creyendo que por la abundancia de dones espirituales que tenían era todos espirituales. En realidad eran niños espirituales, y muchos de ellos nunca habían nacido de nuevo. La falta de arrepentimiento es evidencia de falta de regeneración.

Alguien que no ha nacido de nuevo, no se arrepiente.


Se nos manda EXAMINARNOS, si estamos en  la fe

“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe”
    
Examinaos (peirazete). Del griego: “peirazo”. Significa “probar algo”, “tentar a alguien”. “Intentar probar algo”. La acción de este verbo involucra un sentimiento, un propósito, un deseo emocional. Significa “poner a prueba algo o a alguien”. Este término lleva consigo el tener sí o sí una experiencia. Experimentar.

Éste es el llamado para hacernos una autoevaluación. Constantemente debemos examinar nuestro cristianismo y compararlo con las Escrituras. “Estar en la fe” significa que “Jesús el Mesías está en nosotros”. Esto es tanto en nuestras vidas personales, como en la iglesia.

Si Jesucristo está en nosotros, la lista de pecados anterior no sería tan larga…

Se nos dice que es necesario establecer si somos o no APROBADOS
“probaos a vosotros mismos”

Probaos (dokimazete). Del griego: “dokime”. También significa “probar”, pero “probar con el propósito de establecer si se aprueba algo o no”. Término usado en la tasación de metales. El oro o la plata se “prueban” con ácidos y el tasador establece luego de la “prueba” si es el metal que refiere, o simplemente es una aleación parecida (falsificada, pirateada). Dokime significa en sí “ser probado y pasar la prueba: aprobado”. Dokime se utilizaría para certificar y autenticar algo.

PROBARSE a uno mismo es establecer si somos o no APROBADOS. ¿Eres o no lo que dices que eres? Esa pregunta debemos respondernos al reflexionar en este pasaje.

Se nos pregunta si estamos CERCIORADOS que Jesús el Mesías está entre nosotros
“¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros?”

Conoceis, reconoceis (epiginosko). Del griego “epiginosko”. Éste a su vez viene de dos palabras: “epi”, que significa sobre, y en este caso le da intensidad al verbo “ginosko”. Significa “tomar conocimiento”, “venir a saber”, “entender algo totalmente a cabalidad”, “darse cuenta de algo”. Relación entre la persona que conoce y el objeto conocido.

1 Corintios 8.3 dice, “si alguno ama a Dios, es conocido por Él” (ha sido conocido por Él) Este conocimiento incluye aprobación. “Epiginosko” significa por lo tanto, “cerciorarse”, “reconocer perfectamente”. No se puede reconocer algo que no se ha conocido antes.

RECONOCER  a Jesús significa que lo veas en tu vida HOY. Si no lo RECONOCES HOY en tu vida, es porque nunca lo CONOCISTE. Cuando te llaman a RE-CONOCER  a un delincuente, asesino, estafador o extorsionador; te muestran fotos de personas para que tú lo identifiques. Y sólo podrás reconocer al malhechor si lo has visto antes realmente, de lo contrario harás una mala acusación.
No puedes RE-CONOCER  a alguien que nunca lo has CONOCIDO. Si nunca CONOCISTE  a Jesús, de seguro que nunca lo podrás RE-CONOCER.

Se nos ADVIERTE que podríamos estar REPROBADOS, DESCALIFICADOS
“a menos que estéis reprobados”

Reprobados, descalificados (adokimos). Proviene del griego adokimos, mientras que dokime significaba “aprobado”, adokimos significa “des-aprobado”, “reprobado”, “descalificado”. Significa también “no soportando la prueba”, “rechazado”, “sin aprobación”. El proceso de poner a prueba los metales como el oro o la plata solo puede dar dos alternativas: dokime, esto es “aprobado” o adokimos, esto es “des-aprobado”.

La ADVERTENCIA va en el sentido de que podríamos estar llevando un cristianismo ENGAÑANDONOS a nosotros mismo. Pensando que eres ORO y eres simple OROPEL. Hay muchos cristianos no salvos en nuestras iglesias, que si no se arrepienten se irán al infierno.

