domingo, 14 de agosto de 2016

¿Soy un fariseo por citar la Biblia al pie de la letra?


¿Soy un fariseo por citar la Biblia al pie de la letra?
A menudo a quienes citan las Escrituras para refutar un error doctrinal se le llama fariseo. La relación que muchos falsos cristianos hacen entre alguien que cita las Escrituras correctamente y alguien que no lo hace es el “aspecto legalista” que los fariseos aparentaban tener. Los fariseos constantemente observaban a sus contemporáneos una especie de “incumplimiento” de la Ley de Dios, pero ellos mismos se engañaban  ya que los fariseos no vivían al pie de la letra de la ley, sino al pie de la –tradición oral- o –ley oral- que narra Mateo 15.2:
“¿Por qué tus discípulos quebrantan la -tradición de los ancianos-? Porque no se lavan las manos cuando comen pan”. (BTX)
Muchas veces hemos escuchado la palabra “legalismo”  y usarla para señalar a una persona que guarda la ley de Moisés (o la Torah de Dios). Pero hay una diferencia bien grande en guardar la Ley, es decir obedecer sus mandamientos y otra es obedecer la “Tradición Oral” que no es más que mandamientos de hombres.

Tenemos el ejemplo del Shabbat, el día de reposo. De acuerdo a los mandamientos del Señor debemos recordar y guardar el día de reposo (Exodo 20:8-11; Deuteronomio 5:12-15); pero “los ancianos” en el Talmud (obra que recoge principalmente las discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, narraciones y dichos, parábolas, historias y leyendas.) le  agregaron 39 prohibiciones de cosas que no se pueden hacer en el día de reposo por ser considerado trabajo, como : cocinar, lavar, construir, reparar, escribir, pescar, etc.

Los fariseos eran una especie de “guardianes de la ley”, ellos habían heredado esta “tradición oral”, esta “otra ley”, una “ley oral”. Esta tradición era la “ley oral” que se basaba en la “ley dada a Moisés”, pero contenía instrucciones detalladas que -no se encontraban en el Antiguo Testamento-, como ya lo dijimos. Los fariseos consideraban que estas tradiciones tenían la misma autoridad que la Ley, contenida en el Antiguo Testamento.

Jesús mismo condenó a los fariseos por apoyarse en una autoridad aparte de las Escrituras (el Antiguo Testamento). Por ejemplo, en Mateo 23.4 les dijo que ellos “atan pesadas cargas” sobre los hombres judíos. Es decir, prohibiciones y mandatos legales que provenían de esa “tradición oral” y no de la Ley de Moisés (Antiguo Testamento). Estas tradiciones eran consideradas para los fariseos como una especie de “cerco de protección” que rodeaba a la ley del A.T., es decir a la Toráh, y de esta manera (pretendían) evitar que se violaran los mandamientos de la Ley de Moisés.
“y atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los hombres, pero ellos no las quieren mover ni con su dedo.” –Mateo 23.4 (BTX)
Esa tradición a la que los fariseos se aferraban era una especie de -neorevelación- a la cual ellos se apegaban y no era a la Ley de Moisés, era una tradición con autoridad reconocida por ellos, por los fariseos, como una -autoridad paralela-, como los católicos reconocen a su –santa tradición- la cual muchas veces es impuesta sobre las verdades de la Biblia. Recuerden que Jesús nunca cumplió esa –tradición de los ancianos- Él cumplió la ley dada a Moisés. Así que los fariseos del ayer se parecen mucho a los falsos maestros de ahora que se aferran a revelaciones extra-bíblicas y no a las Santas Escrituras. Roban a las viudas bajo pretexto de bendecirlas; los hacen -analfabetos bíblicos- a sus –prosélitos- y les impiden que conozcan el verdadero Evangelio enviándolos al infierno, esto es matándolos.

En Mateo 23.15 hay un pasaje que describe claramente el accionar de los fariseos:
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! que para hacer un prosélito recorréis mar y tierra, y cuando lo llega a ser, lo hacéis dos veces más hijo del infierno que vosotros.”
Nadie había autorizado a los fariseos a hacer -prosélitos-, pero ellos, como son usurpadores, pastores asalariados y ladrones del rebaño, lo hacían. El prosélito es un gentil que se convierte al judaísmo. Mediante enseñanzas rigurosas, estos prosélitos quedaban más indoctrinados en el sistema farisaico que los mismos fariseos (analfabetos bíblicos) y Jesús les dice “hijos del infierno” porque cómo resultado del indoctrinamiento recibido de los fariseos, solo aprenden una religión donde la salvación es por obras, porque los fariseos creían que se salvaban por su propia justicia, y eso enseñaban. El ladrón roba la oportunidad de escuchar el Evangelio de Salvación, y destruye la vida de sus -indoctrinados analfabetos bíblicos- y finalmente mueren en el infierno.

Conclusión
No veo argumento para decir a un hermano estudioso de las Escrituras, que siempre quiere estar acorde y alineado a la Biblia que es un fariseo. Cuando alguien está refiriéndose así, está demostrando su vasta ignorancia.

Las Escrituras son la única regla de fe y conducta, y son nuestra única autoridad. No podemos apoyarnos en tradiciones humanas. Pero, quisiera que nos quedemos con el aspecto de la “neo-revelación”, esto es muy peligroso puesto que cualquier revelación que se empiece a tener como sustituto de lo ya “revelado y escrito” en las Sagradas Escrituras, debe desecharse como algo que provine de las mismas tinieblas.

Cada vez que alguien le diga “fariseo” o “legalista” por refutarlo con las Escrituras, perdónelo pues esa persona solamente está demostrando ignorancia y falta de sujeción a la Biblia.
“Enseguida, los hermanos enviaron de noche hacia Berea a Pablo y a Silas, quienes una vez llegados, fueron a la sinagoga de los judíos. Pero éstos eran de mente más abierta que los que estaban en Tesalónica, y recibieron la palabra con buena disposición, examinando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Por tanto, muchos de ellos creyeron, así como algunas prominentes mujeres griegas, y no pocos varones.” –Hechos 17.10-12 (BTX)
 Sea como los bereanos.
---------

Nota: Eventualmente esta “ley oral” se escribió en el Mishná aproximadamente en el 200 d.C.

0 comentarios:

Publicar un comentario