CONCLUSIÓN
Pablo exhorta a los corintios debido a sus abundantes pecados y falta de arrepentimiento, evidencia de un falso cristianismo, que se EXAMINEN y que determinen si son CRISTIANOS O NO. Oremos como el salmista:
“Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; Pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad, Y guíame en el camino eterno.” -Salmo 139.23-24
Nuestras iglesias de hoy están llenas de “cristianos no salvos”. Es la preocupación de todo pastor. Cuando no hay santidad en una iglesia, y el pecado abunda, lo más probable es que esa iglesia esté lleno de “Pedros y de Judas”. Es importante evaluarnos, si no hay santidad en nuestras vidas, lo más probable es que nunca hayamos conocido a Jesús el Mesías. Oremos a Dios pidiéndole que nos haga “nacer de nuevo”.


¡Dios los bendiga!

domingo, 22 de mayo de 2016

Qué Evitar en la Predicación


Qué evitar en la predicación

El Dr. Martyn Lloyd-Jones en su libro “La Predicación y los Predicadores”, en el capítulo XIII advierte más de diez cosas que todo predicador debe evitar. Sin duda son las mejores recomendaciones que he leído y las compartiré porque es de mucho provecho.

Estoy maravillado con esta lectura y quiero recomendarla. Este libro es luz en medio de una densa niebla de predicaciones antropocéntricas. Todo pastor y predicador debería considerar leerlo y poner en práctica todas y cada una de sus recomendaciones.

Como suelo hacer con otras lecturas, no me despego de un capítulo o tema, o sección de un libro, hasta que logre asimilar a fondo lo que el autor nos quiere decir. Por lo mismo, aquí les comparto ocho de muchas recomendaciones claras y sencillas que Lloyd-Jones nos ha dejado.

1. No anunciar de antemano el tema sobre lo que se va a predicar.
Pág.272-273

Sugiere -no anunciar de antemano el tema sobre lo que se va a predicar-. Entiendo esto en el contexto que lo dice, pues alega que las personas deben ir a congregarse para celebrar a Dios, para rendirle culto a Él y tener comunión unos con otros. Las personas van a tener un encuentro con Dios y a ser impactados por una -exposición de la Palabra-. Anunciar con anterioridad el tema lo llama “fomentar un pseudo-intelectualismo”.

Profundizando, el autor refiere a que los creyentes no pueden medir lo que realmente necesitan escuchar, por ello; también sugiere evitar los sermones temáticos en el sentido de que los púlpitos de pronto están dando lugar a sermonear con temas y aplicaciones, y ya no se está exponiendo las Escrituras.

El sermón expositivo toma un pasaje de las Escrituras y extrae una enseñanza contextualizada a nuestra realidad para poder entenderla. Minimizar a un tema, indefectiblemente nos obliga a hablar de un tema exclusivamente y pasearte por toda la Biblia buscando un texto o parte de un texto donde menciones nuestro tema en particular para sustentarnos.

Martyn Lloyd-Jones, sugiere que todo buen predicador debe evitar anunciar su tema, o título de su sermón, así como evitar en sí mismo los sermones temáticos. Nos dice: “antes de eso, la vieja idea era la de reunirse para adorar a Dios y escuchar la exposición de la Escritura. Más aun, las personas esperaban que el Espíritu Santo descendiera sobre el predicador y todo el culto.”

2. Evitar una exhibición de conocimientos.
Pág.282-283

Si bien es cierto cuanto mayor es la preparación del predicador, en materia de conocimientos, el sermón está enriquecido con argumentos sólidos e irrefutables. Esto se ve reflejado claramente cuando escuchas a un pastor interpretar cuestiones que tienen que ver con los “usos y costumbres” de los tiempos bíblicos y como contextualizarlos a nuestro tiempo; otra es cuando se tiene que interpretar ciertos tiempos de los verbos en griego. En fin, la preparación académica debe ser excepcional.

Pero Martyn Lloyd-Jones, sugiere evitar una “exhibición de conocimientos”. Él dice que “uno de los pecados que persigue a los predicadores es intentar dar la impresión de tener una gran cultura y erudición”. Esto podría significar que el predicador está más confiado en su preparación que el poder del Espíritu Santo.

Es importante la lectura, la preparación, la investigación, y todo lo que concierne a la etapa previa al sermón, pero en el púlpito, las personas quiere instrucción bíblica contextualizada, muy probablemente algunos en la congregación no sepan ubicarse geográficamente dónde queda Mesopotamia, o no sepan diferenciar un imperativo de un indicativo, tampoco lograrán ubicarse en el tiempo, en la historia, si Elías sirvió antes o después del exilio; pero ellos sí estarán listos para una instrucción que les lleve a aplicar la teología a una vida práctica y cotidiana.

Pablo dirigiéndose a los corintios les dijo que, “en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para instruir a otros, que mil palabras en lenguas.” (1 Corintios 5.19 BTX). Pablo, dando instrucciones sobre el correcto uso del hablar en lenguas, aplica el mismo principio: “hablar con entendimiento para instruir a la iglesia”.

Es buena e indispensable la capacitación teológica, pero es muy malo presumir de ella en el púlpito.  

03. Evita la polémica excesiva
Pág. 290
"Ten cuidado, con una polémica excesiva. La gente se congregará para escuchar semejantes ataques; apelan a la carne y lo disfrutan. Pero no se puede edificar una iglesia basándose en la apologética, menos aún en polémicas. El predicador recibe principalmente el llamamiento a predicar la Verdad de forma activa."
Está demás decir que quienes basan sus ministerios en la polémica, el vivir constantemente señalando a otros ministerios, sus errores doctrinales, y peor aun hacer burla y escarnio de ellos es contribuir con la carne. Con el tiempo se irán los espirituales de tu congregación y te quedarás sólo con los carnales, los polémicos y conflictivos.

Lloyd-Jones no se equivoca cuando nos hace esta advertencia. Él dice que debemos evitar la excesiva polémica y también la nulidad de ésta en la predicación. En su libro comenta sobre el caso de un gran predicador, aunque polémico, que acabó sus días solo y sin ministerio por ser tan polémico (Pág. 287).

A los predicadores polémicos, (y esto aplica para muchas páginas y blogs) se les advierte que "la excesiva polémica es el peligro de la clase más intelectual. El predicador ha estado debatiéndose entre teorías contrarias, herejías e interpretaciones erróneas, de forma que su mente está llena de esto...", por lo tanto sus sermones no tienen otro tema sino la crítica, la polémica y el sarcasmo.

4. Evite los temas personales en el púlpito.
Pág. 286

Usted también ha estado sentado escuchando un sermón y tras treinta minutos o más, ha llegado a conocer la familia, las vivencias, las penurias y las anécdotas del predicador. A esas alturas, o desea salir corriendo, o usted también se ha puesto a sollozar junto al predicador.

El sermón es para exponer las Escrituras. Puede usar el tiempo que desee fuera del púlpito para compartir sus vivencias con los oyentes. Los miembros de una iglesia deben salir del sermón sabiendo más de Cristo que del predicador. Esto de usar el púlpito para exponer asuntos personales no es de ahora, Martyn Lloyd-Jones estaba consciente de que sus contemporáneos también lo hacían, por ello escribió:
“He oído a hombres que, tras ofrecer su texto han pasado a relatar una serie de historias, la mayoría de ellas sentimentales y a menudo personales. Eso es negativo.”
Esto puede causar dependencia en ciertos miembros de su congregación que desearán escucharle siempre pues sus historias los cautivan, luego; estos predicadores habrán tomado el centro de atención de los sermones y ya no las Escrituras. Cuando los oyentes regresen a casa no hablarán de cómo les impactó las Escrituras expuestas, sino las vivencias y hazañas del predicador.

Por otro lado, habrá miembros de esa iglesia que se verán obligados a buscar “otros pastos”. Algunos encontrarán pastos buenos y mejores, otros simplemente irán de mal en peor. Por ello, sigamos los consejos de este gran predicador: “Comoquiera que sea, hay algunos predicadores que preciso decirles: cuídate de las emociones y sentimientos excesivos.”

5. Evite la ironía
Pág. 291

La esposa de Dante Gebel publicó en su muro sobre lo irónico que es él, y miren qué respuesta le dio cuando le preguntó “¿Crees que Jesús respondería así, con ironía?”:
“No. Me falta mucho para parecerme a Jesús; cuando el Señor les respondía a los fariseos les decía: Hipócritas, sepulcros, perversos, generación de víboras...Yo todavía soy demasiado amable con algunos, pero de a poco, intentaré parecerme más al Señor, lo prometo.” -Dante Gebel
No obstante, la recomendación para alguien que tiene el ministerio de la Palabra y la Predicación es:
“Cuídate del empleo de la ironía y vigílalo de cerca. Tiene su lugar; pero sé cuidadoso con ella. La mayoría de las personas la malinterpreta por completo porque no entiende que estás siendo irónico. Lo toman de manera literal y se ofenden por ello. Ten cuidado con ella. Se puede utilizar, en ocasiones se debe utilizar; pero comprende que es un arma peligrosa. La burla, en mi opinión, siempre debemos evitarla.” -Martyn L-J
A menudo solemos escuchar sermones donde el predicador trata de ser diplomático pero no puede dejar de burlarse de algo o de alguien mientras predica, y no le queda más remedio que hacer uso de la ironía.

La ironía es el cáncer de púlpito de muchos predicadores que creen que están respaldados por Dios, pero los frutos están lejos de ser genuinos.

¡Dios, guárdanos de ser irónicos!

6. Evite el yoismo, no se trata de usted sino de Jesús el Mesías
Pág. 292

Ya hemos hablado sobre que los predicadores deben evitar contar su vida familiar, sus experiencias y anécdotas, al extremo que estas estén por encima del mensaje central en un sermón. El Dr. Martyn Lloyd-Jones nos dice algo más acerca de evitar el “Yo…” en la predicación.

Escuché sermones donde el predicador hace enfáticos “Yo soy…”, “Yo hago…”, “Yo creo…”, “Yo pienso…”, etc. en lugar de ello debe decir, La “Biblia dice…”, “el Señor dice en su Palabra…” o citar a un autor inspirado, por ejemplo “el apóstol Pablo dice…”, “el apóstol Juan dice…”, etc.

Esto es algo que se debe evitar, mostrar a la congregación que o el predicador es dueño del púlpito, o de vez en cuando le cede a la Biblia y al Espíritu Santo para que ministren a los creyentes. En palabras de ML-J, esta recomendación dice así:
“No es nuestro culto; las personas no van allí a vernos o complacernos (a nosotros). No es como invitar a la gente a nuestra casa, por así decirlo; no es nuestro culto en absoluto. Ellos, y nosotros, estamos allí para adorar a Dios y para reunirnos con Dios; y lo que debemos intentar hacer es mostrarles que es algo completamente diferente de todo lo que hacen en cualquier otro sitio. Un ministro en una iglesia no es como un hombre que invita a la gente a su casa; aquí no está al cargo, es simplemente un siervo; todos estamos allí juntos para presentarnos ante el Dios vivo… Si quieres hacer este tipo de cosas en tu casa, eres libre de ello; pero la iglesia no es tu casa y tú mismo estás sometido a Dios.”
Al menos eso esperamos, que cada uno de los predicadores esté “sometidos a Dios” y guiados por el Espíritu Santo.

¡Oremos por los predicadores!


7. Evite convertirte en un “personaje”.
Pág. 283

Esto es una gran recomendación a la presente generación de predicadores, ya sean famosos o locales, pues no hay dudas que facebook, twitter y youtube está fabricando “personajes” a cuanto expositor de las Escrituras aparece, y eso es un peligro. El hecho está que al alcanzar cierta fama, se convierten en “personajes”. Es decir, de pronto eres alguien distinto, especial, con ciertos dones o carisma que te hacen excepcional y cautivador, algún grande o poco común, o alguien que al ser demasiado original destaca sus singularidades y es reconocido por esto.

No puedo evitar traer a mi mente a un amigo que es pastor de jóvenes y adolescentes y se ha convertido en todo un personaje. Él aún no llega a los cincuenta, pero viste y actúa como un muchacho de veinte. Él  es “un personaje” singular para sus jóvenes, a quienes lidera. Él siempre está con barba, con un corte de cabello tipo mohicano, con pantalones pitillo (y hasta a veces parece que usara leggins); su lenguaje es cool y moderno, y claro; con un micrófono en la mano él es todo un motivador.

Pero quién no recuerda a las “noches de gloria con Cash Luna”, o al “show de Dante Gebel”, entre otros ministerios que vemos por todos lados. En las mentes de muchos estarán asociando a un predicador con su ministerio, como “un mensaje a la conciencia con el hermano Pablo”. Pero lo que hay que destacar en sí, es al peligro de cada predicador de convertirse en “un personaje” detrás de su púlpito. Martyn Lloyd-Jones nos dice:
“El predicador debe protegerse de la terrible tentación de ser un -personaje-. A la gente le gusta el -personaje-, y si un hombre tiene ciertos elementos en él que tiende a convertirle en un personaje -algo fuera de lo normal, algo que la gente considera atractivo- debe tener mucho cuidado. Su peligro es condescender en esto y exagerarlo. A algunos hombres les gusta ser originales, singulares o distintos y conseguir que la gente hable de ellos. Este es el peligro.”
Cada vez que esté delante de su congregación y detrás del pulpito, recuerde la frase de Charles Simeon: “La predicación debe humillar al pecador, exaltar a Jesucristo y promover la santidad”. Sin duda alguna, al tener cuidado de su ministerio y el de no convertirse en “un personaje”, usted sólo será un instrumento de Dios y no el centro de su ministerio. Cuando un ministerio gira en base “al personaje” líder de este ministerio, cuando desaparece el líder, desaparece también el ministerio.

Ya Pablo lo dijo de la siguiente manera:
“¿Qué, pues, es Apolos? ¿Y qué es Pablo? Servidores por medio de los cuales creísteis, y eso según dio el Señor a cada uno. Yo planté, Apolos regó, pero el crecimiento lo da Dios.” 1 Corintios 3.5-6 (BTX)
Y termina aconsejando a sus destinatarios:
“Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno entre vosotros piensa ser sabio en el tiempo presente, hágase necio para llegar a ser sabio. Porque la sabiduría de este mundo es necedad en la presencia de Dios, pues está escrito: Él prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los razonamientos de los sabios, que son vanos. Así que, nadie se gloríe en hombres, porque todo es vuestro, ya sea Pablo, ya sea Apolos, ya sea Cefas, ya sea el mundo, ya sea la vida, ya sea la muerte, ya sean las cosas presentes, ya sean las cosas venideras, todo es vuestro, y vosotros del Mesías, y el Mesías, de Dios.” 1 Corintios 3.18-23
Así que hermanos, si eres un predicador, evita convertirte en “un personaje”, el único personaje excepcional en la predicación es el objeto de nuestra predicación, este es: Jesus el Mesías. Nuestra tarea no es mostrarnos a nosotros mismo a través de la predicación sino a Cristo.

¡Dios, líbranos de este pecado!

8. Evite ser “histriónico”.
Pág. 293

En otras palabras, no seas un “actor de teatro” a la hora de la predicación. No actúes en el pulpito, no exageres para llamar la atención o para cautivar a tu audiencia. Los sujetos histriónicos son muy animados, dramáticos, vivaces, entusiastas y coquetos. Los predicadores histriónicos tienden a la necesidad de atención, desarrollan la improvisación porque son buenos actores, pero ellos mismos pueden ser fácilmente influenciados por otras personas. Los histriónicos suelen ser egocéntricos, hedonistas, con un deseo continuo de apreciación y con un comportamiento manipulador persistente para conseguir sus propios objetivos.  

El Dr. Martyn Lloyd-Jones está preocupado de que los predicadores desarrollen actitudes histriónicas en su personalidad y las practiquen en el púlpito. Por ello nos dice “no seas histriónico. No cultives o practiques gestos.” Ya en su tiempo los púlpitos estaban corrompiéndose por predicadores “amadores de sí mismos”.

Pablo lo dijo cuando afirma a los corintios que él no usaba métodos retóricos como los helenistas “predicadores de sabiduría” que pululaban en todo el imperio.  El apóstol “no fue con excelencia de palabras o de sabiduría”,  sino que llegó a ellos “con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni su palabra ni su predicación fue con palabras persuasivas (altisonantes) de humana sabiduría”. Pablo no llegó a ellos actuando, ni modulando la voz, ni presentando el mensaje en un lenguaje más bello y locuaz para llamar la atención a manera de -método efectivo de evangelización- pues tenía mucho temor de cautivar a los oyentes a que se convirtieran a Pablo en vez de creer en Jesús y con esto evitar “que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.” (1 Corintios 2.1.-5 RV60)

Querido pastor, sea usted mismo con el don que Dios le dado sin actuar, el evangelio debe ser predicado pues nuestra labor es esa, la labor del Espíritu Santo es usar nuestra predicación para convencer a las personas, no nosotros. Por ello evitemos ser histriónicos. No actuemos en el púlpito.


Dios, danos sabiduría y humildad en el púlpito.
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LLOYD-JONES, M. 2003, La Predicación y los Predicadores, Moral de Calatrava-España: Editorial Peregrino.


jueves, 19 de mayo de 2016

¿Feminismo en la Iglesia de hoy?



¿Es acaso una intromisión del movimiento feminista en el evangelicalismo el hecho de que se nombren como oficiales de gobierno de la Iglesia a mujeres hoy en día?

Hay muchas preguntas que deben ser respondidas, mientras tanto hay verdades en las Escrituras que no deben ser pasadas por alto:
“La mujer aprenda con tranquilidad, con toda sujeción; pero no permito a la mujer enseñar ni dominar al varón, sino estar tranquila, Porque Adán fue formado primero, después Havah (Eva). Y no fue engañado Adán, sino que la mujer, siendo completamente engañada, ha incurrido en transgresión, pero será salvada mediante el Nacimiento, si permanecen en fe, amor y santificación, con sensatez.” -1 Timoteo 2.11-15 (BTX-4°)
¿Solo eran lineamientos a Timoteo y no a la iglesia universal?
Las cartas a Timoteo, aunque son cartas personales, eso no significa que sólo sean indicaciones para él, o para la iglesia de Éfeso, en todo caso, la directiva que la mujer “no enseñe ni ejerza autoridad sobre el varón” ¿Estaría restringida su aplicación sólo a Éfeso y no a las demás iglesias? Es increíble, pero hay muchos que están interpretando así, mire un ejemplo:
“… Pablo está aquí tratando con una única situación que existe en Éfeso. Si Pablo hubiera dado una regla universal para el orden de la iglesia en este pasaje, habría utilizado la palabra común del Nuevo Testamento que se significa “autoridad”… Este punto de vista se ve confirmado por el hecho de que hay un cambio del plural al singular, y luego de vuelta al plural en este pasaje. En los vers. 9-10 de cap. 2, Pablo se refiere a “las mujeres” en plural. Pero cuando se trata de la advertencia restrictiva de vers. 11-12, que cambia al singular y se refiere a “una mujer”. Después, en vers. 15, regresa de nuevo para el plural. Esto puede indicar que, al escribir este pasaje, Pablo tenía a una mujer en particular en mente, que era la principal responsable de la difusión de la falsa enseñanza en Éfeso. Sea como fuere, Pablo, en este pasaje, está, obviamente, abordando una situación única, que sucedía en la ciudad de Éfeso.”(1)
Así lo dice Eddie L. Hyatt, y otros autores más, que las cartas a Timoteo no aplican más que para la iglesia de Éfeso, por ello se pasan por alto esta ordenanza sobre el orden establecido por Dios y se apoyan en otros pasajes y argumentos como la diaconiza Febe, el liderazgo de Priscila y Junias. Es aquí cuando en el afán de sostener una práctica no bíblica, se relega la autoridad de las Escrituras a un simple manual de principios que los puedo usar a mi antojo. Es en las mismas cartas de Pablo a Timoteo donde se le dice:
“Fiel es la palabra: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. Es necesario, pues, que el obispo sea irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospitalario, apto para enseñar, no adicto al vino, ni pendenciero, sino amable, apacible, no avaro, que cuide bien su propia casa, que tenga a sus hijos en obediencia con toda dignidad (pues si alguno no tiene cuidado de su propia casa, ¿cómo acogerá a la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que, lleno de orgullo, caiga en acusación del diablo; debiendo tener también buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito o en trampa del diablo.” 1 Timoteo 3.1-7 (BTX)
Siguiendo la línea de interpretación de Eddie L. Hyatt, estos requisitos ¿eran solamente para los “obispos” de la iglesia que lideraba Timoteo? Se sabe que Timoteo fue obispo de todas las iglesias de Éfeso y no de una sola iglesia local, ¿Cómo se aplican las directrices entonces? ¿Hay requisitos para obispos aplicables solamente a las iglesias que dirigía Timoteo? Y cuando Pablo le escribe a Tito, ¿acaso no le da los mismos lineamientos sobre los obispos y ancianos, es decir sobre los pastores varones?
“Por esta razón te dejé en Creta: Para que pusieras en orden lo que faltaba y designaras ancianos (varones y en plural) en cada ciudad, como te ordené: El que sea irreprensible, marido de una sola mujer, que tenga hijos creyentes, que no estén acusados de libertinaje o rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios: No arrogante, ni iracundo, ni adicto al vino, ni pendenciero, ni codicioso de ganancias deshonestas; sino hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo, dueño de sí mismo; que retenga firmemente la palabra fiel, conforme a la doctrina, a fin de que sea capaz de exhortar con sana enseñanza y de refutar a los que contradicen.” Tito 1.6-9 (BTX)
Esto es sólo un argumento, de ninguna manera no podemos decir que las cartas a Timoteo no son autoridad para nosotros y para todas las iglesias. Pablo va a decirle a Timoteo “esto encargan a hombres fieles que enseñen también a otros…”. Pablo mismo se está asegurando que estas directivas sean enseñadas a otros aparte de las iglesias de Éfeso. Además, le advierte que “vendrá un tiempo…” de apostasía, la pregunta sería que si seguimos la línea de interpretación de Hyatt, esa apostasía ¿es sólo para Éfeso, o es una advertencia para la iglesia universal?
“Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que sintiendo comezón de oídos, se acumularán para sí mismos maestros conforme a sus propias concupiscencias; y apartarán el oído de la verdad, y serán extraviados a las fábulas.” 2 Timoteo 4.3-4 (BTX)
¿Qué dice Pablo a Timoteo entonces?
Vean que Pablo recalca el principio bíblico de “quién es la autoridad en base al orden establecido por Dios: el hombre”, no hay otra manera. Por ello, la tarea de “enseñar a los varones y al mismo tiempo ejercer autoridad sobre ellos en la iglesia” es del varón no de la mujer, de un pastor y no de una "pastora". Por lo tanto, no se trata de que la mujer esté relegada en la iglesia de hoy, las mujeres pueden enseñar y servir en sus iglesias, pero “sin usurpar la autoridad y principio establecido por Dios.”

Por otro lado, es importante recalcar la labor de muchas “pastoras” que han llevado sobre sus hombros la carga pastoral y han dirigido las iglesias que les han encomendado. No las estamos criticando de “usurpadoras”, digamos que han ejercido ese ministerio basadas en una mala interpretación de las Escrituras. Pero alabamos el hecho que ahora muchas se están retractando.

Intentando responder a las preguntas iniciales
Hay evidencias que la labor de las mujeres en las iglesias de los años 1900 (nacimiento del pentecostalismo) era genuino, era la respuesta a una necesidad, era un “servicio” a Dios; no había intención de alterar el orden bíblico establecido por Dios, ya lo dijimos, era una mala interpretación de las Escrituras.

Muchos grandes hombres de Dios no hubieran logrado ejercer su ministerio sin el apoyo ya sea de su madre o esposa, ese es el verdadero servicio bíblico de la mujer, no el de ser “pastoras de una iglesia”. Pero en estas últimas décadas, hay un real abuso, habiendo entre los evangélicos, no solamente “pastoras”, sino también “apóstolas” y “profetas”. Todas con el título y cargo otorgado por sus iglesias u organizaciones.

¿En qué concluimos?
Otro de los textos usados para afirmar que en Cristo hay “igualdad” entre el hombre y la mujer y por consiguiente, tanto hombres como mujeres puedes ser oficiales en la iglesia es Gálatas 3.28. Es decir, no solamente habría “ancianos”, sino también “ancianas” así como “obispos” y “obispas”.
“No hay judío ni griego, no hay siervo ni libre, no hay varón ni hembra: porque todos vosotros sois uno solo en Jesús el Mesías.” Gálatas 3.28 (BTX)
Pero el contexto de Gálatas 3.28 no está hablando de igualdad para efectos de los roles del hombre y de la mujer, tampoco es un sustento para el pastorado femenino. El contexto claramente está hablando sobre la salvación y la justificación por la fe, en contraposición de los judaizantes quienes pretendían introducir en la iglesia las practicas de la ley, como un extra para tener salvación.

Usted puede revisar un sinnúmero de literatura que señala que Jesús marcó con su ministerio la "igualdad de género" para los oficiales de la iglesia, y añaden que Pablo en este pasaje devuelve el valor replegado de la mujer, del esclavo y del no judío. Y quedándonos con el asunto de la mujer, muchos establecen que aquí en Gálatas hay un sustento para que las mujeres gobiernen en la iglesia.

Si esto es así, si Jesús vino a marcar un hito en la historia del ministerio de la mujer, pregunto ¿Por qué no nombró seis apóstoles varones y seis mujeres apóstolas? O ¿Por qué no nombró seis esposos con sus esposas como sus apóstoles? ¿Si este pasaje de Gálatas lo vamos a usar para devolverle la posición a un esclavo o aun no judío, por qué Jesús no nombró como apóstoles a seis judíos y a seis griegos? ¿Negar el pastorado femenino es discriminación de género contra la mujer?

Jesús no tuvo ningún temor de romper las costumbres sociales cuando estaba en juego un principio moral: criticó públicamente a los fariseos, sanó en el sabat, limpió el templo, habló con una samaritana, comió con cobradores de impuestos y pecadores, y comió con manos sin lavarse. Si Jesús hubiera querido establecer un principio de igual acceso al liderazgo de la iglesia tanto por hombres como por mujeres, ciertamente lo habría hecho así al nombrar a sus apóstoles, y podría haberlo hecho así, a pesar de la oposición cultural, si eso hubiera sido el patrón que quería establecer en su iglesia. Pero no lo hizo así.

Quizá no todos estén de acuerdo conmigo en esto, pero bien podríamos estar frente a una intromisión del feminismo en la Iglesia de hoy. Las Sagradas Escrituras son más que claras. Pasarlas por alto puede tener un alto costo. Para algunos autores esto es un tema secundario, que las organizaciones ordenen "pastoras" al ministerio, es decir es un tema que no debe separar a las iglesias evangélicas.(2) Pero nuestra preocupación debe ir más allá, de estar alertas y prevenidos de filosofías humanas que se adentran sutilmente a las iglesias.


¡Seamos sobrios!
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Nota Bibliográfica:

1. Esto lo dice Eddie L. Hyatt, (http://www.devocionalescristianos.org/2014/09/quien-dice-que-las-mujeres-no-pueden-ser-pastoras.html) recuperado el 20 de mayo de 2016.
2. Keller, T, 2015, Jueces para ti, Medellín-Colombia: Poiema Publicaciones. Pág. 62-65 (Aquí puede profundizar sobre algunas perspectivas del ministerio de la mujer)

domingo, 15 de mayo de 2016

Jesús es Dios



En la Biblia, no hay un registro de Jesús diciendo las palabras precisas, “Yo soy Dios.” Sin embargo, eso no significa que Él no proclamó ser Dios. Tome por ejemplo, las palabras de Jesús en Juan 10:30, “Yo y el Padre uno somos”. A simple vista, esto no parecería ser una afirmación de ser Dios. Sin embargo, escuche la reacción de los judíos a Su declaración, “Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios” (Juan 10:33). Los judíos entendieron la declaración de Jesús al afirmar ser Dios. En los versículos siguientes, Jesús nunca los corrige diciéndoles, “Yo no afirmé ser Dios”. Eso indica que Jesús realmente estaba diciendo que era Dios al declarar, “Yo y el Padre uno somos” (Juan 10:30). Juan 8:58 es otro ejemplo. Jesús les dijo “De cierto, de cierto os digo: antes que Abraham fuese, yo soy”. Nuevamente, en respuesta, los judíos tomaron piedras para arrojárselas (Juan 8:59). ¿Por qué los judíos querrían apedrear a Jesús, si El no hubiera dicho algo que ellos creían era una blasfemia, concrétamente, una afirmación de ser Dios?

Juan 1:1 dice que “El Verbo era Dios”. Juan 1:14 dice que “Aquel Verbo fue hecho carne”. Esto indica claramente que Jesús es Dios en la carne. Hechos 20:28 nos dice, “… para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre”. ¿Quién compró la iglesia con Su propia sangre? Jesucristo. Hechos 20:28declara que Dios compró la iglesia con Su propia sangre. ¡Por tanto, Jesús es Dios!

Con respecto a Jesús, Tomás el discípulo declaró, “Señor mío, y Dios mío” (Juan 20:28). Jesús no lo corrigió.Tito 2:13 nos anima a esperar la venida de nuestro Dios y Salvador – Jesucristo (vea también 2ª Pedro 1:1). En Hebreos 1:8, el Padre declara de Jesús, “Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino.”

En Apocalipsis, un ángel ordenó al Apóstol Juan adorar solamente a Dios (Apocalipsis 19:10). En algunas ocasiones en la Escritura, Jesús recibe adoración (Mateo 2:11; 14:33; 28:9,17; Lucas 24:52; Juan 9:38). El nunca reprendió a la gente por adorarle. Si Jesús no fuera Dios, El hubiera dicho a la gente que no le adoraran, justamente como lo hizo el ángel en Apocalipsis. Hay muchos otros versículos y pasajes de la Escritura que alegan la deidad de Jesús.

La razón más importante para decir que Jesús tiene que ser Dios, es que si El no es Dios, Su muerte no habría sido suficiente para pagar la penalidad por los pecados del mundo (1ª Juan 2:2). Solamente Dios pudo pagar tal penalidad infinita. Solamente Dios pudo tomar los pecados del mundo (2ª Corintios 5:21), morir, y resucitar - probando Su victoria sobre el pecado y la muerte.

Jesús es Dios!